Es muy común, sobre todo en Occidente ver el Yoga sólo como una serie de ejercicios físicos que ayudan a relajar el cuerpo; o como posturas desafiantes de flexibilidad que pueden hacer unos pocos. Y lo mismo ocurre con la meditación: una práctica que pareciera ser imposible de lograr, exclusiva de personas con un alto nivel de concentración. Marysol Zapata afirma que “todo esto es falso, porque sólo muestra una parte del amplio y maravilloso mundo que ofrecen”.
El Yoga es una disciplina física, mental y espiritual que tiene más de diez mil años de antigüedad. Y en esencia significa un unir. Unir la consciencia individual de cada persona, con la consciencia infinita y divina (más allá de cualquier representación religiosa). Y por lo tanto lo podemos practicar todos.
Como técnica tiene sus orígenes en la experiencia humana. Los antiguos yoguis estudiaban el equilibrio de energías en el individuo durante las actividades cotidianas. Era una herramienta integrada a la vida diaria de todas las personas.
Fue evolucionando y hoy se encuentran una gran variedad de tipos y escuelas de yoga con distintos métodos para estimular y regular la energía humana. Pero todas comparten el mismo origen y objetivo: purificar cuerpo y mente para experimentar el ser que somos plenamente.
Kundalini Yoga es una disciplina que empezó a enseñarse de manera abierta en los años ´60 con la llegada de Yogui Bhajan a Los Ángeles. Quién consideraba que era una herramienta que debía estar al alcance de todos para vivir una vida sana y feliz.
Se basa en la práctica de asanas (posturas corporales), pranayamas (ejercicios de respiración), mudras (cerraduras energéticas que se realizan con las manos), mantras (vibraciones sonoras que tienen efectos específicos sobre la mente) y meditación.
Meditación como un proceso de autoconocimiento y cambio respetuoso y gradual. En el cual el objetivo es trascender las ondas de pensamiento llegando a una mente calma, clara y conscientemente activa. Es decir, conocer nuestra mente y dirigirla, en lugar de ser dirigidos por ella.
Y este es un proceso que puede realizar cualquier persona y en cualquier momento que se encuentre. Con la guía de un instructor o instructora que la sepa guiar a través de la experiencia. Generalmente comenzando por ejercicios sencillos de consciencia de respiración ya se pueden percibir grandes cambios en el estado de la persona.
Yoga y meditación son parte de una enseñanza viva. Que hoy nos trae un conocimiento muy valioso sobre nuestro cuerpo, cómo cuidarlo, mejorar la circulación de energía en él, la flexibilidd y fortaleza muscular, sanar la postura y respirar de manera correcta entre otros grandes beneficios. Volviéndonos así seres más vitales y conscientes de nuestras elecciones diarias.
Si no es la disciplina más completa, es una de las más completas que existen hoy. Y está a disposición nuestra para que podamos utilizarla como herramienta cotidiana. Sin ser necesario prcacticar horas y con ejercicios desafiantes. Se puede comenzar ejercitando la respiración unos minutos cada mañana. O hacer ejercicios de calentamiento al levantarse o entre horarios de trabajo. Que seguramente mejorarán nuestro estado físico, mental y emocional. La vida sana y feliz está al alcance de todos. Sólo es cuestión de tomar las herramientas y empezar a usarlas.
*Por Marysol Zapata. Instructora de Kundalini Yoga Certificada por Kundalini Research Institute o KRI
