En un mundo digitalizado y de vigilancia omnipresente, las películas de espionaje se van tornando inevitablemente anacrónicas, rústicas, anecdóticas. El amateur: operación venganza (adaptación de una novela de Robert Littel ya llevada previamente al cine) se balancea en ese sentido entre dos contrastantes siglos, desplegando una trama en principio interesante por su inversión: el especialista en desencriptar datos y desarrollar sistemas informáticos para la CIA Charles Heller (Rami Malek) resuelve pasarse a la acción directa cuando matan a su esposa Sarah (Rachel Brosnahan) en un atentado terrorista en Londres.
El empleado con dotes de genio que se la pasa encerrado con sus computadoras en la central de inteligencia estadounidense toma esa iniciativa de venganza al advertir que su corrupto jefe Moore (Holt McCallany) está vinculado a los matones que lo dejaron viudo, y que por lo tanto no tomará cartas en el asunto.
Así y todo, el superior le provee a Heller de un especialista para que lo entrene, el avezado veterano Robert Henderson (Laurence Fishburne), quien le dicta a su alumno lecciones de tiro solo para confesarle que este nunca tendrá las agallas para asesinar a nadie.
El grueso del filme se concentra en refutar tal sentencia (“me sorprendiste”, reconocerá luego Henderson), exhibiendo las andanzas de Heller por ciudades de calado turístico como París, Madrid y Estambul en busca de los mercenarios que le arruinaron la vida, y en donde de a poco se va mostrando como un estratega eficaz y de mente fría.
Entre Tom Cruise y Mr. Robot, el protagonista se camufla con su capucha, mochila y buzo sport entre hospitales, pubs y hoteles europeos asistido por una agente a la distancia (Caitríona Balfe) y trucos de naturaleza tan sofisticada como amateur (un tutorial de internet para forzar cerraduras) que le permiten avanzar en su vendetta.

Esa alternancia entre trucos analógicos y persecuciones de última tecnología con drones y satélites hace algo inverosímil el largometraje, que esboza una ambigüedad atractiva al sugerir que el protagonista, por no animarse a disparar de frente, termina matando a sus enemigos mediante ingenierías bastante más perversas y desalmadas. “No eres diferente a mí”, le dice a Heller el villano Schiller (Michael Stuhlbarg), quien gatilló a Sarah, en una escena moral concluyente.
Habiendo generado cierta expectativa por su drama anterior, el contundente Lazos de vida, el director James Hawes no puede evitar los convencionalismos en El amateur, quizá un filme demasiado profesional.
Para ver
El amateur: operación venganza. EE.UU., 2025.
Calificación: Buena. Guion: Ken Nolan y Gary Spinelli. Con: Rami Malek, Rachel Brosnahan y Jon Bernthal. Duración: 123 minutos. Clasificación: Apta para mayores de 13 años. En cines.