Desde el primer instante en el que Guillermo Coppola se acomoda la corbata y se sienta en el escritorio de su oficina en Nápoles, el magnetismo es indiscutible, atrapante. Y a lo largo de los seis episodios de Coppola, el representante, Juan Minujín consigue que esa sensación inicial se convierta en una certeza.
Allí radica el principal atributo de la miniserie a cargo de Ariel Winograd, director y showrunner de la producción estrenada en Star+ el pasado 15 de marzo. Sin embargo, decir que el protagonista de esta serie se roba la historia de uno de los personajes más fascinantes y desenfadados de la cultura pop argentina no alcanza. Incluso puede ser injusto con el resto de condimentos que hacen de este uno de los estrenos más resonantes de la ficción argentina de los últimos años.
Es que más allá de la capacidad interpretativa del actor, lo que logran los cortísimos –en el mejor de los sentidos– seis episodios de la gran novedad de la plataforma de Disney es crear un universo propio. Uno en el que las anécdotas que el Coppola de carne y hueso ha contado hasta el hartazgo cobran vida y, al mismo tiempo, evidencian las contradicciones de un tipo simpático y entrador como pocos, pero también mitómano y embustero.
Con un guion que juega abiertamente con esa idea de que, a veces, la realidad supera a la ficción, la miniserie logra ir más allá de la veracidad del relato biográfico y se convierte en una plataforma en la que la ficción interviene explícitamente sobre un relato basado en hechos verídicos.
¿Dónde termina lo uno y empieza lo otro? ¿Cómo hizo Coppola para atravesar situaciones cercanas a la comedia costumbrista y al mismo tiempo superar eventos cuanto menos traumáticos? Desde un falso videoclip hasta fragmentos propios del lenguaje youtuber, todo sirve para apuntalar un personaje que no tiene límites a la hora de la fantasía. Y que, por caso, tiene muchos puntos de contacto con el protagonista de la película El gran pez.
Esa cualidad se potencia con un cúmulo de vivencias que, exageradas o no, desde hace tiempo convirtieron a Guillermo Coppola en mucho más que “el mánager de Diego Armando Maradona”. De hecho, la ausencia del ídolo al que “Guillote” le dedicó buena parte de su vida es clave para no desviar el foco. Aunque su presencia indirecta es constante (y necesaria, claro), que el “10″ permanezca en las sombras termina siendo una gran virtud para que la complejidad del propio Coppola tome por asalto la pantalla.
Entre el cielo y el infierno
Con actuaciones destacadas de Mónica Antonópulos (Amalia “Yuyito” González), Santiago Bande (un brillante Guillermo Coppola joven), Alan Sabbagh (“Marianito”), Anna Favella (Doménica), Adabel Guerrero (Alejandra Pradón), Nicolás Mateo (Mariano Cúneo Libarona) o Gerardo Romano (Monaldi), la serie condensa además a gran parte del jet set de la década de mediados de los ‘80 y de la vertiginosa década de 1990. Así, el entorno amplía el colorido de un personaje capaz de resistir casi cualquier archivo y de resultar querible en su propia miseria.
De hecho, a medida que avanza la historia esa dualidad entre lo jocoso y lo lastimoso, entre la abundancia material y la carencia emocional, se profundiza. Por momentos, la vida de “Guillote” parece un sueño hecho realidad, pero también hay muchas pesadillas acechando a ese porteño que, desde el modesto hogar familiar de Tacuarí 1593, llegó a la cima del mundo para luego caer al más profundo de los infiernos.
Que Coppola, el representante sea capaz de retratar ambos extremos sin caer en la trampa de quedarse con uno u otro como saldo unívoco es otro de los mayores aciertos de la producción de Star+. Esa capacidad de moverse cómodamente entre el triunfo y la desgracia es la consecuencia lógica de haber abordado esta historia como una aventura lúdica y no como un relato estrictamente pegado a la versión de los hechos del protagonista.
Así, Winograd y su equipo logran sumar capas y capas de sentido sin dejar de lado los condimentos propios de una vida película. Con diferentes experimentos narrativos y varios detalles a nivel producción que seguramente veamos replicados en futuros títulos, la serie tiene todo para convertirse en un clásico de culto en un momento histórico en el que lo falso y lo verdadero se baten a duelo a toda hora y en todo lugar.
PARA VER “COPPOLA: EL REPRESENTANTE”
Estrenó el 15 de marzo en Star+. La seria cuenta con seis capítulos y está protagonizada por Juan Minujín como Guillermo Coppola, Mónica Antonópulos como Yuyito González, María del Cerro y Federico Barón como Karina Rabolini y Daniel Scioli, entre otros.