Daniel Maggi, entrenador del equipo, la define como “clave”. “En este nivel no podés jugar tantos partidos si no tenés recuperación. Valeria hace todo”, dice el coach y enumera la cantidad de partidos que jugó María José Vargas, protagonista de las cuatro medallas argentinas del ráquetbol en Santiago 2023: “Tres el primer día, cuatro el segundo, tres el tercero y dos en esta final”.
“Creo que soy la que más jugó en todo el torneo y estoy como nueva. Lista para empezar otro torneo de cero”, dice la oriunda de Santa Cruz de la Sierra a quien la atleta santafesina “salvó” a lo largo de estos Juegos.
Vargas, boliviana nacionalizada argentina, ganó medalla de bronce en individual y plata en dobles femenino, dobles mixtos y por equipo femenino en los Juegos Panamericanos.
Su última conquista fue con sabor amargo, ya que llegó con derrota en la final este jueves frente a México en la modalidad por equipos.
Junto a Natalia Méndez perdió en sets corridos contra Montserrat Mejía y Alexandra Herrera el punto del dobles, después de que las argentinas llegaran a estar en ventaja 10-7 al cierre del primer parcial.
Al final, fue 14/12, 11/7 y 11/5 para las aztecas, que de ese modo cerraron 2-1 la final a su favor. Antes, Vargas derrotó a Mejía y Paola Longoria venció a Méndez para llevar la definición por el oro al desempate.
Testigo de todo fue Valeria Chiaraviglio, quien como en Toronto 2015 está vestida con la ropa oficial de la delegación argentina pero esta vez no para saltar con su garrocha.
“Son un equipo fantástico. Lo dieron todo en la cancha y soy testigo de eso. Es un orgullo para mí ser parte de su equipo”, dice la santafesina, que estuvo junto al equipo argentino de ráquetbol en el Centro Deportivo de las Raquetas.
Kinesióloga panamericana
Su espigada figura se mantiene inalterable. Esta Valeria Chiaravilglio podría pasar como parte del equipo de atletismo que ingresó este jueves a la Villa Panamericana en Santiago de Chile. Pero sus terceros Juegos Panamericanos no son como atleta.
Como ocurrió en Lima 2019, es parte del staff médico del Comité Olímpico Argentino. La santafesina es licencianda en Kinesiología e hizo la especialización en Kinesiología Deportiva.
Se recibió en 2014, con lo que conjugó su vida como atleta de alto rendimiento con el estudio. ¿Su receta? “Hay que ser organizado, metódico y prolijo, porque se puede”, dice.
Siente que su pasado como deportista le da “un plus” a la hora de hacer su trabajo. “El haberlo vivido, el haber experimentado como deportista, me sirve, me da un plus que yo utilizo bastante. Sobre todo en la empatía con el deportista, en cómo acercarme, en cómo entenderlo”, plantea y completa: “Soy muy respetuosa. Trato de ser lo más empática posible. No me meto más de lo que debo, de lo que me permiten, de lo que se abran”.
En Santiago 2023 está junto a otros cinco kinesiólogos de la delegación argentina “a disposición del equipo entero”. Y aunque se van “turnando”, estuvo en la mayoría de los partidos de ráquetbol.
Valeria Chiaraviglio, la salvadora
“Sin ella no nos hubiera ido tan bien”, asegura Vargas. “Me salvó todo. Estoy como en el primer día de competencia. Me siento súper bien, súper fresca”, dijo al cabo de su cuarto día de partidos esta raquetbolista de 30 años y madre de tres hijos que tuvo en Santiago 2023 su máxima cosecha de medallas panamericanas tras haber ganado tres en Lima y dos en Toronto 2015.
“Aparte, la rompe, se preocupa y se ocupa por todo… se pone nerviosa hasta en el partido. Es otra más del equipo”, aseguró sobre “Vale”.
“Juro que no le pago para que digan eso”, bromea Chiaraviglio. “Me sentí parte del equipo y para mí es un orgullo”, confiesa y reflexiona sobre su labor: “También fui testigo de que es importante la recuperación, contar con un cuerpo médico. Si bien los principales actores son los deportistas y sus entrenadores, en todos hay un equipo detrás trabajando para que se pueda dar lo mejor. Ese es el camino”.
Los Juegos Panamericanos, desde otro lado
El jueves llegó a Santiago el equipo argentino de atletismo que tiene a su hermano Germán como uno de los máximos referentes. Ella es parte del equipo de trabajo del campeón sudamericano de salto con garrocha y sabe que en la Villa o en el estadio cuando compita, le puede tocar atenderlo.
“Voy a compartir con mi hermano un Juego más y eso también es un plus increíble”, valora y sobre esta experiencia de vivir los Juegos ya no como atleta, confiesa: “Se sufre más de este lado, porque a medida que van pasando los deportes es imposible no sentirnos parte y querer que ganen y coparnos con cada uno de los deportistas. Me siento una privilegiada de poder vivir esta experiencia también del otro lado”.
