La lactancia es promovida y fomentada por organizaciones reconocidas a nivel mundial y la Puericultura es un punto clave en este proceso. Su origen etimológico viene del latín “pueri” niño, y cultura.
Gracias a sus componentes naturales, la leche materna constituye un alimento esencial en la prevención de infecciones para el recién nacido. Además de ser un pilar en el crecimiento y desarrollo físico general del niño.
La lactancia materna es importante ya que contiene todos los componentes que el bebé necesita para su desarrollo, generando además una experiencia emocional enriquecedora.
Las puericultoras cumplen un rol esencial en este camino. Crean oportunidades para que este proceso se adecúe a las necesidades y posibilidades reales de cada familia, a los fines de que el niño pueda desarrollarse bajo las mejores condiciones físicas y psíquicas.
Gracias a la escucha activa y la empatía es que pueden comprender objetivamente las necesidades del recién nacido y el medio que lo rodea. Para esto, las puericultoras/profesionales requieren de un conocimiento teórico y práctico en la materia que las convoca, entendiendo que cada encuentro requiere acciones de prevención y acompañamiento.
La Asociación Civil Argentina de Puericultura (ACADP) define esta especialidad como una ciencia transdisciplinaria que tiene como objetivo, principalmente:
● Asegurar el desarrollo físico, emocional y social de los individuos.
● La promoción de la lactancia y el vínculo temprano; desde la etapa preconcepcional.
Los primeros mil días
Se considera tanto el período prenatal como el postnatal: 270 días de gestación más los 365 días del primer año y los 365 días del segundo año de vida. Es decir, se incluye el período que abarca desde la concepción hasta los 2 años de vida.
Si bien se habilita un espacio de encuentro con la madre desde el embarazo, la práctica está pensada para un acompañamiento constante e integral. En las primeras horas, al momento del establecimiento de la lactancia, cuando se presentan desafíos en el camino, al inicio de la alimentación complementaria, la vuelta al trabajo, hasta un destete respetuoso. Las puericultoras acompañan en todo momento a la mamá, teniendo en cuenta los procesos de lactancia exclusiva como de lactancia mixta.
El éxito de la lactancia materna es un compromiso de todos
El establecimiento de la lactancia va más allá de la díada madre-bebé, ya que involucra a toda la sociedad y, fundamentalmente, a los equipos de salud como principales agentes de promoción. El desafío está en brindar información certera y confiable en relación con aquellas situaciones que potencian y favorecen el amamantamiento.
Las puericultoras tienen en su poder, el conocimiento de cuáles son los condicionantes desde el minuto cero del nacimiento, cuáles juegan a favor y cuáles constituyen un auténtico derecho para cada mujer. Si bien no pueden determinar de antemano que todas las madres logren una lactancia materna exclusiva, sí se comprometen a dar a conocer esta información.
Actualmente, la Ley de Parto Respetado posibilita un marco legal para que se cumplan los derechos de la mujer y el niño al momento del nacimiento. En la primera hora de vida (independiente del parto) y luego de brindar los cuidados iniciales, el recién nacido debe ser colocado junto a la madre sobre su abdomen y pecho. Este momento es conocido como “hora de oro” y focaliza su atención en la importancia del primer contacto piel a piel de la mamá con su bebé, experiencia única e irrepetible.
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Los profesionales de la salud que rodean a la familia y al bebé deben llevar adelante las acciones necesarias para que la misma pueda desarrollarse de una forma exitosa, atenuando los obstáculos que puedan presentarse teniendo en cuenta que, cada pequeña acción que realice el equipo de salud tendrá su impacto en el futuro.
Licenciada Gabriela Lucero - Licenciada Laura Alemanni - Lactancia Materna - Servicio de Ginecología y Obstetricia
