Después del lanzamiento de la pick-up Fiat Titano en mayo pasado, el Grupo Stellantis presentó a la segunda camioneta que se produce en la planta local de Fiat: la Ram Dakota. Montada sobre la misma plataforma y con la misma motorización que el modelo de Fiat, pero con más soluciones de confort y todo terreno, esta integrante busca posicionarse en la oferta “premium” de “chatas” de una tonelada.
Clasificados La Voz viajó a Ushuaia (Tierra del Fuego) a conocerla y probarla por varios terrenos, y en esta nota repasa las claves de esta pick-up con la que Stellantis afirma que “empieza una nueva historia” en el segmento que más crece en participación.
Dos variantes
Sobre la base de la pick-up china Changan Hunter, la Dakota es la segunda camioneta que se fabrica en la planta cordobesa de Ferreyra. Dentro de Ram, se posiciona entre la Rampage y la 1500. Por el momento, la Dakota se ofrece en dos versiones, Laramie y Warlock, que no difieren tanto en prestaciones y equipamiento, sino más bien en diseño.
Una refinada, otra más off-road
La Laramie está dominada por detalles cromados en distintos lugares de la carrocería que la hacen más refinada, con llantas de 18”. La Warlock, por su parte, cuenta con detalles en tonos negros o Satin Grey, lo que le da una estética más orientada al off- road. Cuenta con con molduras exteriores negras, espejos laterales en acabado oscuro, llantas de aleación de 17” y la exclusiva barra antivuelco llamada Rambar.
Ambas versiones incorporan faros full led delanteros y traseros, faros antiniebla con función cornering, espejos laterales con desempañador y comando eléctrico, protector de cárter, estribos laterales, cobertor y portón de caja con asistencia, ganchos de sujeción, y tercera luz de stop con luz integrada en la caja.
No parece una pick-up
Se puede decir que la Dakota siguió el mismo camino que la Rampage en la propuesta puertas adentro, acercándose mucho más al planteo de un auto lujoso que a una camioneta propiamente dicha. Lo más disruptivo es la pantalla integrada de casi 20”, que oficia de tablero y display multimedia touch. A pesar de ese despliegue “tecno”, varias funciones de ella se pueden manejar mediante botones físicos, lo que es bueno.
Después, aparecen soluciones como el climatizador automático bi-zona, múltiples conexiones (USB A, USB C y toma 12V), cargador inalámbrico y sistema de monitoreo de presión de ruedas. Un dato a destacar es la fidelidad de su sistema de audio, conformado por seis parlantes.
No resulta muy amigable accionar el sistema de climatización de forma digital cuando se está manejando. Como novedad, presenta una serie de botones integrados al panel central, los cuales son algo pequeños; cuesta encontrarlos,hasta que uno se familiariza con ellos.
Motor y tracción
El motor de la Dakota es el mismo que la Titano: el turbo diésel de 2.2 litros, cuatro cilindros en línea y 16 válvulas, con 200 CV y 450 Nm de torque. Se asocia a la excelente caja automática de ocho velocidades. En ambas versiones, la tracción es integral permanente (AWD), donde en el modo Auto envía la fuerza del motor hacia las ruedas posteriores pero, en caso de que el sistema lo interprete, también manda tracción a las delanteras.
En modo Arena o Nieve, la tracción es permanente en los dos ejes. Luego, tiene la opción de baja con tracción en las cuatro ruedas con reductora relación 4:1 (origen Wrangler), junto con el bloqueo de diferencial trasero.
Ram Dakota en marcha
Con la prueba de manejo de la Fiat Titano aún fresca (la probamos hace un par de meses), y considerando que comparte el mismo motor y caja con Dakota, pensábamos que íbamos a encontrar similares sensaciones, pero lo cierto es que no fue así. El pase de marcha es más rápido y eso colabora para que el motor no baje en vueltas. Destacamos la suavidad de su andar (sin llegar a ser el de una VW Amarok) y el buen aislamiento de la cabina. Hubo mucho off-road, y del bueno: barro, cruce de vados, trepadas y piedra suelta.
En este escenario fue donde más nos sorprendió, al ofrecer un desempeño excelente. Tiene muy buenos ángulos de ataque y salida, por lo que siempre salió airosa de roces en trepadas y descensos. La suspensión tiene elásticos y se desenvuelve muy bien en todas las superficies, pero lo más destacable es su doble tracción, pues no hubo tramos donde la Dakota se mostrara dubitativa.
Precios: $ 69.000.000 (Ram Dakota Warlok) y $ 71.000.000 (Ram Dakota Laramie)
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