Lejos quedaron los años dorados del deporte argentino en el plano sudamericano. Después de haber liderado de forma continua el medallero de los Juegos Odesur desde su nacimiento en 1978 hasta los celebrados en Cuenca 1998 (seis justas), la delegación albiceleste no figura en el podio de los máximos ganadores desde 2006, cuando ejerció su supremacía como local en Buenos Aires y dominó la general de medallas.
Pasaron desde entonces tres nuevas citas y Argentina su ubicó cuarta en todas ellas, siempre detrás de Brasil, Colombia y Venezuela (en variado orden según el año). Sin embargo, esa realidad no se replicó en la continuidad del ciclo olímpico, y nuestro país terminó mejor posicionado que Venezuela en los posteriores Juegos Panamericanos e incluso mejor también que Colombia en los últimos realizados en Lima. ¿La razón? Los deportes incluidos en cada cita y, principalmente, los nombres elegidos para hacer frente a tales eventos.
En vísperas de una nueva edición de los Juegos Sudamericanos, esta semana se conocieron los integrantes de la delegación albiceleste que competirá del 1 al 15 de octubre en Asunción (Paraguay), y será la más abultada de la historia con un total de 592 representantes.
Entre ellos figuran desde finalistas olímpicos y mundiales a nombres que comienzan a aparecer en el radar del alto rendimiento nacional.
Los atraviesa una puesta a punto signada por la crisis y un Enard desfinanciado, con una merma considerable en viajes, pretemporadas en altura o giras al exterior matizadas en algunos casos por la reciente disputa de certámenes de elite internacional que elevó su preparación para tal fin.
Los iguala, también, el ADN argentino de entrega indiscutible y esa cosa tan nuestra de hacernos fuertes en las malas, potenciados en equipo, en esa comunión que se genera cuando atletas, nadadores, voleibolistas, karatecas, ciclistas o palistas suman para el mismo equipo: Argentina.
La última referencia fueron las 165 medallas que consiguió Argentina en Cochabamba 2018 (42 de oro, 60 de plata y 63 de bronce). El remo (14 medallas), la gimnasia artística (10) y la esgrima (11) fueron tres de los deportes que más metales aportaron, pero las nóminas de cuatro años a esta parte sufrieron gran renovación.
La presencia de 18 deportes clasificatorios a los Juegos Panamericanos Santiago 2023 es motivación para muchos de los 592 argentinos que integran la delegación, pero condicionó también la conformación de la nómina a la hora de dejar afuera deportes como el vóley o el básquetbol, en sus ramas masculinas.
En apenas 10 días se comenzará a saber si el inicio de un nuevo ciclo olímpico trae buenas perspectivas para el deporte argentino o si, de cara a Santiago 2023, se trabajará a contrarreloj para buscar allí boleto para los Juegos de París 2024. Nuestros deportistas, como siempre, se acomodan a lo que les toca.
