El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud y el bienestar general. Su importancia se refleja en varios aspectos, tanto a nivel físico como mental.
Muchas personas han experimentado esa sensación de caída libre mientras están en la fase inicial del sueño, conocida como hipnagogia. Este fenómeno, a menudo acompañado por un fuerte sobresalto o sacudida corporal, puede generar una variedad de emociones intensas y despertar la curiosidad sobre la naturaleza de nuestros sueños.
La mayoría de las personas han experimentado alguna forma de la sensación de caída en algún momento de sus vidas.
Aunque la experiencia varía de una persona a otra, hay ciertos patrones comunes. En la mayoría de los casos, la sensación de caída ocurre justo cuando estamos a punto de quedarnos dormidos.
Algunas personas describen la sensación como si estuvieran cayendo desde una gran altura, mientras que otras sienten una especie de pérdida de control o deslizamiento hacia el vacío.
Existen varías teorías para explicar esta experiencia. Una de ellas sugiere que la sensación de caída durante el sueño podría estar relacionada con la transición entre las etapas del sueño.
Cuando pasamos de la vigilia al sueño, los músculos comienzan a relajarse, y nuestro cerebro puede interpretar esta relajación como una caída. Este malentendido entre el cerebro y el cuerpo puede desencadenar la sensación de caída y, a menudo, se acompaña de un sobresalto que despierta temporalmente al durmiente.
Otras explicaciones científicas atañen la sensación de caída a cambios en la actividad cerebral en ese momento e, incluso, una adaptación evolutiva relacionada con la transición entre la vigilia y el sueño.
“Más allá del aspecto científico, es importante destacar que la sacudida hipnagógica es un fenómeno benigno y generalmente no indica ningún problema de salud” explica el Doctor Esteban Donaire, especialista del Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende. Y añade: “La mayoría de las personas experimentan este tipo de sensaciones en algún momento de sus vidas”.
¿Por qué es importante tener un buen hábito de sueño?
El mantenimiento de un buen hábito de sueño es esencial para la salud mental y el bienestar general. La higiene del sueño se refiere a prácticas y comportamientos que favorecen un sueño saludable y reparador.
Dormir lo suficiente no solo es necesario para la recuperación física, sino que también desempeña un papel crucial en la regulación emocional. La falta de sueño puede afectar negativamente el estado de ánimo, aumentando la susceptibilidad al estrés y reduciendo la capacidad para lidiar con las tensiones diarias.
La conexión entre el sueño y la salud mental es evidente en la resiliencia ante el estrés. Aquellas personas que mantienen un buen hábito de sueño tienden a enfrentar situaciones estresantes con mayor eficacia. La privación crónica de sueño, por otro lado, puede debilitar la capacidad para hacer frente al estrés, lo que lleva a respuestas emocionales desproporcionadas y una sensación general de abrumamiento.
La consolidación de la memoria es otro aspecto esencial del sueño. La falta de sueño puede afectar negativamente estas funciones, llevando a problemas de concentración, olvido y dificultades para tomar decisiones informadas.
“El bienestar psicológico general está estrechamente ligado a la calidad del sueño”, explica el Doctor Donaire. Y añade: “Aquellas personas que disfrutan de un sueño adecuado tienden a experimentar una mayor sensación de bienestar, satisfacción y calidad de vida en comparación con aquellos que tienen problemas para conciliar el sueño o mantener un patrón de sueño saludable”.
Desde el Servicio de Salud Mental del Sanatorio Allende se explica que un buen hábito de sueño es una herramienta preventiva y terapéutica para reducir el riesgo de agotamiento físico y mental.
“La relación entre el sueño y la salud mental es intrínseca y compleja. Es por ello que mantener un buen hábito de sueño es esencial para regular las emociones, mejorar la resiliencia ante el estrés, consolidar la memoria, prevenir trastornos mentales, equilibrar las hormonas y promover el bienestar psicológico general” explica el Doctor Donaire. Y concluye: “Es una inversión en la salud mental que no solo mejora la calidad del sueño, sino que también contribuye a una vida más equilibrada y plena”.
Doctor Esteban Donaire - Servicio de Salud Mental - Sanatorio Allende
