El 19 de octubre se celebra el Día Internacional de las Catedrales, una efeméride que pone de manifiesto la importancia social y religiosa de este tipo de templos. En ese contexto, Grupo Edisur te invita a conocer la historia de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Córdoba.
Ubicación y orientación
El edificio se encuentra en el núcleo histórico, que coincide prácticamente con el centro geográfico de la ciudad, sobre una amplia manzana frente al lado oeste de la Plaza San Martín, antigua Plaza Mayor.
El costado norte de la iglesia se separa del Cabildo por un antiguo callejón, llamado Santa Catalina, el sur colinda con la calle 27 de abril y la parte trasera desemboca en la Plazoleta del Fundador, en honor a Jerónimo Luis de Cabrera.
¡Dato curioso! Su fachada principal está orientada hacia el sureste, lo cual es raro en los templos de su época, ya que debían tener el altar mayor orientado hacia Jerusalén. En este caso debería estar hacia el noreste y se encuentra hacia el noroeste.
Primeros siglos de historia
La construcción de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción inició en 1582. Una década y media después, el maestro mayor de obras Gregorio Ferreira y el cantero Juan Rodríguez se hicieron cargo de la edificación con materiales lo suficientemente sólidos (piedra, ladrillos y cal).
En 1601, el carpintero Mateo Domínguez se tomó el trabajo de realizar una armadura de listones y vigas para el techo, mientras que Hernando Álvarez fue comisionado para que supervisara la fabricación de 30.000 tejas musleras.
La dirección de la obra fue poco después encomendada al arquitecto granadino Ricardo González Merguete, pero cobró fuerte impulso recién cuando quedó a merced de los jesuitas. Gian Battista Primoli diseñó el plano principal de la planta, con forma de cruz latina de tipo basilical, siguiendo el modelo de la casi coetánea iglesia jesuítica de Il Gesù en Roma.
Durante los dos primeros siglos, en la obra trabajaron muchos aborígenes procedentes de las estancias jesuíticas, muchos de los cuales eran extraordinarios artesanos y dejaron su huella en muchos de los detalles barrocos de esta catedral, que fue consagrada oficialmente en 1706.
El franciscano fray Vicente Muñoz diseñó y dirigió la construcción de la magnífica gran cúpula con cimborrio. Mientras que la fachada fue obra de Andrés Blanqui, en 1729.
Tiempos de consolidación
El 18 de mayo de 1758, la edificación ya estaba prácticamente concluida, con las naves, el nártex, la gran cúpula, los cruceros y el gran pórtico de tipo neoclásico antecedido por una amplia escalinata y cerrado por un artístico portal de hierro forjado, trabajo exquisito de herrería en el cual se pueden observar las siluetas de san Pedro y san Pablo.
Las dos grandes torres-campanario recién fueron acabadas en 1787. La gran puerta de entrada, al igual que la sillería del coro en torno del altar mayor, son obras jesuíticas talladas en cedro misionero. El reloj de la torre es un regalo que, a fines del siglo XIX, realizó el ferrocarril inglés.
Siglo XX
En 1901, fue añadida la estatua del Cristo Redentor en la cima de la fachada, que fue forjada en la fundición de Paucelae Coquet de París, Francia.
Entre 1900 y 1914, el pintor y arquitecto catamarqueño radicado en Córdoba Emilio Caraffa hizo unos ligeros retoques (prácticamente solo refacciones italianizantes muy bien logradas), entre los que se destacan algunas pinturas interiores al fresco y los dos vitrales principales en la bóveda: el primero representa a la Resurrección de Cristo y el segundo al Sagrado Corazón.
¡Dato curioso! La réplica de la forma de la catedral recreada con la losetas de la vereda que separa el templo con la Plaza San Martín es una obra del arquitecto Miguel Ángel Roca, creada en el último cuarto del siglo XX, cuando se peatonalizó ese sector.
En 1941, la catedral fue declarada Monumento Histórico Nacional.
Últimos años
La iglesia comenzó un proceso de restauración en 2007, que incluyó la pintada de las cuatro fachadas y finalizó en 2010, para los festejos del Bicentenario de Argentina.
Actualmente, es una cita obligada para los turistas que llegan a la ciudad para visitar sus lugares más emblemáticos.
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