Mezcla de La cabaña del terror con Hechizo del tiempo, pero basada en el videojuego Until Dawn, de Supermassive Games, y producida por PlayStation, la nueva película de David F. Sandberg (Cuando las luces se apagan, ¡Shazam!) tiene los ingredientes necesarios para que los fans del género la consideren “divertidísima”, ya que no busca más que entretener y jugar sin pretensiones ni solemnidad.
Ahora, esto es, desde luego, algo muy subjetivo. Lo que puede resultar divertido para el fan también puede resultar aburrido para el público que espera una película de terror más o menos seria y bien hecha, y que no se conforma con los trucos remanidos, los sustos abruptos diseñados para provocar sobresaltos forzados en la butaca, o con la aparición de monstruos cada vez más terroríficos (aunque no tengan mucho que ver con la trama), como los que aparecen en Until Dawn: Noche de terror.
El mecanismo es el de la repetición. Cuando Clover (Ella Rubin) y sus amigos Max (Michael Cimino), Nina (Odessa A’zion), Megan (Ji-young Yoo) y Abe (Belmont Cameli) van a pasar un fin de semana en el lugar donde, un año atrás, desapareció Melanie (Maia Mitchell), hermana de Clover, llegan inesperadamente a una extraña casa que los invita a pasar.
Por supuesto, el terror empieza apenas ingresan, cuando aparece un enmascarado corpulento que los asesina a todos, hasta que un reloj de arena se da vuelta y los amigos regresan al comienzo de esa misma noche. Pero cada vez las amenazas y situaciones que enfrentan son más aterradoras, lo que le da pie al director para presentar diferentes monstruos y muertes (algunas más creativas que otras), como cuando aparecen el Wendigo y una bruja escalofriante. La única forma de escapar de ese loop pesadillesco es sobrevivir hasta el amanecer.
Sin embargo, el recurso empieza a cansar, porque ya sabemos que todo se va a repetir hasta que logren salvarse, y que cada vez surgirán cosas más terroríficas. El ingenio de Sandberg (quien en las dos ¡Shazam! demuestra mucha más capacidad lúdica y de invención) parece limitarse a redoblar la apuesta cada vez que los personajes mueren y vuelven a empezar, solo para pasarla peor.
Las muertes son simpáticas y se ubican en el terreno de la comedia de terror. Hay también algunas incursiones en el gore y en el desparramo de extremidades (como las explosiones de cuerpos cuando beben agua) que funcionan, porque logran el efecto que buscan. Aun así, la propuesta termina siendo una diversión algo cansadora, tanto por el mecanismo como por la fórmula en la que se apoya.
También aparece el villano principal, Dr. Hill (Peter Stormare), para darle una vuelta de tuerca a la historia, aunque está desaprovechado, ya que lo convierten en un tonto fácil de eliminar, lo que impide que la película funcione del todo como comedia de terror.
Llega un momento en que simplemente queremos que los maten a todos y que el asunto termine cuanto antes, ya que este tipo de películas abundan y son completamente insignificantes (no las salvan ni su falta de solemnidad ni sus escasas ambiciones narrativas). Una buena película de terror tiene que ofrecer, al menos, una escena brillante, un pasaje que haga que la entrada al cine valga la pena. Algo que, lamentablemente, esta no tiene.
Para ver Until Dawn: noche de terror
Until Dawn, Estados Unidos / Hungría, 2025. Terror. Dirección: David F. Sandberg. Guion: Blair Butler y Gary Dauberman. Elenco: Ella Rubin, Michael Cimino, Odessa A’zion, Ji-young Yoo, Belmont Cameli, Maia Mitchell, Peter Stormare, Tibor Szauervein, Lotta Losten y Mariann Hermányi. Fotografía: Maxime Alexandre. Música: Benjamin Wallfisch. Duración: 103 minutos. Apta para mayores de 16 años. En cines.