En la actualidad, los trastornos del sueño afectan a casi la mitad de la población, y menos de un tercio de las personas que los padecen recurren a una consulta neurológica, ya que desconocen que pueden ser prevenibles y tratables.
Si bien no se constituyen como una patología grave, pueden afectar la calidad del descanso y la recuperación del organismo, influyendo consiguientemente en el rendimiento óptimo durante el día.
Generalmente, las personas acuden al médico por tres razones principales:
- Incapacidad crónica para dormir adecuadamente durante la noche.
- Fatiga crónica.
- Alguna manifestación conductual anormal en el mismo sueño.
La falta de sueño produce consecuencias en la salud física y mental, tales como depresión, ansiedad, fatiga, dolores de cabeza, disminución de la concentración, de la memoria, del rendimiento académico y laboral e incluso aumenta las probabilidades de padecer enfermedades metabólicas, cardiovasculares y cerebrovasculares.
¿Cuáles son los trastornos del sueño más frecuentes?
Los especialistas en Neurología de Sanatorio Allende cuentan con tecnología avanzada para realizar una polisomnografía, estudio diagnóstico del sueño. Entre las alteraciones que puede detectar se encuentran:
Apnea del sueño u otro trastorno respiratorio
Afecta principalmente a las personas que padecen obesidad, ya que se caracteriza por interrupciones transitorias de la respiración cuando la persona está dormida. Asociada a los ronquidos, esta alteración puede presentar, sensaciones de ahogos nocturnos, dolores de cabeza y somnolencia durante el día.
Narcolepsia
Es una enfermedad neurológica crónica caracterizada por la incapacidad del cerebro para regular los ciclos o fases del sueño, principalmente la fase REM.
Entre los efectos más comunes, se destacan:
- Somnolencia diurna excesiva: ataques de sueño sin previo aviso.
- Parálisis del sueño: despertarse sintiendo que no se puede mover, abrir los ojos y/o hablar.
- Alucinaciones del sueño: auditivas y visuales.
Insomnio crónico idiopático
Sin causa aparente, esta afección genera problemas para conciliar el sueño o permanecer dormidos. Durante el día, la persona presenta un cansancio excesivo y síntomas de ansiedad o depresión. También puede experimentar irritabilidad, nerviosismo y una reducción de la atención en las tareas cotidianas. Es fundamental identificar los síntomas con un especialista en Neurología para abordar el diagnóstico de manera específica y así plantear un tratamiento adecuado para mejorar la higiene del sueño.
#ConsejosDeSalud: reducir el tiempo de permanencia en la cama, evitar siestas largas y agentes potenciadores del insomnio (alcohol, tabaco y café), no realizar ejercicios intensos a la hora de dormir, evitar comidas abundantes. Leer un libro y escuchar música suave antes de dormir.
Parasomnias que interrumpen el sueño
Parasomnias: conductas anormales durante el proceso del sueño. El sonambulismo es una de ellas. Se produce durante la fase más profunda de sueño. Por lo general, la persona se levanta y camina dormida realizando tareas automatizadas como ir al baño o deambular por la casa. La fatiga, falta de sueño y ansiedad son algunas de las causas asociadas a esta afección.
Parálisis del sueño: se produce, generalmente, al despertar. Es un episodio corto que desaparece espontáneamente en el cual la persona no puede moverse ni hablar.
Síndrome de piernas inquietas: al dormir la persona puede sentir que las piernas se flexionan y extienden involuntariamente. Una lesión de los nervios periféricos, la disminución de los acúmulos de hierro o el aumento del ácido úrico en la sangre son algunas posibles causas. Igualmente, también puede existir una componente de predisposición genética en estos pacientes o con un descenso de la dopamina en el cuerpo.
El estudio de nuestros sueños: qué es la polisomnografía y cómo se realiza
Para diagnosticar de qué trastorno del sueño se trata, el estudio de polisomnografía se presenta como una alternativa para su detección. Este consiste en monitorear al paciente durante la noche para obtener información de múltiples parámetros corporales como actividad eléctrica cerebral, respiratorios, cardíacos y de movimientos que logren valorar la calidad del sueño y sus trastornos.
Se trata de un estudio de ciclos y comportamientos del sueño que se adapta a cada paciente y no produce ningún dolor.
Procedimiento
Usualmente se realiza durante toda la noche con internación en los Laboratorios de Sueño, pero en algunas situaciones particulares se puede realizar en forma ambulatoria/domiciliaria.
El estudio es totalmente inocuo y no invasivo, no tiene ninguna contraindicación concreta. Se realiza mediante la utilización de múltiples sensores donde se pueden evaluar tanto el Electroencefalograma, como la frecuencia y ritmos respiratorio y cardíaco, saturación de oxígeno en sangre, la actividad muscular y los movimientos oculares.
Es fundamental que antes del examen, la persona no haya tomado alcohol ni bebidas que contengan cafeína.
Teniendo en cuenta los distintos trastornos que pueden perturbar el sueño, ante la presencia de alguno de ellos es de gran importancia realizar una consulta temprana con un médico especialista en medicina del sueño o Neurología para lograr un diagnóstico certero que permita identificar la alteración e indicar el tratamiento más adecuado en cada caso en particular.
Servicio de Neurología – Sanatorio Allende.