La presencia de Daniel Castellani le dio un toque de jerarquía a la Liga Nacional femenina de Vóley que este jueves llega a su fin en San Francisco y que largó el 17/2. El actual director nacional de selecciones nacionales dio tres clínicas para un público que fue a aprender sobre el saber del histórico capitán de la Selección que consiguió la medalla de bronce en el Mundial Buenos Aires 1982 y en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988.
Entre tantos requerimientos y partidos del certamen de ascenso, habló con La Voz sobre el nivel de esta liga y del voley femenino, la organización del torneo a cargo de San Isidro, de lo lleno que estuvo el Superdomo todas los dìas, de las selecciones y de su salud. Es más, anticipó que a mediados de año podría hacer una concentración con Las Panteras decara al Mundial de Tailandia.
-¿Cómo se dio esta iniciativa de venir a dar estas clínicas en el marco de un torneo que por primera vez se hace en Córdoba y qué impresión se llevó?
-Lo primero que te puedo decir es que estoy sorprendido. Por muchas cosas. El nivel del torneo, la organización de San Isidro y su dirigencia. Massoni, Magnano, todos. Hubo equipos que realmente jugaron muy bien. Los de la división superior y los del ascenso, casi al mismo nivel. En términos técnicos, ha sido muy bueno el torneo, con muchas sorpresas de muy buen nivel, de jugadoras jóvenes, con experiencia. Hubo partidos muy interesantes. También fue una sorpresa para la misma gente de San Isidro porque se encontraron con un público nuevo. Ellos estaban acostumbrados al público del básquet. Pero todos los partidos estuvieron llenos de gente, familias, chicos y chicas. Para nosotros fue una sorpresa muy grata porque la respuesta de la ciudad fue realmente muy importante. Desde todo punto de vista, te digo que fue un éxito. Nivel, organización, apoyo. Todo. También pudimos hacer la clínica con más de 80 participantes. Hubo gente que participaba de la competencia, de otras ciudades vecinas.
-¿Quedó conforme?
-Muy feliz. Hablamos con las autoridades de ver si podemos volver a hacer una concentración con Las Panteras, tal vez algún partido también. Pero, en principio, vamos a ver si en julio podemos volver para entrenar y hacer todo un trabajo con los colegios de la ciudad para que vengan a ver las Panteras y, nosotros, poder hacer una semana de preparación para el mundial de Tailandia.
-Usted hizo parte de la historia del vóley argentino. ¿Lo percibió en San Francisco?
-Yo soy feliz de poder colaborar. Estuve más de 20 años viviendo ene le exteriore y todo este boom que se desató en el interior de la cantidad de jugadoras y jugadores, equipo,eh para mí es todo nuevo. De hecho, los jugadores se han dublicado en los últimos 10 años. Se ha hecho un trabajo muy importante. Todo el vóley. A veces, se dice: “No se capitalizaron las medallas”. Yo digo que sí se capitalizó. Y cómo. Nuestro deporte, duplicó la cantidad de jugadores y jugadoras. Hay equipos de vóley en todos lados, se hicieron tres ligas nacionales. Eso es el resultado de un trabajo de muchas áreas, selecciones nacionales, selecciones de base; de equipos, con los torneos provinciales, con los torneos de Chapadmalal, los abiertos. Ese es todo el movimiento de de nuestro deporte. Entonces, hay que destacarlo.
La plaza Córdoba
San Isidro y Bell de Bell Ville se enfrentaron en semifinales, también estuvo Universitario, mientras que en la primera categoría juega Instituto. Las representaciones de Córdoba fueron un tema de consulta para Castellani
-¿Qué impresión tiene de nuestra plaza más allá de de este torneo?
-El voley tiene tres lugares que son fábricas. Capital Federal, Córdoba y Santa Fe. De cantida y calidad. Históricamente. Son las que más jugadoras aportan a la selección y de mayor movimiento. Ahora se están empezando a sumar otras realidades como Paraná, Mendoza que está volviendo; San Juan, en varones. Pero sin dudas, Córdoba en cantidad y calidad de jugadores históricamente fue un bastión del vóley.
-¿Cómo vio a San Isidro y a Bell de Bell Ville que chocaron en semifinales?
-“Sani” juega muy bien. Diría que está a nivel de la Liga Argentina. Las vi muy firmes, muy enfocadas en el objetivo. Que no regalaban ni un punto, ni un set y que que todo el trabajo que había hecho el cuerpo técnico, el club, la dirigencia, la ciudad, estaba todo el mundo enfocado por el resultado. Bell también llegó con mucho ímpetu.
El cargo y la salud
-¿Cómo siente de director de selecciones argentinas, después de estar con Las Panteras?
-Yo sigo estando con Las Panteras. El año pasado tuve que pedir licencia por segunda vez por el ciclo de quimioterapia que debí afrontar. Ya estoy bien. Este año voy a reincorporarme y en este tiempo que no hay selección, estoy trabajando con las selecciones de base, ayudando, aportando, conversando, tratando de establecer un programa para todas las selecciones. Para tener un trabajo que tenga una continuidad. Una idea general para que después esas Panteritas vayan llegando a la selección mayor.
-¿Qué es el vóley para usted?
-Trabajo de lo que amo. Tengo esa suerte. El vóley está en mi vida, desde muy chiquitito. Todo una vida. Tengo la suerte que tienen pocos de justamente trabajar en un ámbito que uno quiere, así que eso es muy bueno.
-¿Se vio reflejado en algún jugador?
-En Palonski. El gesto del brazo, el movimiento de ataquear mucho cuando cuando era chiquito. Así que me veía asì. Me parece da una sensación de ver a alguien cuando yo era chico por los gestos técnicos.
El vóley argentino en el mundo
Castellani también habló sobre el presente y futuro de este deporte en Argentina.
-¿Qué lugar ocupa el vóley argentino en el mundo? ¿Qué expectativas tiene?
-En varones, está en un lugar de privilegio. A veces no se le da el valor que tiene, pero Argentina en los últimos 20 o 30 años se mantuvo entre los ocho primeros. Bien. Y en los últimos 40, ganó dos medallas. Se puede creer que es poco, pero a nivel mundial la gente y los países saben lo difícil que es ganar medalla en un juego olímpico. Eso es porque se trabajó por más de 20 años se trabajó y se aportó con las selecciones de base. En la mujeres todavía estamos ahí, siempre cerca de dar el salto. Y nos costó, pero creo que con continuidad lo vamos a lograr. Hay que trabajar para eso. Sabemos que será duro. Si podemos mantener los programas que estamos realizando durante el tiempo, tarde o temprano también vamos a dar un salto de calidad.
