Recientemente, la revista inglesa Deadline publicó una lista con los cinco peores fracasos en taquilla de 2024. La lista tuvo en cuenta el costo total de la producción y lo comparó con los ingresos en taquilla, sumado a los adquiridos por visualizaciones en plataformas de streaming como Disney+ o Max, entre otras.
En el quinto lugar de la lista está Kraven el Cazador (2024; dir. J.C. Chandor), distribuida por Sony Pictures. La película narra los orígenes de uno de los villanos más icónicos de El Hombre Araña. El filme representó una perdida de $71 millones de dólares para Sony Pictures, su productora.

Esta no es la primera vez que Sony publica un largometraje de este estilo: el llamado “Universo Sony de Spiderman” cuenta con seis películas, siendo la primera Venom (2018; dir. Ruben Fleischer). Esta última tuvo dos secuelas, a las que posteriormente se les sumaron Madame Web y Morbius. Todas, invariablemente, resultaron un rotundo fracaso en taquilla. Sin embargo, Kraven tuvo la peor recaudación de todas, alcanzando apenas $25 millones de dólares en la primera semana de salida.
Terminó recaudando (sumando los ingresos de plataformas de streaming) 120 millones de dólares. Frente a un costo total de 191 millones, es seguro decir que no volveremos a ver más inserciones a este intento de expandir el universo de Spiderman.
Cuando le preguntaron al entonces CEO de Sony Pictures Tony Vinciquerra por su plan para el futuro del universo, culpó a las redes sociales de condenar la película. “Si sacamos otra, será destruida, no importa que tan buena o mala sea”.
El gran proyecto de Francis Ford Coppola
Al cuarto lugar de la lista lo ocupa el filme “Megalopolis”, del prestigioso director Francis Ford Coppola. La salida de esta película fue todo un evento. La campaña publicitaria se basó más en el currículum de Coppola (con clásicos eternos como El Padrino o Apocalipsis Now) que en el contenido del filme en sí.

La película quizás pecó de ambiciosa. Ni los críticos que la vieron en el festival de Cannes del año pasado ni la audiencia pudo terminar de entender el argumento del largometraje. El mayor impacto cultural que tuvo fue su peculiar estilo de edición, que creó un formato viral de memes durante algunas semanas posteriores al estreno. Fue duramente criticada, con un aplastante 35% de reseñas positivas en el sitio web rottentomatoes.
En cuanto a la taquilla, obtuvo apenas 28.7 Millones en la semana de salida, recaudando en total 70.5 millones de dólares. En su producción, contando los costos de desarrollo y publicidad, se gastaron unos 146 millones; resultando en una pérdida de 75.5 millones de dólares.
Todo esto parece importarle poco al director, quien desde su cuenta de letterboxd (red social de reseña de películas) puntuó Megalopolis con 5/5 estrellas.

Chocando el videojuego
La tercera película de esta lista es Borderlands (2024; Eli Roth). Esta producción sigue la tendencia cinematográfica actual de adaptar videojuegos a la pantalla grande. El caso más reciente es la película del videojuego más vendido de todos los tiempos, Minecraft. En este caso le tocó al videojuego homónimo desarrollado por Gearbox Software, muy popular en su salida en diciembre de 2009.
La película, incluso contando con la leyenda del cine Jamie Lee Curtis (Actriz de Halloween, Prom Night, entre otras), no cumplió con la marca dejada por otras adaptaciones como Sonic la película o Super Mario Bros. La película.
Borderlands, como las demás del género, cuenta con un uso constante de Animación por Computadora, lo que elevó enormemente los costos de producción. Además, la campaña de marketing fue extensa, ya que se asoció a un producto preestablecido. Terminó costando 184 millones de dólares. Contra una ganancia de 100 millones, dejó una pérdida de 84 millones de dólares para Lionsgate, la productora de la película.

El CEO de Lionsgate, Jon Feltheimer, expuso que con respecto al lanzamiento que “todo lo que pudo salir mal, salió mal”. Confesó que la tuvieron demasiado tiempo en el horno durante la pandemia, y que al salir no cumplió las expectativas.
Mad Max no siempre funciona
El segundo puesto lo ocupa dolorosamente Furiosa: de la saga Mad Max. La película lo tuvo todo para triunfar. Contó con un elenco reconocido, protagonizado por estrellas como la argentina Anya Taylor Joy (Last Night in Soho, Gambito de Reina) o el australiano Chris Hemsworth (Thor en el Universo Cinematográfico de Marvel), y expandió sobre un universo conocido del cine, como lo es Mad Max.

El motivo de su fracaso quizás radica en que era demasiado parecida estéticamente a su predecesora: Mad Max: Fury Road. O también a que ya habían pasado nueve años de la salida de esta, habiéndose perdido el interés por el camino.
En internet, la discusión se polarizó entre los fanáticos que la defendieron como una gran adición a la franquicia (y como una película sobresaliente, en general) y los más conservadores, que criticaron la película (generalmente sin verla) por ser “demasiado woke”.
Sin embargo, la realidad parece ser que nadie estuvo muy interesado en la película debido a una deficiente campaña de marketing, que se basó principalmente en movimientos de relaciones públicas que no le hablaron a nadie en particular, y que poco demostraron de la calidad de la película en sí. Esta fallida campaña publicitaria costó 108 millones de dólares (la más cara de la lista) y se sumó a los 168 millones que costó la producción de la cinta.
Si le sumamos algunos costos de distribución, llegamos a un total de 330.6 millones de dólares en costos, contra unos (nimios en comparación) 211 millones en ganancias. Cabe añadir que la productora Warner Brothers retiró Furiosa de los cines apenas dos semanas después de su lanzamiento, impidiendo que la película adquiriese popularidad de boca en boca. Sea como sea, esta nueva entrega de la saga Mad Max dejó a Warner Brothers una pérdida de 119.6 millones de dólares.
Un primer puesto cantado
Llegando al primer puesto, nos encontramos con Joker: Folie À Deux.
Joker (2019) fue durante mucho tiempo la película +17 más taquillera de la historia (superada recientemente por Deadpool y Wolverine). Con dos Oscars en el bolsillo, uno por “mejor actor principal” para Joaquin Phoenix y uno a “mejor banda sonora”, y un astronómico ingreso de mil millones de dólares en ingresos, una secuela era algo casi seguro.
Esta continuación de la historia de Arthur Fleck alias el Joker, archienemigo de Batman, buscó experimentar con el género, convirtiendo esta secuela en un musical. El director de la película justificó el cambio como una herramienta para adentrarse más en profundidad en la retorcida mente del protagonista: “La música puede capturar emociones de una manera que el diálogo a veces no puede”.
La película fue durísimamente criticada tanto por la audiencia como por la crítica especializada, siendo el sentimiento general el de una “traición” por parte de Phillips. No solamente por el cambio de género narrativo; sino también porque, al final de la película, se confirma que su protagonista no es realmente el príncipe payaso del crimen, sino meramente alguien que inspiró al famoso villano de Batman.
En términos de ganancia, obtuvo 227 millones de dólares. 800 millones menos de lo que recaudó su predecesora. En cuanto a costos, la película demandó 200 millones para producirse (la más cara de la lista), que se sumaron a una extensa campaña de marketing, que apuntó a atraer a los fanáticos de la primera cinta. Llegando así a unos 327 millones de dólares en costos de producción.
Ni Lady Gaga pudo salvar esa catástrofe: la película perdió 144.3 millones de dólares.