San Vicente Súper Star es el nombre de la obra que el dramaturgo Miguel Iriarte estrenó en 1981 con motivo de la inauguración del Teatro de la República. Más de 40 años después, la Comedia Cordobesa la sube a escena los sábados 14, 21 y 28 y el domingo 15 de septiembre a las 20 en la Sala Carlos Giménez del Teatro Real de la mano de la directora Julieta Daga, quien asumió el desafío de interpretar esta obra en otro contexto.
Esta obra cuenta la historia de un barrio emblemático de la ciudad de Córdoba, San Vicente. Los personajes divertidos, aunque controversiales para la época, dirigen al público por un camino de nostalgia e identidad local. Lidia es la esposa de Mario, que trabaja en el matadero; ella lo engaña con Tono, la promesa del barrio que juega bien al fútbol. Los amigos, las vecinas, el cura, la madre de Mario que vende achuras y “le va con el cuento” y un sin fin de personajes muestran un San Vicente que Miguel Iriarte conoció como la palma de su mano. La alegría y la tristeza, el humor cordobés y la tragedia describen al cordobés. La luna nueva presagia otro carnaval y, en esa penumbra, un nuevo femicidio acontece: el de Lidia, uno más, Ni Una Menos.
La directora, Julieta Daga, tiene un compromiso profesional, pero también personal con el estreno: “Esta es una obra que tiene mucho que ver con mi historia personal. La casa donde viven mis padres la levantaron gracias a las obras de Miguel Iriarte; mis padres han hecho temporadas de ‘Eran cinco hermanos y ella no era muy santa’ durante 10 años. Miguel era como mi tío. Lo quiero mucho y es un honor para mí que ahora mi hijo, Camilo Paz Daga, también pueda formar parte de esta obra como músico”. Uno de los desafíos principales de reinterpretar esta obra tantos años después fue, según Daga, contextualizarla en varios ejes importantes: “En la trama ocurre un crimen y la obra de Miguel está muy contextualizada porque lo que antes era crimen pasional hoy es femicidio así que traté de actualizarlo en ese sentido para darle una visión actual de esta temática. La intención es, claramente, visibilizarlo. También hay otra escena en la que uno de los personajes se practica un aborto de manera clandestina y a causa de eso no puede tener más hijos. Por eso intenté contextualizar esos hechos tan delicados”.
Transmitir la identidad cordobesa, en general, pero la de un barrio tan emblemático como San Vicente, en particular, es otra de las apuestas fuertes de este estreno que involucra a todos aquellos que trabajan al frente y detrás de escena: “Hay imágenes del barrio en todo el escenario, se puede ver la iglesia, el cementerio, el viejo mercado, el mural de Miguel Iriarte. La música juega un papel fundamental a la hora de conectarnos con la identidad cordobesa que se corona con un vestuario muy bien logrado que también hace su parte”.
La invitación a ver la obra queda abierta a todo el público no solo para pasar un buen momento y reírse de los pasajes de este estreno sino también para reflexionar sobre cómo ha evolucionado la sociedad cordobesa en este último tiempo, pero también para reparar en cuánto es lo que falta.