En una tarde/noche cargada de emoción y reconocimiento al deporte de Córdoba, la 33ª edición de los Premios Estímulo, volvió a poner en escena la historia de quienes hicieron grande al deporte provincial. Entre los momentos más conmovedores de la ceremonia, se destacó un homenaje que cruzó generaciones: el galardón Premio Trayectoria, que en esta oportunidad fue entregado a uno de los nombres más emblemáticos del vóley argentino y cordobés: Gustavo Porporatto.
Porporatto, nacido en Córdoba en 1981, trazó desde sus primeros pasos en las ligas juveniles una carrera que lo llevó a vestir la camiseta de la selección argentina de vóley y competir en instancias internacionales que pocos deportistas cordobeses alcanzaron. Fue parte del plantel nacional en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, participó en Campeonatos del Mundo y desarrolló una extensa trayectoria en clubes del país y del exterior, consolidándose como un referente indiscutido de la disciplina.
Distinció en familia
El homenaje tuvo un condimento especial: el exjugador de 44 años subió al escenario acompañado por sus tres hijos, una imagen que sintetizó el espíritu del reconocimiento. En ese contexto, además, se proyectó un video enviado por su amigo Gustavo Scholtis, quien recordó los años compartidos en el vóley, evocó vivencias de aquella etapa y lo felicitó especialmente por el premio, sumando un momento de fuerte carga afectiva.
Visiblemente emocionado, Porporatto tomó el micrófono y expresó: “Muchas gracias por este homenaje. No lo esperaba. Estos son mimos que uno valora”. Y agregó: “Pasaron 25 años desde que fui Estímulo. Quiero transmitirle a ellos, los distinguidos, estas cosas, por más de que sean chiquitos”, sostuvo.
En diálogo posterior, Porporatto confesó que la magnitud del momento lo sorprendió. “Yo pensé que era algo más tranquilo, algo más relajado, y la verdad que con el contexto y todo fue algo mucho más grande”, relató. “Cuando subí al escenario y vi el video dije: ‘Mamita (sic), qué linda presentación’. Ya llevo varios años retirado y que te reconozcan es como volver a sentir esa pasión, esa cosita que se siente cuando uno representa a la selección y al deporte de Córdoba”.
Durante su discurso, también dejó un mensaje dirigido a las nuevas generaciones y a los deportistas que recién comienzan su camino. “Felicitaciones para los chicos. Agradecerles al diario y a ustedes por este premio, es una motivación, es la edad justa. Disfrutar es clave, el proceso también. Eso le da valor a todas las cosas”, remarcó, antes de reiterar que no esperaba semejante reconocimiento.
El ex jugador resaltó además lo significativo que fue compartir ese instante con sus hijos, quienes no lo vieron competir en su máximo esplendor, pero conocen su historia. “Ellos ven algunos videítos, algo hay en las redes, y se mimetizan rápido con la emoción. El vínculo padre e hijo lo hace más fuerte todavía”, explicó. “Lo único que quiero es que ellos estén en el deporte, por todos los valores que transmite. Para nosotros, como padres, también hace la vida un poco más fácil”.
Para Porporatto, el Premio Trayectoria no simboliza solo un repaso por su carrera como jugador, sino también la confirmación de un lazo que nunca se cortó. Tras su retiro continuó vinculado al vóley a través de clínicas, capacitaciones y trabajos en distintas instituciones, manteniendo su aporte activo al desarrollo del deporte. “Desde que uno arranca en el club hasta hoy, que de alguna forma sigue vinculado, todo suma. Que los chicos me vean acá es realmente algo muy lindo”, cerró, con la misma humildad que lo acompañó a lo largo de toda su carrera.
