El déficit habitacional latente y los costos en general condujeron al sector inmobiliario a incluir (cada vez más) en su oferta viviendas de ajustadas superficies. Por consiguiente, la industria del mueble se fue adaptando para generar productos acordes a esa realidad.
Si bien no llegan a ser las transformaciones extremas que muestran las empresas orientales, en Argentina se han logrado diseños innovadores con excelente performance.
En esta línea, el gerente comercial de FC Hogar y Deco (una empresa de Fontenla), Javier Carolini, observó: “En Argentina está muy enraizada la cultura de habitar los espacios sectorizados, como cocina, baño, comedor, a diferencia de otras partes del mundo donde un ambiente se transforma en habitación, escritorio, comedor”.

Por eso, para dar respuesta a la demanda el mercado propone muebles con varias funciones, convertibles y móviles.
Los preferidos
El diseño puesto al servicio de las nuevas formas de habitar fue adaptando el mobiliario en tamaño y dotándolo de nuevas funciones.
En concreto, el titular de Campe, Nicolás Campetella, señaló: “Los muebles funcionales son los más recomendados para espacios reducidos, ya que maximizan el espacio disponible sin sacrificar el estilo. Además, sugerimos aquellos diseños que aprovechan al máximo las áreas de almacenamiento”.
En esta línea, Carolini, de FC Hogar y Deco, completó: “Ha crecido mucho la demanda de sofá-cama o sofá versátiles que admiten la posibilidad de convertirse en cama. Hoy, la tendencia es el sofá que tiene movimiento y es ergonómico; también los convertibles en cama”.
Al margen de las funciones, los muebles para espacios reducidos tienen la capacidad de transformarse, tal como explicó Campetella: “Algunos modelos de muebles funcionales son plegables y se adaptan a diferentes necesidades. Incluso, se convierten en elementos de decoración cuando se encuentran fuera de uso; son muy versátiles”.
De hecho, en FC Hogar y Deco se ofrecen mesas plegables de 1,30 metros que se extienden hasta 1,80 m de largo.
Complementos
Los equipamientos actuales también tienen la capacidad de sectorizar los ambientes. Más allá de los biombos convencionales, hay otras estrategias modernas. Al respecto, explicó Carolini: “Las estanterías de hierro y madera de grandes dimensiones, como por ejemplo de 2 metros x 2 metros en muchos casos se utilizan como divisorio de ambientes; no son una pared, permiten la aireación e iluminación del ambiente y a la vez aportan privacidad donde sea necesario”.
Por lo tanto, separar las áreas sociales de las privadas no necesariamente requiere de un muro.
Preferencias
Los muebles funcionales se fabrican con materiales resistentes y un sistema de herrajes importante para que resista la articulación de sus partes.
En este sentido, señaló Campetella, de la firma Campe: “Trabajamos con melamina de 18 milímetros y herrajes de buena calidad. Es clave comprobar eso para que el mueble tenga una alta durabilidad y pueda cumplir todas sus funciones con el paso del tiempo”.

A su turno, Carolini añadió: “El usuario actual no elige los muebles para toda la vida, por lo cual el macizo quedó un poco relegado; incluso por su composición, el costo es un 30% superior al de un mueble funcional que, por su estructura y materialidad, termina siendo más accesible porque se optimiza el uso de materiales”.
En relación a los colores predilectos, los tonos naturales de madera combinados con blanco siguen vigentes; también los colores neutros, visón, beige y las pátinas en tonos cenizas (que están en alza).
Respecto al mantenimiento, los muebles funcionales están articulados a través de herrajes que garantizan la vida útil del equipamiento, por lo cual se conservan sin esfuerzos extra más que la limpieza habitual.