Los días comienzan a templarse, la naturaleza empieza a brotar invitando a abrir las ventanas y a disipar el límite entre el interior y el exterior.
Disponer de una galería es un privilegio en esta época del año. Las nuevas edificaciones prolongan los ambientes interiores hacia el aire libre, extendiéndose en terrazas y galerías que desdibujan las fronteras entre adentro y afuera.
Esta tendencia se impone con fuerza en las nuevas concepciones arquitectónicas. La sustentabilidad, la biofilia y la necesidad de contacto con la naturaleza se transforman en un imperativo a tener en cuenta a la hora de diseñar.
Cuando se trata de expandir el interior hacia el exterior, las aberturas tienen todo que ver. Las nuevas tecnologías permiten que las superficies acristaladas sean cada vez mayores. Se puede optar por ventanales corredizos o plegables, pero la clave está en que la mampostería se reduzca a la mínima expresión. Cuanto más grandes sean los espacios vidriados y menor la perfilería, mayor será la sensación de apertura.
Recomendamos: cerramientos con doble vidrio DVH. Permiten aislar térmicamente los ambientes tanto en invierno como en verano, sin perder visibilidad.
Las galerías y terrazas son ideales para las reuniones informales, la vida al aire libre y permiten ampliar la vida familiar. Cada vez con mayor frecuencia encontramos los límites entre el exterior y el interior desdibujados.
Hoy la tendencia de integrar espacios no se agota en romper las líneas divisorias entre cocina, comedor y living, sino que se extiende más allá, hacia el aire libre.
Si las dimensiones no son suficientes para tener una galería, se puede diseñar un amplio espacio que cumpla al mismo tiempo las exigencias de ambiente cerrado con aberturas vidriadas corredizas o plegables, y como espacio abierto que habilita un estrecho contacto con la naturaleza.
Estos ambientes amplios y abiertos gozan de un gran caudal de luz natural que debe ser aprovechada. Recomendamos utilizar cortinas livianas: producen un bonito efecto decorativo y mantienen la privacidad -en ocasiones necesaria- sin entorpecer el flujo lumínico ni obstaculizar el aire fresco de las noches de verano.
Verde que te quiero verde
La clave de la galería es que debe tener una buena visual. Si se puede elegir la orientación, lo ideal es que sea hacia el norte. Las galerías orientadas al sur son más frías y húmedas.
Estos espacios intermedios entre el interior y el exterior favorecen el contacto con la naturaleza durante todo el año así como el funcionamiento bioclimático: son un pulmón aislante en invierno y mantienen la sombra circundante bajando la temperatura del interior en verano.
La galería debe diseñarse con el mismo rigor que los espacios interiores. Estos ambientes, al estar pegados a la vivienda principal deben seguir su estilo ya que son más utilizados que el antiguo quincho (que muchas veces cumplía un rol similar pero al que había que “trasladarse”).
El dato: una manera simple de dar continuidad visual entre el interior y el exterior es colocar el mismo piso y evitar los cambios de nivel entre los ambientes. Recomendamos: porcelanatos símil cemento o símil madera.
Si bien la galería es concebida como un espacio intermedio entre el interior y el exterior, la presencia de macetas con plantas verdes o de jardines verticales le darán un aire de transición natural extra.
Una buena mesa, sillas de diseño, cómodos sillones, una mesita ratona, hamacas colgantes, luminarias de alta calidad, jarrones, macetas… todo lo que le otorgue personalidad y confort a la galería es lo que está bien.
¡Atención! Este espacio destinado al relax, al placer y la diversión compartida debe tener elementos de diseño, objetos decorativos y piezas de arte.
La cocina en la galería
Plantear este espacio intermedio como un lugar de elaboración de comidas será un gran acierto. Si al asador le sumamos una cocina, mesada y bacha… tendremos el lugar ideal para disfrutar a pleno del aire libre tanto en invierno como en verano. Recomendamos: grifería monocomando H&D negra. Se lleva a la perfección con todos los estilos.
Es tendencia: sumar una isla, siempre que las dimensiones de la galería lo permitan. De este modo se pueden compartir los momentos de esparcimiento y favorecer la colaboración de todos los invitados a la mesa.
La barra también será un acierto, funciona como elemento de diseño y permite mantener ocultas las áreas de trabajo y de guardado. Lo importante es que todos los elementos sean funcionales y cómodos.
La galería conecta con la naturaleza. Es hora de acondicionarla para que sea nuestra zona de confort durante las tardes de primavera y las noches de verano. Prepararla para que los días más largos del año nos pillen dispuestos a vivir experiencias deliciosas.
