El director Francis Ford Coppola recibió este viernes el premio Razzie (popularmente conocidos como los anti-Óscar) a Peor director por su película Megalópolis (2024). Al recibir su distinción, el cineasta no dudó en lanzar duras críticas a Hollywood, destacando que decidió “no seguir las reglas cobardes” impuestas por la industria cinematográfica.
Los Razzie, una ceremonia que otorga premios a lo peor del cine del año, celebraron este viernes su edición número 45, donde Coppola no solo fue galardonado como peor director, sino que Madame Web (2024) se alzó con el premio a peor película.
También fueron premiados Jerry Seinfeld como peor actor por Unfrosted (2024), y Dakota Johnson como peor actriz por su papel en Madame Web.
La película Megalópolis recibió un total de seis nominaciones, incluidas las de peor película, peor guion, peor pareja de reparto y dos nominaciones a peor actor secundario. En esta última categoría, Jon Voight fue reconocido con el Razzie, superando a su compañero de reparto, Shia LaBeouf.
A través de un comunicado en su cuenta de Instagram, Coppola expresó sentirse “emocionado de aceptar el premio Razzie”.
Asimismo, subrayó que considera un “honor” haber sido nominado en las categorías de peor director, peor guion y peor película, especialmente en un momento en que “tan pocos tienen el valor de ir contra las tendencias dominantes del cine contemporáneo”.
El veterano cineasta, quien ha ganado cinco premios Óscar a lo largo de su carrera, aprovechó esta oportunidad para criticar fuertemente a Hollywood: “En este mundo hecho trizas, donde al ARTE se le ponen calificaciones como si fuera lucha libre profesional, elegí NO seguir las reglas cobardes impuestas por una industria tan aterrorizada por el riesgo”.
Coppola, de 85 años, afirmó que la industria actual “quizá no logre crear películas que sigan siendo relevantes y vibrantes dentro de 50 años”, a pesar del “enorme talento joven a su disposición”.
Para concluir, expresó su agradecimiento a todos los colaboradores de Megalópolis, y recordó que la taquilla “solo trata de dinero” y que, al igual que la guerra, la estupidez y la política, “no tiene un verdadero lugar en nuestro futuro”.