Si Hollywood quiere levantar la alicaída taquilla mundial, Una película de Minecraft no es el camino que tiene que tomar. Otra vez invierte millones de dólares en un producto banal, sonso, torpe, sin ninguna escena emocionante y con la estructura argumental de siempre: la de la aventura de unos personajes que van a otro mundo a salvar a uno de los suyos.
La película dirigida por Jared Hess es la versión live action del videojuego de origen sueco más vendido de todos los tiempos, creado por Mojang Studios. Hay cinco guionistas (Chris Bowman, Hubbel Palmer, Neil Widener, Gavin James y Chris Galletta) y está protagonizada por Jack Black y Jason Momoa, quienes se encargan de hacer el ridículo (a pesar de la onda que le ponen) con sus morisquetas habituales y con chistes sin gracia (el humor más efectivo es el de los personajes secundarios).
Hasta el público conocedor del videojuego se sentirá decepcionado con la infantilización que sobrevuela por la historia, que no hace más que subestimarlo. Sin embargo, es fácil entrar en ese mundo cúbico, en el que todo tiene forma cuadrada y en el que la creatividad es la tarea principal para sobrevivir y pasarla bien.
En el mundo de Minecraft hay tres dimensiones: Overworld, Nether y el mundo real. Y es Steve (Black) quien se encarga de descubrir el cubo que lo transporta a Overworld mediante un portal, pero también a Nether, donde se encuentra Malgosha (voz de Rachel House en la versión original) y sus Piglins (unos cerdos guerreros con forma cúbica, claro), quienes a toda costa quieren el Orbe mágico para conquistar Overworld y destruir la creatividad que hay en él.
Mientras tanto, en el mundo real, vemos al desgraciado Garrett “El hombre de la Basura” Garrison (Momoa), un excampeón de videojuegos Arcade que tuvo su momento de gloria en 1989 y que ahora atraviesa una mala racha desesperante. La fecha que el personaje de Momoa recuerda con nostalgia no es caprichosa, porque la película se va a inclinar en todo momento por el toque vintage y retro.
Lo bueno es que el director distingue cuándo el mundo era mejor (es decir, cuando nos reuníamos a manera de ritual feliz en un local de videojuego para divertirnos). En esos breves pasajes, el filme cobra cierta fuerza. También suma puntos cuando aparecen los personajes secundarios, tanto la mujer interpretada por Jennifer Coolidge como el de cabeza cuadrada que se enamora de ella. Lo más gracioso es la escena poscrédito entre ellos dos.
Pero cuando entran en acción el adolescente Henry (Sebastian Hansen), su hermana Natalie (Emma Myers) y Dawn (Danielle Brooks), quienes junto a Garrett tienen que salvar a Steve y a su perro Dennis, la película se convierte en el típico producto de fórmula.
Otro acierto quizás sea esa distinción entre el mundo malo y el bueno, resaltando que, en el mundo bueno (Overworld), la creatividad es fundamental para vivir mejor, y subrayando con trazo grueso que siempre es más difícil hacer esto que destruir, como lo hace Malgosha desde el Nether.
De todas maneras, la historia no llega tocar la fibra del fan ni mucho menos la del neófito. Los efectos especiales están hechos como con una computadora vieja y Momoa y Black están insoportables con sus expresiones sobresaturadas de histrionismo vacío, redondeando una película sobre el poder de la creatividad sin creatividad.
Para ver Una película de Minecraft
A Minecraft Movie, Estados Unidos / Suecia, 2025. Aventuras, Acción, Comedia. Dirección: Jared Hess. Guion: Chris Bowman, Hubbel Palmer, Neil Widener, Gavin James y Chris Galletta. Elenco: Jason Momoa, Jack Black, Sebastian Hansen, Emma Myers, Danielle Brooks, Jennifer Coolidge, Rachel House (voz), Jemaine Clement (voz), Hiram Garcia y Mark Wright. Fotografía: Enrique Chediak. Música: Mark Mothersbaugh. Duración: 101 minutos. Apta para todo público (con leyenda). En cines.