El Feng Shui es una filosofía que persigue el desarrollo de las personas en equilibrio con la armonía establecida en el hogar. En este caso, el foco se pone en el dormitorio de los más pequeños. La idea es que, además de lo estético y la funcionalidad de los padres, se piense en el correcto crecimiento, bienestar y descanso de los infantes.
El espacio en el que juegan y duermen los niños debe estar adaptado con un correcto flujo de energía para evitar las vibraciones negativas, los conflictos sociales y los problemas de salud en el futuro.
Grupo Edisur te cuenta las tres reglas básicas del Feng Shui por las que podemos empezar y que servirán para que los infantes crezcan felices y en equilibrio con su ambiente.
1. Aparatos electrónicos
Según esta filosofía, los dispositivos electrónicos son muy dañinos para el desarrollo infantil, porque producen bloqueos de energía y distracción durante el momento de descanso.
De manera médica y biológica, dependiendo de la edad de los pequeños, hay ciertas horas de sueño que se tienen que cumplir sí o sí para que su cerebro y su cuerpo cumplan todas sus funciones y se desarrollen sin problemas.
Los objetos como televisores, videojuegos, equipos de sonido, luces led, tablets, celulares o computadoras, no están recomendados para sus habitaciones porque podrían interferir con su descanso y afectar a futuro el aprendizaje.
Algunas excepciones son los monitores de bebé, las luces de noche (que son tenues y nada invasivas para el sueño) e incluso lámparas con funciones de reflejo sobre el techo. En estos casos, solo deben ponerse en función cuando sea necesario.
2. Camas bajo las ventanas
La ubicación de la cama en el dormitorio infantil es fundamental en el Feng Shui. No se recomienda colocarla frente a puertas y pasillos, ni cerca de baños, espejos (no debe haber en la habitación) o placares.
Es comprensible que, de acuerdo a la construcción y limitación del espacio, a veces es imposible cumplir esta norma. Por ello, lo que esta filosofía recomienda es colocar biombos, paneles móviles o cortinas que cubran estos umbrales espaciales que provocan un flujo de energía inestable.
Las camas tampoco deben ir bajo las ventanas, ya que las corrientes de aire inestabilizan el descanso. También hay que tener cuidado con los techos inclinados o cualquier viga de construcción, porque generan opresión y se crea un estanco energético que no se podrá disolver hasta cambiar la disposición.
3. Repisas u otros muebles sobre la cama
Las repisas que nos encantan por cómo lucen y por la comodidad de tener objetos de primera necesidad al alcance son cero recomendables en los dormitorios infantiles.
Para el Feng Shui, este tipo de muebles sobre la cama de los más chicos genera energía negativa. Esto es debido a que cualquier artefacto sobre el lugar de descanso simboliza un peso innecesario a su edad y una amenaza latente en situaciones de sismos u otras eventualidades.
Finalmente, el dormitorio debe estar siempre limpio, bien iluminado, libre de malas vibraciones y permanecer ordenado. Así se evitan enfermedades físicas y mentales al tiempo que aseguramos un crecimiento alineado a la armonía y el equilibrio con el espacio que habitan.
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