Ocurrió el martes pasado. Una olla popular encendida por la situación angustiante que viven miles de familias de los barrios populares; una denuncia de un vecino, y el consecuente despliegue de una dotación de la Policía de la Provincia de Córdoba.
Ese fue el caldo de cultivo para reavivar la polémica por el proyecto inmobiliario Procrear (Programa de Crédito Argentino) que está terminado en barrio Parque Liceo, al nordeste de la ciudad Capital, aunque el 90 por ciento de las 1.733 viviendas siguen sin ser entregadas a sus adjudicatarios.
¿Un intento de usurpar las unidades deshabitadas? ¿Un malentendido? Lo cierto es que Elena González, militante de la Corriente Clasista y Combativa, disipó las dudas: declaró que no eran “okupas” y que la olla popular en ese sector formó parte de un plan solidario nacional para asistir a sectores que más sufren los efectos de la crisis.
Lo que sigue sin aclararse es la indefinición de las autoridades nacionales (responsables del plan Procrear), provinciales y municipales, para despejar las trabas burocráticas que se suceden desde hace años y que impiden la entrega de las viviendas.
Más aún cuando el barrio Liceo Procrear cuenta con finalización de obra, además de la infraestructura necesaria completa, como servicios de agua corriente, de gas natural, de electricidad y de alumbrado público. También, con sus calles pavimentadas y 218 locales comerciales listos para abrir.
Son postergaciones inadmisibles en el contexto de la crisis habitacional que vive Argentina y de la cual la provincia de Córdoba no es ajena. Hasta el año pasado, en todo el país se contabilizaban 14 mil viviendas del plan Procrear terminadas y vacías.
Sería igualmente inconcebible que este plan pensado desde un costado social haya mutado a un problema financiero. Ello ante la imposibilidad de muchas familias de honrar el pago de los créditos hipotecarios destinados a la compra de viviendas.
No parece haber motivos para alentar soluciones inmediatas. En agosto de 2019, el entonces secretario de Vivienda nacional, Iván Kerr, había admitido que por “cuestiones burocráticas”, en Córdoba no había fecha para la entrega de las más de 1.500 casas desocupadas en barrio Liceo.
No desaprovechó la ocasión para culpar a la Provincia y a la Municipalidad de Córdoba por las demoras en la aprobación de los planos, un trámite esencial para la escrituración de las viviendas.
Lo cierto es que la aludida olla popular para intentar paliar otra crisis repuso un escenario conocido: el barrio Liceo Procrear es un muestrario más de la desidia oficial y del escaso compromiso social con aquellos que anhelan vivir bajo un techo propio.
