La industria de la construcción en seco en Argentina experimenta un crecimiento del 10% en los últimos 3 años y más de 14 mil viviendas actualmente en obra bajo ese sistema. Ese auge es un indicador de dinamismo y eficiencia, pero también pone de manifiesto una problemática crítica: el uso de perfiles de acero no certificados, que comprometen la seguridad y la durabilidad de las edificaciones.
El sistema Steel Framing, que utiliza esos perfiles como esqueleto estructural, ofrece ventajas significativas como reducción de costos (entre un 5% y un 15% más económico por metro cuadrado, sin considerar ahorros en energía de operación), rapidez de ejecución (plazos de obra reducidos hasta un 70%), eficiencia energética (ahorro de hasta un 60% en consumos de calefacción y aire acondicionado) y sostenibilidad (el acero es 100% reciclable y con una huella de carbono un 47% menor como sistema respecto de una construcción húmeda).
Sin embargo, esas ventajas se ven amenazadas si se usan materiales que no cumplen con los estándares de calidad. La Resolución SC N° 236/2024, que busca modernizar y simplificar el marco regulatorio de los productos de construcción, dinamiza la oferta y también genera una alerta sobre la necesidad de verificar la calidad de los materiales. El uso de perfiles de acero que no cumplen con la norma IRAM IAS U 500-205 en el caso del Steel Framing o con las IRAM IAS U 500-243 y 249 en el caso de la construcción en seco puede acarrear serias consecuencias: fallas estructurales, corrosión, deformaciones excesivas y reducción de la vida útil de las construcciones. Esto no sólo pone en riesgo la inversión de desarrolladores y propietarios, sino la seguridad y la vida de las personas que las habitarán o utilizarán.

Ante esa situación, el Instituto de la Construcción en Seco (Incose) puso en marcha un plan nacional bajo el nombre de “Perfiles Certificados”, que apunta a concientizar y educar a arquitectos, ingenieros, desarrolladores y constructores sobre la importancia de utilizar perfiles de acero que cumplan las normativas de calidad vigentes indicadas en el Reglamento Técnico de Productos para la Construcción, para asegurar la seguridad y durabilidad de las edificaciones.
“Un perfil certificado bajo las normas IRAM que correspondan es la única garantía de que la estructura responderá con seguridad a las cargas de viento, nieve, sismo y peso propio para las que fue calculada”, afirmó Francisco Pedrazzi, presidente de Incose.
Para facilitar esa verificación y garantizar la trazabilidad, desde octubre pasado se puso en vigencia un sistema de identificación basado en un código QR en la etiqueta de los envases de los perfiles.
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