El pasado 31 de enero, Samuel Colombano, un estudiante de la Universidad de Villa María oriundo de la localidad de Las Perdices, en el departamento de Tercero Arriba, se encontraba disfrutando de una tarde de verano en el Río Ctalamochita (Río Tercero) cuando detectó, en medio del agua, restos fósiles que llamaron su atención.
El joven se comunicó con el intendente de la Localidad de Pampayasta, Guillermo Ristorto, quien informó del hallazgo a las autoridades provinciales. El sábado 1 de febrero, por la mañana, el personal de la Agencia Córdoba Cultura se hizo presente en el lugar para reconocer y comenzar a gestionar el traslado de la pieza encontrada que fue identificada como restos de un Gliptodonte.
El director del Museo Provincial de Ciencias Naturales, Adan Tauber, quien es geólogo y doctor en Ciencias Geológicas especializado en Paleontología estuvo presente en el lugar del hallazgo y confirmó que la pieza es un caparazón de Gliptodonte, un mamífero originario de Sudamérica que hace 129 mil años cruzó por el Istmo de Panamá hacia América del Norte. Es una familia que tiene diferentes especies y géneros de gliptodontes que apareció hace unos 40 millones de años, aproximadamente.
Se pudo identificar a la especie Glyptodon reticulatus, una especie que habitó en la Región Chacopampeana y en las sierras de Córdoba durante la edad del Pleistoceno Tardío que comenzó hace 126 mil años y llegó hasta los 11700 años. Probablemente esta especie haya pasado ese límite de 11700 años y haya llegado a lo que llamamos la edad Holoceno temprana”.
Adan Tauber, director del Museo Provincial de Ciencias Naturales.
En la provincia existen otros hallazgos de esta especie en varias localidades que se estudian desde hace décadas. También se halló, por ejemplo, en las sierras de Córdoba: al norte de Los Gigantes, en un sitio llamado Pampa de Vaca Corral, siendo el punto más alto sobre el nivel del mar, unos 2600 metros, donde se hallaron restos de esta especie.
Los gliptodontes forman parte de un conjunto de animales terrestres de gran porte llamado megafauna, compuesto por aproximadamente unas 15 especies, que superan la tonelada y que vivieron durante el periodo del Pleistoceno. Estos gliptodontes tienen algunas características que permiten relacionarlos con los armadillos como el hecho de tener un caparazón para protegerse de sus depredadores, que son de gran tamaño: el más grande hallado habría medido 4,20 metros y podría haber llegado a pesar hasta 2000 kilos.
Como son muy grandes y están extintos, se piensa que son antecesores de los armadillos (una familia que incluye al Tatú Carreta, a los peludos, a los quirquinchos, al Pichi ciego), pero el registro paleontológico demuestra que no es así: los armadillos aparecieron antes, hace unos 60 millones de años y aún perduran por lo que los gliptodontes evolucionaron a partir de los armadillos.
¿Cómo se sigue?
En el caso específico del hallazgo de Pampayasta, el primero que se documenta en esa región, se está organizando la campaña para poder recuperar los restos fósiles. Según explica el geólogo Adan Tauber, la importancia del hallazgo se podrá dimensionar una vez que se pueda contar con los restos para analizarlos detenidamente.
Los paleontólogos y aqueólogos buscamos la potencial asociación de la megafauna con elementos líticos, proyectiles o de herramientas producidas por el hombre porque estamos cada vez más seguros que hubo una interacción entre los primeros humanos que poblaron la región y estos megamamíferos. Sería importante analizar el contexto del hallazgo y ver si podemos encontrar alguna evidencia más”.
Adan Tauber, director del Museo Provincial de Ciencias Naturales.
Los restos humanos fechados como los más antiguos del país que se han encontrado en la Argentina, hasta ahora, son de Córdoba. En una localidad cercana a la Capilla de Candonga se hallaron restos de estos megamamíferos asociados por encima de un fragmento de cráneo de un niño que tiene entre 10400 y 12000 años.
Eso significa que, aquí, la distribución cronológica de los humanos ha coincidido, en parte, con la distribución cronológica de algunos de estos mamíferos. De esa manera podemos reconstruir si hubo interacción, cómo fue y si intervinieron los seres humanos en la extinción de esta megafauna”.
Adan Tauber, director del Museo Provincial de Ciencias Naturales.
A partir de ahora comienza un largo camino de recuperación e investigación, en el cual participa, también, la intendencia de la localidad de Pampayasta y la Dirección de Patrimonio Cultural de la Agencia Córdoba Cultura que, entre otras tareas, aplicará la ley 5543 de protección a restos fósiles y bienes culturales. La tarea no será sencilla puesto que el material encontrado está en contacto con el agua permanentemente lo que dificultará el trabajo.
Además, el material deberá ser preparado en un laboratorio por lo que el resultado final del hallazgo demandará mucho tiempo.