En el Valle de Punilla, los Caminos del Vino ofrecen tres propuestas enogastronómicas para no perderse: Nébula en Villa Giardino, Finca la Marta en Capilla del Monte y Finca Las Corzuelas en La Cumbre. Aquí, algunos detalles para conocer estos emprendimientos.
Viñedo Nébula. En un campo de nueve hectáreas, entre Villa Giardino y La Cumbre, el viñedo se asienta en la localidad de Santa Cecilia. Este proyecto familiar comenzó en 2015 de la mano de tres hermanos apasionados por el vino. Actualmente, sus viñedos se encuentran en desarrollo, pero pronto contarán con vinos de producción propia. En sus vides están plantadas cepas de Malbec, Cabernet Franc, Sauvignon Blanc y Gewürztraminer, una variedad de uva blanca de origen alemán. El paisaje de cultivo se disfruta con increíbles postales que regalan sus amaneceres y atardeceres, que junto con las montañas crean una hermosa panorámica de este rincón del Valle de Punilla.
Finca La Marta. Se pueden degustar vinos cordobeses y platos hechos por los dueños del lugar. Tiene algunos viñedos y frutales. Está prácticamente escondida en Capilla del Monte. Se trata de una pequeña finca familiar que se puede visitar y disfrutar de un rato al aire libre. Estar en este lugar es estar en el patio de una familia que decidió dedicarse a los vinos por hobby. El lugar tiene 2000 plantas en total: 1.400 de Malbec, 150 de Bonarda, 30 de Cabernet Franc, 75 de Chardonair y 75 de Torrontés.
Finca Las Corzuelas. Nace de las uvas cosechadas en un viñedo totalmente orgánico ubicado en las cercanías de Charbonier, al nordeste de la provincia de Córdoba. Al pie del cerro Uritorco, absorbiendo la pureza y la energía del lugar, estas uvas son bañadas por el sol cordobés para crecer, ser cosechadas en marzo de cada año, y convertirse en un vino único. Las puertas de este emprendimiento familiar están abiertas a todo aquel que quiera conocerlo (con cita previa), aprender un poco más sobre la producción de vinos, y disfrutar de una gran charla.
