Los desarrollos tecnológicos continúan mejorando el desempeño de los artefactos eléctricos. En este marco, uno de los aspectos que abren el camino para competir con otras fuentes de energía es el tiempo operativo.
En el caso de las placas de inducción y las placas vitrocerámicas (los dos modelos de cocción a electricidad en plena expansión), una de sus ventajas es que concentran el calor en un punto sin que se produzca la pérdida de energía que sucede con otras fuentes.
En esta línea, el referente de Ormay, Nicolás Soriano, explicó: “Las placas de inducción transfieren un 90% de la energía de manera directa al recipiente, los anafes vitrocerámicos lo hacen en un 55% y los a gas un 40%; esto hace que se reduzca el tiempo de cocción”.
En términos de fuente de energía, el gerente de De Plano, Maximiliano Lacamoire, subrayó: “El gas es más económico que la electricidad, pero en las placas de inducción la cocción es más rápida”.

A nivel mundial, la realidad refleja una genuina transición hacia el uso de energías limpias, lo cual explica en cierta forma la expansión de la cocción a electricidad.
Métodos
En términos generales, la placa de inducción funciona por medio de una bobina de cobre contenida en la placa que genera la inducción electromagnética; se emplean recipientes diseñados especialmente con base magnética.
Al respecto, Lacamoire completó: “Una ventaja de las placas de inducción es que transmiten el calor a través de inducción electromagnética, por lo cual si se asienta la mano no calienta, solamente transmite el calor a la olla o recipiente”.
En el caso de las placas de vitrocerámica, el calor se genera a través de una resistencia eléctrica.

A su turno, el titular de Llanos Acero, Marcos Llanos, subrayó: “La ventaja de la vitrocerámica es que ofrece una cocción precisa, eficiente en términos de energía, y de fácil limpieza. Además, tiene una estética muy favorable respecto a otros elementos”.
La instalación de cualquiera de las placas mencionadas admite la conexión a 220 v sobre piedra, mármol o cualquier superficie plana.

Virtudes
Las placas de cocción eléctrica proporcionan beneficios indiscutidos en lo concerniente a las características físicas, funcionales y de seguridad. En el aspecto físico, las placas tienen un diseño moderno y compacto, se fabrican con vidrio resistente a altas temperaturas y se limpian fácilmente.
En lo operativo, las placas cuentan con controles digitales para administrar la cocción y programar el tiempo de uso; concentran el calor en el recipiente, evitando que se disipe la energía.
En cuanto a la seguridad, las placas cuentan con sistemas de bloqueo y apagado automático para garantizar el uso adecuado.

Costos
Existen diferentes modelos de placas de inducción y vitrocerámicas, que se diferencian principalmente por la cantidad de resistencias (hornallas).
Dependiendo de la cantidad de resistencias y del sistema de cocción (inducción o vitrocerámica) el costo ronda entre 300 mil pesos y 550 mil pesos.

En definitiva, Soriano, de Ormay, resumió: “Los anafes eléctricos proporcionan mayor seguridad, ya que no hay llama abierta ni riesgo de fuga de gas; son más rápidas para cocinar, y por ende, energéticamente más eficientes; ofrecen más control de temperatura y funciones programables, y la instalación es simple”.