Lo que hace un año era un barrio popular, con calles de tierra y sin veredas quedó atrás. Hoy, el barrio República, ubicado al oeste de la ciudad de San Luis vive otra realidad. Más de1200 familias tienen cloacas, agua potable, pavimento y alumbrado público. La urbanización que está en progreso facilitó la vida diaria de miles de personas que viven allí, quienes, además, participaron en la elaboración del proyecto. La obra pública cuenta con una inversión de Provincia y Nación e inició en mayo del año pasado. “Muchos llegaron a San Luis desde otras provincias y la eligieron en busca de justicia social, de crecimiento familiar, de trabajo y dignidad”, expresó el gobernador puntano, Alberto Rodríguez Saá, el día que firmaron el convenio para iniciar la obra.
Con una inversión superior a los 3 mil millones de pesos, la construcción del “Proyecto de Obras Tempranas”, Intervención de Infraestructura Urbana y Equipamiento Barrio Re- pública proveerá, al finalizar, de agua potable, tendido eléctrico, cloacas, red peatonal, cordón cuneta y plazas a más de 6 mil vecinas y vecinos.
Con una infraestructura planificada para mejorar el bienestar de las familias, aporta seguridad y un cambio de perspectiva, no solo dentro del ejido municipal, sino en el marco de un proyecto provincial que contempla lo social y humano. Es un cambio significativo a pesar de que las obras siguen en ejecución. Contempla la infraestructura básica urbana para el barrio República: provisión y ejecución de la red de agua potable, acometidas domiciliarias, incluyen- do todo lo necesario para el correcto funcionamiento del servicio. Se eje- cuta toda la red cloacal hasta conectarse con las instalaciones existentes; por otro lado, se coloca el pavimento asfáltico de calzada y de hormigón en veredas, accesos vehiculares a lotes y cordones cuneta. Se realiza un nexo de media tensión, red interna de baja tensión y alumbrado público. También se planificó una completa forestación, con la plantación de especies arbóreas urbanas, con una planta por cada frente de vivienda y la forestación de los espacios verdes.
Es el primer barrio del país que se planificó con perspectiva de género, no sólo enfocada en la mujer, sino también en las diversidades, en las ancianidades. Se realizaron mesas de integración barrial donde se fue gestando el proyecto junto a vecinas y vecinos que compartieron sus ideas para que la urbanización se adaptara a sus necesidades.
Actualmente, se construye un SUM, que estará destinado a diversas actividades. Incluye una cancha, un sector de servicios; en la planta baja estará la cocina, un depósito, barra y baños. Mientras que la planta alta estará destinada a futuras aulas.
Los pasos siguientes de la urbanización incluyen las banquinas y cordones, están ejecutando las luminarias, provisión de energía eléctrica, de media y baja tensión, colocación de los postes de hormigón y las luminarias.
La urbanización le permite a la comunidad del barrio incorporarse a todo el núcleo urbanístico que tiene la capital puntana. Las calles asfaltadas tienen una dinámica que conecta con otro barrio y con el resto de la ciudad. Donde antes no entraba un taxi, no podía ingresar una ambulancia, ahora pueden tener esa posibilidad de conectarse. Con esta obra pública miles de familias accedieron a los servicios vitales, pero, además, les permitió integrarse a la ciudad, para lograr un presente y un futuro mejor.
