Así como Borges imaginó el infinito comprimido en un sótano porteño, el artista estadounidense Richard McGuire condensó el tiempo en el rincón del living de una casa de Nueva Inglaterra en Aquí (2014), su aclamada novela gráfica. Una década después Robert Zemeckis lleva la propuesta al cine en la película del mismo nombre, con no menos desafíos técnicos y narrativos.
En semejanza con el libro, durante casi todo el largometraje la cámara permanece fija en ese ambiente arquitectónico en el que siempre se ve una ventana a la calle, un hogar de chimenea y un suelo de parqué, pero al que van habitando distintas personas y mobiliarios con dinámica vivacidad a lo largo del continuum cronológico. Así, si bien la historia se concentra en el matrimonio de siglo 20 que conforman Richard (Tom Hanks) y Margaret (Robin Wright), el marco se extiende a varias familias que vivirán y vivieron allí llegando a abarcar a una pareja de indígenas y hasta dinosaurios que pasaron por el lugar cuando la casa aún no existía.
Aunque Zemeckis respeta el concepto de captar la amplitud universal con recursos mínimos, se ve impelido a constreñirse a las cuatro paredes de un guion narrativo que McGuire no había tenido que imaginar y que el realizador escribió junto a su colaborador Eric Roth. De esa manera el filme desarrolla la convivencia troncal entre Richard y Margaret, que comparten la casa primero con los padres de él (Paul Bettany y Kelly Reilly) y más tarde con sus hijos, mientras todo a su alrededor cambia una y otra vez en ese elegante comedor de clase media.
Partos, despidos, goteras, muertes, hipotecas y separaciones ocurren bajo el mismo techo, a medida que los protagonistas envejecen y reconocen que “el tiempo se vuela”. De hecho uno de los ejes de la película son los sueños postergados, en tanto marido y mujer asumen tardíamente que no hicieron lo que más querían por la necesidad de ganar dinero o por sostener al clan. De cualquier modo hay también espacio para bailes, bromas o juegos en donde los personajes se exhiben luminosamente felices, a la vez eternos y fugaces.
Podría decirse que Aquí sintetiza en simultáneo las casi cinco décadas de carrera de Zemeckis, en tanto en ella caben la tematización temporal de Volver al futuro, el retorno de Hanks y Wright tras su trabajo en Forrest Gump (que guionó asimismo Roth) y las innovaciones digitales de El expreso polar, Los fantasmas de Scrooge o Beowulf. Los actores se sometieron en ese sentido a un proceso de rejuvenecimiento en tiempo real generado por inteligencia artificial, que permite mostrar a Hanks y a Wright en versiones adolescentes. La rigurosa combinación con el maquillaje, el vestuario y la peluquería hizo posible el salto entre épocas, que los intérpretes debieron acompañar emulando los comportamientos y posiciones físicas de cada edad.
Esa condición sumada al hecho de que las escenas debían filmarse sin cortes (Zemeckis usa cuadros semejantes al cómic para hacer la transición gradual entre escenas) llevó al director al reconocer que este fue el filme más complejo de su trayectoria. También dijo que no podría haberse rodado hace cinco años, en tanto el “maquillaje digital” –que Scorsese implementó de manera incipiente en El irlandés (2019)– no había alcanzado en ese entonces la sofisticación actual.
Instancia cósmica
Si al leer Aquí Zemeckis supo instantáneamente que tenía un filme entre manos, a Hanks le costó más entender de qué iba esa obra sin narración aparente. “Tuve que leer la novela gráfica como cuatro veces antes de captar lo que estaba contaba, y es que es un relato visual. Pero una vez que le saqué las fichas me explotó la cabeza. Me impactó cómo esta historia incluye las existencias de numerosas familias y el transcurso de cientos de años, porque vuelve atrás en el tiempo, y me topé con este gran dilema cuando la gente me preguntaba ‘¿En qué estás trabajando, Tom?’. Yo les decía, bueno, estamos haciendo con Bob (Zemeckis) esta película que se llama Aquí. Y caí en la cuenta de que esa era la respuesta, el filme es sobre el ‘aquí’. El tema es que la vida sucede aquí”, le dijo Hanks a NPR.
Y concluyó: “Voy seguido a Grecia. Periódicamente, me encuentro allí parado sobre un suelo de piedritas en una playa, y estoy mirando una isla por sobre la extensión del agua, y no diviso ningún signo de modernidad. Todo lo que veo es cielo, mar y tierra. Y sé que estoy parado en un sitio donde alguien más estuvo parado alguna vez, pastoreando ovejas, bebiendo vino, haciendo el amor, matando a otro en una batalla. Y que esa vista que tengo al frente no ha cambiado en 15 mil años. Siempre me siento embargado por esa instancia cósmica de decir, ‘estoy parado aquí donde otro estuvo, y todo lo que esa persona pensaba era ¿qué haré mañana?’. Y eso es así en cada centímetro cuadrado de nuestro planeta”.
Para ver
Aquí. EE.UU., 2024. Guion: Eric Roth y Robert Zemeckis. Dirección: Robert Zemeckis. Con: Tom Hanks, Robin Wright y Paul Bettany. Duración: 104 minutos. Clasificación: Apta para todo público. En cines.