La Fábrica, el icónico club ubicado en la ex-fábrica de cemento Minetti en Dumesnil, La Calera, Córdoba, abrió sus puertas en enero de 2012. Desde entonces, ha evolucionado hasta convertirse en el mejor club “open air” de la ciudad, siendo un referente de la música electrónica en Sudamérica y el mundo.
Historia
La historia de La Fábrica se remonta a la década de 1930, cuando la fábrica de cemento portland Hércules fue inaugurada por Juan Minetti e Hijos Ltda. Operó durante décadas, utilizando tecnología pionera para la producción de cemento.
La planta de cemento utilizaba como materia prima la piedra caliza (el mineral esencial para hacer cemento) para producir el clinker, que será molido para producir cemento. Pero la piedra caliza comienza a agotarse en las canteras que abastecían a la planta. Por eso, en 1986 la fábrica de cemento tuvo que cerrar, y Minetti trasladar sus operaciones a la planta de Malagueño, camino a Carlos Paz.

A pesar de intentos de demolición de Minetti, la estructura resistió, dejando un paisaje industrial único con restos de cemento y hierro. Tiempo después, la planta de cemento fue vendida (junto a los campos aledaños) a particulares.
Cerca del 2010, un grupo de socios llegan a un acuerdo con los dueños de la fábrica cementera, o lo que quedaba de ella, para armar un boliche. En enero de 2012, este espacio fue inaugurado oficialmente conservando la esencia industrial.
Desde sus inicios, La Fábrica se distinguió por un concepto innovador: todas las estructuras forman parte del escenario, creando una experiencia 360° que lo hace único e irrepetible. Cada rincón del club es parte de la experiencia, aprovechando la arquitectura en ruinas para crear un ambiente inmersivo.

Inicialmente, contaba con dos pistas: una de música electrónica y otra de música pop y cachengue. Sin embargo, el ambiente y la respuesta del público llevaron al club a enfocarse exclusivamente en la música electrónica.
A lo largo de los años, el club ha evolucionado, ofreciendo formatos como “El Estadio”, “El Arena”, “el Open Air”, y espacios diurnos como “Sundae”, siempre buscando mejorar la experiencia para los asistentes.
Visión arquitectónica
La arquitectura de la ex-fábrica, con su estructura parcialmente demolida, crea un escenario único que enriquece la experiencia, convirtiendo cada rincón en parte del espectáculo.
La caldera y la chimenea de 50 metros de altura son elementos distintivos que resaltan en cada evento. El diseño del escenario principal busca ser lo más ligero posible, respetando la estructura existente en todo momento, sin pintar ni modificar las ruinas, para mantener el valor histórico de la fábrica.

Este formato de gran capacidad, aprovecha el escenario imponente que se forma, entre la fábrica de fondo, el valle de la monstaña y el rio que la recorre de punta a punta, haciendo mas unico todavia, este venue.
La evolución de la música electrónica en el mundo ha acompañado siempre la evolución del club, siendo tendencia en este nuevo estilo musical.

Impacto
El crecimiento de La Fábrica ha generado un gran movimiento económico en la región, impulsando la hotelería y creando numerosos puestos de trabajo, haciendo que el turismo en la ciudad sea cada vez más importante.
Los DJs que se presentan en La Fábrica suelen quedar impresionados con el público de Córdoba y el lugar. Comentan que es un club único y uno de los mejores en los que han tocado en el mundo, y muchos desean volver por la experiencia que ofrece.
Entre los artistas destacados que se han presentado están Boris Brejcha, quien ha tocado en cuatro oportunidades, Richie Hawtin en dos ocasiones, y figuras como Carl Cox, Marco Carola, y Miss Monique.

¿Qué se espera de La Fábrica?
En 2025, La Fábrica continúa innovando, con eventos como el formato “Arena” que se llevará a cabo en marzo. Las presentaciones incluyen a Kevin de Vries el 14 de marzo, y cerrando el mes, la leyenda del techno, Carl Cox, el 21 de marzo.
El club seguirá evolucionando, buscando siempre nuevas maneras de sorprender y ofrecer experiencias únicas a su público, con grandes proyectos en el horizonte para 2025. La capacidad del lugar para reinventarse y generar eventos variados, siempre respetando el entorno histórico, lo mantiene como un ícono cultural y musical.