Además de Romper el círculo, la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Colleen Hoover, Blake Lively está protagonizando un extraño fenómeno en el entretenimiento estadounidense.
Es que la actriz pasó en el cortísimo plazo de sugerir que estuvo incómoda durante la filmación por actitudes y comentarios de su coprotagonista (Justin Baldoni, también director) a ser cancelada por la forma en la que encara las entrevistas promocionales.
Según un relevamiento hecho por varios portales, en éstas priorizaba sus looks de estampados florales (su personaje es dueño de una floristería) en detrimento de consideraciones sobre la violencia doméstica, tema preponderante del filme.
Tan desconectada se la vio a Lively en diálogos con conductores de late shows y de programas ómnibus, que Elle señaló que no sólo quedó en las antípodas de Serena Van der Woodsen, la niña rica y buena onda que compuso en la serie Gossip Girl, sino que se convirtió en la calculadora Blair Waldorf (Leighton Meester), su némesis.
¿Calculadora? ¿Tanto así? A juzgar por lo publicado en The Independent, sí: el diario británico ha considerado que Blake Lively y su esposo Ryan Reynolds no son dos actores sino dos influencers.
No un misil disparado sin sustento, ya que ambos quisieron plasmar un crossover entre Romper el círculo y Deadpool & Wolverine (el filme de Marvel estrenó casi en simultáneo), en los mismos términos que Barbieheimer el año pasado.
Otra razón por la que Lively fue sujeto de cancelación: aprovechó el impacto de Romper el círculo para promocionar Blake Brown, su línea de cuidado capilar, y Betty Booze, una marca de cócteles espumosos sin alcohol.
“Sea lo que sea que pase con Romper el círculo, lo que es raro de verdad es que Blake Lively haya convertido su tour promocional de una película sobre maltrato machista en una manera de fortalecer su estatus como icono de moda y de power couple junto a Ryan Reynolds”, la cuestionó una usuaria de X.
Y mientras ella seguía haciendo caso omiso a la violencia doméstica, su cuestionado coprotagonista daba cuenta de un férreo compromiso con el mensaje del filme.
“Cada vez que tenés un libro que es amado por una masa de fans muy apasionada es un desafío, pero es un buen desafío porque eso significa que están comprometidos y que el libro significó algo para ellos”, le dijo Baldoni a Efe sobre el opúsculo que ya en 2022 había logrado vender más de 4.000.000 de copias, según The New York Times.
En ese intercambio, Baldoni dijo que se aseguró de que la reproducción cinematográfica fuese lo más fiel posible al libro de Hoover para que la gente, aun sin haberlo leído, “pueda beneficiarse del heroísmo de Lily, su valentía y el viaje que emprende en esta película y la fuerza que tiene para terminar el ciclo y elegirse a sí misma y elegir el amor”.
“Sabiendo que muchas personas han tomado la decisión de terminar un ciclo tóxico simplemente por este libro, porque se vieron reflejados en Lily, sentí que esta era una película que necesitaba hacerse y una historia que necesitaba contarse”, sumó.
“Todos tenemos la capacidad de elegir algo mejor para nosotros y nuestro futuro. Todos tenemos la capacidad de poner fin a un ciclo en nuestras vidas. No importa lo que sea. Todos podemos tomar esa decisión. Va a ser una decisión muy difícil, pero una vez se toma, en el otro extremo está la libertad”, completó el también productor, cuyo comportamiento en el rodaje fue muy cuestionado, de acuerdo a lo publicado por el implacable (y también riguroso) TMZ.
La incomodidad de Blake Lively en Romper el círculo
Fue ese portal el que publicó que Blake Lively se había sentido incómoda con un gesto de Baldoni.
La actriz señaló que su compañero se demoró demasiado en un beso de ficción, por lo que adquirieron especial relevancia sus consideraciones sobre cómo trabajaron con los coordinadores de intimidad.
Éstas fueron ofrecidas en entrevistas separadas y antes de que Lively filtrara su queja.
Por ejemplo, Baldoni le explicó a Harper’s Baazar India que “no había manera de hacer esta película sin coordinadores de intimidad”.
“Fue muy importante tenerlos en el set, no solo para que todos pudiéramos sentirnos seguros, sino porque también fueron colaboradores increíbles con ideas maravillosas que realmente elevaron la película”, sumó el actor.
“Tenerlos en el set y siempre en mi línea de visión fue invaluable porque en cualquier momento podía mirar a uno de ellos para que me diera el visto bueno, o trabajaríamos en otro enfoque juntos”, remató.
Para Baldoni, los inspectores de seguridad fueron parte “importante e integral” del filme.
Lively, por su parte, había hablado al respecto con Digital Spy. “Tenerlos fue fundamental para la seguridad de todos”.
“Con ellos coordinás las acrobacias, coordinás el baile. Es coreografía”, precisó la actriz de 36 años, en pareja con Ryan Reynolds.
A su vez, criticó la noción “ridícula” de que los miembros del elenco deberían saber “qué sucede aquí, aquí y aquí” en las acrobacias y los bailes, y que espera que “simplemente junten cuerpos y bocas…”
Los protagonistas de Romper el círculo se han enfrentado a rumores desenfrenados de disputas desde que la película se estrenó en Estados Unidos.
Las especulaciones se acrecentaron después del estreno en Nueva York, el pasado 6 de agosto, cuando Baldoni y Lively caminaron por la alfombra roja con sus respectivas parejas y se olvidaron de fotografiarse juntos.
“Ninguno de los actores disfrutó trabajando con Justin”, afirmó una fuente de la industria a Page Six. “Ciertamente no hablaron con él en el estreno”, agregó.
La fuente señaló que Baldoni supuestamente hizo que Lively se sintiera “incómoda” con su cuerpo posparto después de darle la bienvenida a su cuarto bebé con Ryan Reynolds.
El medio informó que Lively se sintió “avergonzada por su peso” por su coprotagonista, quien supuestamente le preguntó a su entrenador cuánto pesaba y cómo evitar empeorar sus problemas de espalda al levantarla.
Hay algo incomprensible en este asunto. Y es que, al igual que Baldoni, Lively es productora de Romper el círculo, lo que sugiere que en algún momento hubo comunicación fluida o intercambios de puntos de vista con respecto a la realización del filme.
En cualquier caso, lo concreto es que a la hora de ponerle el cuerpo luego del estreno, se dieron demasiadas asimetrías.
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