El cáncer de próstata es el tumor sólido más común entre los hombres adultos y, lamentablemente, suele ser asintomático en sus etapas iniciales. Por ello, la detección temprana mediante estudios como el Antígeno Prostático Específico (PSA) en sangre y el examen dígito-rectal es crucial para intervenir a tiempo y minimizar el impacto de la enfermedad en la vida del paciente.
“Las principales sociedades científicas recomiendan un enfoque de screening adaptado a la edad, los antecedentes familiares y los controles previos del paciente” comenta el Doctor Diego Belisle, médico cirujano especialista del Servicio de Urología del Sanatorio Allende. Y añade: “Los hombres entre 50 y 75 años deben realizar un control anual con su urólogo, mientras que aquellos con antecedentes familiares de cáncer de próstata deberían comenzar entre los 40 y 45 años”
Una vez diagnosticado el cáncer de próstata, se utilizan métodos de bioimágenes para determinar si el tumor se encuentra confinado a la glándula o si ha avanzado a otras partes del cuerpo.
Opciones terapéuticas para el cáncer de próstata
“Hoy en día, existen diversas opciones de tratamiento que van desde el monitoreo activo de la enfermedad hasta la cirugía radical, incluyendo también radioterapia externa y braquiterapia” comenta también el Doctor Marcelo Bertrán, también especialista del Servicio de Urología del Sanatorio Allende. Y destaca: “cada tratamiento tiene sus ventajas y posibles efectos secundarios, tanto en términos oncológicos como en las funciones de continencia urinaria y potencia sexual”.
Debido a la variedad de opciones disponibles, es fundamental realizar una consulta con un urólogo especializado en patología oncológica para decidir, en conjunto con el paciente, el tratamiento más adecuado basado en las características de su cáncer y sus preferencias personales.
Cirugía para el cáncer de próstata: avances y beneficios
La Prostatectomía Radical es uno de los procedimientos indicados para tratar el cáncer de próstata. Este consiste en la extracción de la glándula prostática y las vesículas seminales, y en algunos casos, los ganglios linfáticos de la pelvis.
Aunque la prostatectomía convencional es ampliamente utilizada, los avances tecnológicos han permitido la implementación de la cirugía laparoscópica, un abordaje mínimamente invasivo que emplea pequeñas incisiones y reduce la necesidad de una cirugía abierta.
Entre las ventajas de la cirugía laparoscópica se incluyen:
● Mejor visualización de los tejidos y detalles anatómicos.
● Mayor precisión en la disección y control de estructuras vasculares.
● Menor sangrado durante y después de la operación.
● Reducción en la necesidad de analgésicos postoperatorios.
● Estancia hospitalaria más corta.
● Recuperación más rápida y retorno temprano a las actividades cotidianas.
En Sanatorio Allende, contamos con un equipo de expertos en urología, oncología y diagnóstico por imágenes, comprometidos en brindar acompañamiento integral a nuestros pacientes durante cada etapa de su tratamiento contra el cáncer de próstata.
