Superación, pasión y disciplina definen a Romina Pizarro, oriunda de la ciudad de Córdoba y actual campeona Body Fitness IFBB Pro. En esta entrevista, comparte cómo su pasión por el entrenamiento la llevó a alcanzar la cima en torneos nacionales e internacionales. También relata su regreso al culturismo tras cinco años de duelo, un logro tanto personal como profesional, y revela su sueño más grande: representar a Córdoba y Argentina en el Mr. Olympia y en un Mundial.
La deportista, recuerda que su camino en el deporte comenzó por una necesidad personal. “Siempre me gustó entrenar. Desde los 17 años empecé porque era muy flaca y quería cambiar mi cuerpo, buscaba mi mejor versión”, confesó. Sin embargo, nunca imaginó que ese interés por el entrenamiento la llevaría al nivel competitivo.
Fue gracias a Raúl Sadi, su primer coach, que decidió adentrarse en el mundo del culturismo. Con el tiempo, él se convirtió en su guía y principal inspiración en este nuevo camino. “No tenía mucha idea cuando arranqué. Venía de la danza y no conocía nada del deporte. Raúl fue quien me enseñó, poco a poco, lo que era este mundo”, relató.
Aunque al principio su familia no estaba del todo de acuerdo con su decisión, el apoyo llegó con el tiempo. “Tenía que tomar suplementos y seguir dietas estrictas, pero cuando vieron que podía aguantar todo lo que implicaba una preparación física, empezaron a ayudarme. Se convirtieron en un gran apoyo”, destacó.
En 2015, en el torneo Iron Mass, debutó en la categoría Bodyfitness, consagrándose como la gran campeona. Este logro marcó el inicio de una carrera prometedora. Semanas después, obtuvo el título en el Campeonato Cordobés de Fisicoculturismo, organizado por la Asociación Cordobesa de Fisicoculturismo (ACORFFI). Más tarde, en Buenos Aires, coronó su éxito con el título del Campeonato Nacional de Fisicoculturismo, organizado por la Federación Argentina de Fisicoculturismo.
Romina nos compartió detalles de su preparación física: “Hago dos turnos. Por la mañana realizo meditación y luego cardio en ayunas. Después voy a trabajar, y al terminar mis actividades, hago mi segundo turno de entrenamiento con pesas y más cardio”. Explicó que este exigente proceso es posible gracias al apoyo de su equipo.
“El culturismo es un deporte muy solitario. Si bien hay un equipo, como mi coach, el apoyo más importante viene en la parte emocional, con mi terapeuta y mi pareja”, señaló. Este respaldo ha sido clave para enfrentar los mayores desafíos de su carrera.
La atleta, también agradece no haber sufrido lesiones a lo largo de su trayectoria, algo que atribuye a su cuidado constante durante los entrenamientos. En cuanto al estrés, confiesa que ha encontrado en la meditación una herramienta invaluable para manejarlo.
Uno de los momentos más difíciles en su vida fue la pérdida de su padre en 2018, justo el día de su cumpleaños, mientras él estaba en Francia. “Mi papá fue uno de los pilares principales para que yo continuara en el deporte. Siempre me llevaba y traía a las competiciones, y durante sus viajes estaba pendiente de cómo avanzaba mi preparación”, recordó.
Este evento la sumió en una profunda depresión, lo que la llevó a alejarse del culturismo durante cinco años. “Fue un impacto muy grande que ya no estuviera. Él siempre estuvo presente en los torneos junto con mi mamá y mi hermana”, expresó.
A pesar del dolor, su regreso fue un triunfo personal y profesional. En 2024, compitió en dos de los torneos más importantes de su carrera: Noche de Campeones y Mr. Argentina, donde se consagró como Campeona Absoluta, obtuvo su carnet profesional y una invitación al Sudamericano de Fisicoculturismo, que se celebrará en Ecuador en 2025.
Romina ya tiene claros sus próximos objetivos: competir en el Campeonato Argentino y en el Sudamericano. Pero su mayor sueño va más allá: aspira a representar a Argentina en el Mr. Olympia y en un Mundial.
“El culturismo es uno de lo deportes más completos, donde no solo conlleva una preparación física sino más que todo mental, te ayuda a conocer tus propios límites y hasta donde somos capaces de llegar. Agradezco poder vivirlo así porque ha sido mi mejor terapia”.
Desde la Confederación Cordobesa de Deportes, felicitamos a Romina Pizarro por sus logros obtenidos y su dedicación, que no solo han dejado una marca importante en Córdoba, sino también en Argentina y en los principales escenarios del mundo.