El Colegio de Ingenieros Civiles de Córdoba junto al Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos de la Provincia organizó las Segundas Jornadas sobre Inteligencia Artificial: impacto de la IA en los ámbitos profesionales. Se trató de una propuesta abierta y gratuita que se realizó durante los días 14 y 15 de octubre en el Auditorio de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec), ubicada en La Tablada 350, ciudad de Córdoba. El encuentro apuntó a reflexionar sobre los desafíos, aplicaciones y perspectivas que la inteligencia artificial presenta en distintos campos del conocimiento y la práctica profesional, con la participación de destacados especialistas del ámbito académico, científico y empresarial.

Durante la primera jornada del martes 14 de octubre se abordaron temas vinculados a las redes neuronales y a las nuevas tendencias tecnológicas. Francisco Tamarit, físico y experto en grandes volúmenes de datos e inteligencia artificial, disertó sobre redes neuronales artificiales. En tanto, Sergio Manes expuso sobre la IA aplicada a la arquitectura. Rodrigo Fábrega presentó aportes sobre cómo la tecnología y la inteligencia artificial pueden convertirse en herramientas para democratizar el aprendizaje y transformar realidades sociales.
Finalmente, Laura Díaz Dávila, directora del Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Software e Inteligencia Artificial (Lidesia) de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), repasó las oportunidades emergentes en las nuevas tendencias de la IA.
En tanto, el miércoles 15 de octubre las exposiciones se orientaron a la aplicación de la IA en la educación, la gestión y los entornos organizacionales, con la participación del legislador Leonardo Limia, de Marcelo Rabozzi, ingeniero en Sistemas de Información y docente de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), especialista en gestión de proyectos e inteligencia artificial aplicada a la educación y la innovación tecnológica, de Leandro González (head de Digital en Holcim) y de Manuel San Pedro (coordinador de la Unidad de Vinculación Tecnológica Córdoba, Uvitec).
Sergio Manes: El algoritmo como asistente de diseño
Durante siglos, dibujar fue, más que una forma de representación, una forma de pensar. Enfrentar la hoja en blanco significaba iniciar una conversación entre la mente y la mano, un diálogo que daba lugar a las primeras ideas que luego podrían transformarse en proyecto. Hoy, el diálogo ya no es sólo entre el profesional y su herramienta tradicional, sino entre él y la inteligencia artificial (IA). La IA no deshumaniza el ejercicio, sino que lo amplía, lo enriquece y lo libera de restricciones que, hasta hace poco, condicionaban la forma de proyectar; puede integrarse con naturalidad.
El diseño deja de ser una búsqueda solitaria y se convierte en colaboración. La IA se incorpora al proceso proyectual como una herramienta más, pero con una diferencia sustancial: puede proponer. No se limita a obedecer instrucciones; interpreta, sugiere, responde. Ya no sólo dibujamos para pensar, también escribimos, describimos y conversamos con la herramienta. Pensamos a través de imágenes, prompts, modelos 3D, y todo se integra en un flujo de trabajo. Una idea inicial, plasmada en un dibujo, se convierte en múltiples interpretaciones posibles del mismo proyecto. El croquis ya no es un punto de llegada; es un punto de partida.
Al decir “diseñamos de a dos”, no significa ceder la autoría. Nosotros decidimos, corregimos, seleccionamos, pero ahora tenemos un asistente de diseño que trabaja incansablemente, que no duda, y propone caminos que tal vez no habríamos considerado. La herramienta puede optimizar una planta para un desarrollador y dejar abierta la puerta al lenguaje, a la poética del diseño. El profesional se redefine. El desafío no está en producir una imagen, sino en saber detenerse. Antes el problema era la escasez de opciones, hoy es su exceso. Hay que elegir, mirar, afinar la sensibilidad para encontrar lo propio entre la abundancia. La IA permite generar 10, 20 o 50 versiones de un espacio en segundos. Eso, que antes requería horas o días, ahora se integra al flujo creativo, pero el control sigue siendo nuestro: qué mostrar, desarrollar, descartar.
La creatividad ya no reside sólo en saber modelar o renderizar, sino en la mirada, y eso es profundamente humano. Este proceso nos devuelve al centro de la escena, porque la IA no tiene intuición, historia, contexto, miedo ni sensibilidad; eso sigue siendo nuestro. La IA no viene a reemplazarnos: viene a desafiarnos, a potenciarnos, a ofrecer nuevos caminos. Hoy, diseñar ya no es un acto solitario. No se trata de elegir entre lo humano y lo artificial, sino de recuperar lo humano con más fuerza, libertad y foco. Se trata de usar la herramienta para diseñar más liviano, más rápido, y más profundo. Diseñamos de a dos, pero seguimos siendo nosotros los que soñamos.

Francisco Tamarit: Qué hay detrás de las redes neuronales
Los tres pilares de la IA son: capacidad de cómputo cada vez más rápida y barata, mayor cantidad de datos almacenados y mejores algoritmos de IA. Es una tecnología neuromórfica, es una tecnología acelerada, es una tecnología muy difícil de controlar y muy concentrada. Todo algoritmo de aprendizaje automático neuronal consiste en asignar valores a cada una de las sinapsis permitidas de la arquitectura neuronal escogida. El secreto de la IA no está en la complejidad de las neuronas, sino en la complejidad de la arquitectura de conexiones entre neuronas, llamadas sinapsis. La evolución de las redes neuronales mejoró 1.715.438.950 veces en 39 años.
Por otro lado, la concentración de la IA plantea un desafío. Hoy, las cinco mayores tecnológicas (Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon y Nvidia) juntas representan el 7% del valor total del mercado bursátil global y el 1,5% del producto bruto interno (PBI) del planeta. En el año 2000 tenían 0,1% del PBI global, por lo cual aumentaron 15 veces en 25 años. En el año 2000, el PBI de México era 16 veces mayor al acumulado de las cinco grandes empresas tecnológicas, mientras que hoy los valores son similares.


























