No existen maderas buenas o malas, sino la que mejor se adapta a cada proyecto. Así lo entienden los expertos de Cetol (del Grupo Akzo Nobel), quienes sostienen que, antes de comprar, es preciso evaluar algunas variables vinculadas al uso que se le dará al material, a los gustos de quien vaya a utilizarla y siempre recordar que es indispensable protegerlas para garantizar su durabilidad.
En ese sentido, es necesario plantearse una serie de interrogantes para definir qué tipo utilizar según lo que se busque.
- ¿Qué maderas hay disponibles en la región en la que uno vive?
- ¿Para qué se va a usar? Aquí se deberá tener en cuenta que la dureza está vinculada a su peso. Mientras más dura es la madera, más resistente es a la intemperie.
- ¿Qué características se pretende? Tono, vetas, sin descartar el aroma y estructuras internas.
Las que siguen son las respuestas a esos interrogantes que servirán de guía para una correcta decisión.
Disponibilidad próxima
En primer orden, informarse sobre la oferta de tipos y especies que se consiguen en la zona donde uno reside. Muchas veces se siguen las tendencias de redes sociales, como Pinterest, o en publicaciones especializadas que no son propias de nuestro país o región.
Siempre es conveniente asistir a un aserradero para asesorarse con un carpintero de confianza. Es el que mejor puede orientar acerca de la oferta disponible en la plaza local.
El uso que se le dará
Luego viene la pregunta de qué tipos de madera existen en tu región, según su peso y uso. “Básicamente, se pueden agrupar en maderas duras, semi duras y blandas”, dice Efraín Oviedo, de Maderas Nativas.
Esta particularidad tiene que ver con la densidad y se calcula en kilogramos por metro cúbico (kg/m3). Cada especie tiene valores diferentes cuando está verde o cuando está seca.
Así, se puede distinguir que las más pesadas (viraró, virapitá, lapacho, incienso) suelen tener los poros más cerrados, lo que puede verse en un corte transversal o testa, mientras que las más blandas en general poseen poros más abiertos (kiri, paraíso, marupá). Entre las semiduras se encuentran el peteribí o roble, por ejemplo.
Es habitual creer que para exterior deben usarse maderas duras o extra duras; sin embargo, es mejor observar cómo se protegerá, ya que con el cuidado correcto se puede elegir la madera por otras variables y no sólo por su peso.
Características
El siguiente paso tiene que ver con los gustos y preferencias, y aquí entran en juego el tono, su estructura interna y el aroma.
Existen distintos colores de maderas. Entonces, una vez que se haya identificado cuáles están disponibles en la zona y la dureza que requiere el proyecto, es el momento de optar por el color.
Entre las diferentes opciones, se pueden conseguir:
- marrones oscuros (lapacho, incienso)
- marrones claros (guayca)
- rojos oscuros (virapitá, cancharana)
- blancos claros (kiri, fresno, haya)
- amarillos claros (guatambú, grapia, marupá, ayús)
- rosados claros (lenga)
Estructura interna
Después, es el turno de la estructura interna. Aquí aparecen algunas maderas que son homogéneas en sus estructuras (marupá, guatambú) y casi que no cambian en todo el desarrollo. Otras son homogéneas con algunos dibujos, como la lenga, y también están las que tienen trazos que son constantes en toda su estructura (roble, fresno). Finalemente, aquellas que tienen incluso más dibujos que las anteriores, sobre todo si se miran sus caras en cortes transversales o radiales.
También se pueden identificar los aromas, que suelen descubrirse en los momentos en que se trabaja con ella, como lijados o cortes. Los más notorios son los del lapacho, cedro, cerejeira, guatambú, incienso, roble o el olivo.
Conclusión
En síntesis, para que cualquier proyecto en madera salga bien, hay puntos importantes a tener en cuenta.
- La madera que se usará. No hay reglas absolutas en cuanto a cuál es la mejor, aunque sí es importante donde se la obtiene, qué queremos hacer y según todo eso qué es lo que más nos gusta.
- Un buen diseño, a partir del conocimiento técnico de la madera. Es muy importante saber cómo trabajar la madera, entender sus tensiones internas. La forma en que se construye es crucial para que funcione bien y que el material se luzca.
- Protección. La madera siempre necesitará protección, ya sea en interior o exterior, para apuntar que duren más. Es importante remarcar que la madera siempre tendrá movimiento (dependiendo de sus dimensiones, su construcción, la humedad y amplitud térmica de la zona).
