Cuando algo no está bueno, en Argentina solemos decir que es una “boludez”. No es una mala palabra ni una expresión guaranga como muchos creen (algo que sabemos, al menos, desde la famosa conferencia de Roberto Fontanarrosa en el Tercer Congreso de la Lengua Española), y lo aclaramos para decir, justamente, que Los 4 Fantásticos: primeros pasos, la nueva película de Marvel, es una boludez monumental (agregamos “monumental” por el enorme presupuesto y el despliegue técnico).
Vean si no: Marvel y Disney vuelven a insistir con el tema de la familia, de su importancia, de la necesidad de salvarla. En principio no está mal, ya que es un tópico clásico que busca funcionar como mensaje ejemplar. El problema es que, una vez más, aparece desprovisto de sustancia o de una explicación (en los términos que una película de superhéroes puede permitirse) que justifique por qué hay que defenderla, de qué exactamente o de quiénes (más allá de los villanos que presenta, claro), lo cual resulta sospechoso y hasta un poco ridículo.
Y quizás no dice nada profundo porque ni quienes hacen estas películas saben muy bien por qué defienden tanto a la familia. Más bien parece un gesto automático, un mandato cultural que se repite sin pensar, en el que la familia representa un valor incuestionable, impuesto por un discurso de poder que nadie en Marvel se detiene a revisar, y que, en este caso, además, cuenta con el detalle supuestamente distintivo de una estética retrofuturista para disimular que el mensaje es el mismo de siempre.
La trama de “Los 4 fantásticos”
En la película dirigida por Matt Shakman (y escrita por un sinfín de guionistas, basados en los cómics de Stan Lee y Jack Kirby) hay una intención clara de adentrarse en el drama familiar. Después de todo, se trata de la “primera familia” de Marvel, y la empresa parece decidida a rendirle homenaje, no solo con citas a los cómics originales, sino también con guiños a la serie animada que los hizo populares.
En una cena entre los cuatro protagonistas, Sue Storm / Mujer Invisible (Vanessa Kirby) y Reed Richards / Sr. Fantástico (Pedro Pascal) les anuncian a Johnny Storm / Antorcha Humana (Joseph Quinn) y a Ben Grimm / La Mole (Ebon Moss-Bachrach) que están esperando un hijo, en un comienzo intimista que se parece más al de un drama romántico que al de una película de superhéroes.
Antes, un programa de televisión explica cómo, cuatro años atrás, durante una misión espacial, los Cuatro Fantásticos fueron afectados por rayos cósmicos y adquirieron sus superpoderes, y cómo desde entonces se convirtieron en los guardianes de la humanidad. Pero la calma se rompe cuando aparece Silver Surfer (Julia Garner) con un mensaje apocalíptico: la Tierra ha sido elegida para ser destruida por Galactus (Ralph Ineson), el devorador de planetas.
Y ahí surge otro de los problemas: para las películas más rancias de Marvel, la humanidad y la Tierra son Nueva York. Ese será el escenario inverosímil del enfrentamiento con Galactus, quien propone salvar el planeta a cambio del hijo recién nacido de Sue y Reed, ya que ve en él un poder extraordinario.
Por supuesto, Sue se niega, aunque Reed duda. Y es en ese pequeño momento de tensión donde la película insinúa algo interesante: la posibilidad de que el científico cuestione, aunque sea por un instante, el mandato absoluto de proteger a la familia. Pero enseguida todo vuelve a la fórmula de siempre: efectos especiales sin sorpresa, una batalla final en Times Square sin épica ni emoción, y un cierre narrado con un esquematismo torpe y manipulador.
Eso es Los 4 Fantásticos: Primeros pasos: una excusa argumental (la del bebé y la familia) envuelta en estética retro/vintage, pensada para presentar a estos nuevos personajes en una película que finge novedad pero que no ofrece más que una historia de superhéroes gastada e insustancial.
Para ver “Los 4 Fantásticos: primeros pasos”
The Fantastic Four: First Steps, Estados Unidos, 2025. Acción. Dirección: Matt Shakman. Guion: Josh Friedman, Eric Pearson, Ian Springer y Jeff Kaplan, basado en los cómics de Stan Lee y Jack Kirby. Elenco: Pedro Pascal, Vanessa Kirby, Ebon Moss-Bachrach, Joseph Quinn, Ralph Ineson, Julia Garner, Natasha Lyonne, Paul Walter Hauser, Sarah Niles, Mark Gatiss, Matthew Wood y Ada Scott. Fotografía: Jess Hall. Música: Michael Giacchino. Duración: 115 minutos. Apta para mayores de 13 años. En cines.