La ley 25.673 del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable establece que la vasectomía es un método de planificación familiar o anticoncepción.
En la práctica se registra un aumento de esta cirugía en el marco de una legislación que la habilita y de un cambio gradual en la conducta masculina (disminución del machismo y paternidad responsable).
La vasectomía es una cirugía segura, simple, poco invasiva, que se realiza con anestesia local.
Consiste en una pequeña incisión a nivel del escroto a través de la cual se seccionan y se ligan los conductos que llevan los espermatozoides al exterior (conductos deferentes).
La verificación de su efectividad requiere un tiempo de espera de tres meses o 20 eyaculaciones, con un control por espermograma, para documentar la inexistencia de espermatozoides en el semen.
Es un método anticonceptivo que no modifica la respuesta sexual masculina, en ninguna de sus fases: deseo, excitación y orgasmo. Hace más grata y placentera la relación sexual, porque desaparece el temor al embarazo no deseado. Es importante remarcar que no previene las enfermedades de transmisión sexual.
El volumen del semen puede modificarse levemente y ser, al mismo tiempo, más transparente y menos viscoso debido a la ausencia de espermatozoides.
Debe considerarse como un método irreversible. A pesar de ello, existen técnicas de recanalización con microcirugía de los conductos deferentes (vasovasostomía). No obstante, la recuperación de la fertilidad masculina fisiológica puede tardar hasta dos años después de su reversión, sobre todo si la recanalización se realiza pasados 10 o más años después de la vasectomía.
Resguardo de la fertilidad
La criopreservación de semen previa a la vasectomía es una opción atractiva en estos casos. La técnica permite un resguardo de la fertilidad en el varón evitando la cirugía de recanalización o la biopsia testicular en aquellas parejas que en un futuro necesiten un tratamiento de reproducción asistida (inseminaciones-Icsi).
Los buenos resultados de la reproducción asistida, sobre todo del Icsi (inyección intracitoplasmática de espermatozoides) con espermatozides obtenidos por biopsia testicular o criopreservados, hacen que la técnica sea indicada cada vez con más frecuencia en estas parejas.
A pesar de ello, tanto la cirugía para revertirla (la criopreservación de semen) como la reproducción asistida no aseguran el logro de un embarazo en el 100 por ciento de los casos.
Por este motivo debemos ser muy prudentes al momento de indicar una vasectomía en pacientes jóvenes y sin hijos.
Prof. Dr. Raúl Belén
Urólogo, sexólogo y andrólogo.
Dr. Mariano Pérez
Bioquímico, embriólogo clínico. Director del laboratorio de reproducción asistida de la fundación Fecundart.
Instituto Integral de Fertilización Asistida
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