El actor británico Terence Stamp, recordado por sus papales de villano complejo -incluido el de General Zod en las primeras películas de Superman- falleció este domingo.
El deceso del actor, que tenía 87 años al momento de su muerte, fue divulgado en un aviso de defunción publicado en línea.
Stamp, nacido en Londres, comenzó su carrera cinematográfica con Billy Budd de 1962, una película marítima por la que obtuvo una nominación al Oscar.
Los seis décadas de Stamp en el negocio estuvieron salpicadas de momentos destacados, incluyendo su conmovedora interpretación de la transexual Bernadette en Las aventuras de Priscilla, reina del desierto, de 1994. Stamp también fue ampliamente elogiado por su papel principal en el drama criminal de 1999 del director Steven Soderbergh, Vengar la sangre.
Sin embargo, es su interpretación del barbudo Zod en Superman, de 1978, y en su secuela Superman II, dos años después, lo que la mayoría de la gente asocia con Stamp.
Como el archienemigo kryptoniano del Hombre de Acero de Christopher Reeve, Stamp introdujo un elemento más oscuro y encantador —más humano— a la franquicia, algo que ha sido replicado en innumerables películas de superhéroes desde entonces.
Stamp comenzó su carrera actoral en el ámbito teatral a finales de la década de 1950, donde actuó en teatro de repertorio y conoció a Michael Caine, quien era cinco años mayor que él. Ambos vivieron juntos en un apartamento en el centro de Londres cuando buscaban su gran oportunidad.
A partir de su actuación en Billy Budd, Stamp se embarcó en una carrera que, en los primeros años de la década de 1960, lo vería formar parte del movimiento de los “jóvenes airados” que estaba introduciendo un elemento de realismo social en el cine británico. En ese contexto, Stamp aprendió de algunos de los actores más experimentados de la era clásica, incluyendo a Laurence Olivier.
Eso fue quizás más evidente en la adaptación de 1965 de la inquietante novela debut de John Fowles, El coleccionista, donde interpretó al torpe y solitario Freddie Clegg, quien secuestró a Miranda Grey, interpretada por Samantha Eggar, en un intento retorcido de ganar su amor. Fue una actuación que le valió al joven Stamp, recién salido de su nominación al Oscar, el premio al mejor actor en el Festival de Cine de Cannes de 1965.
Su carrera tuvo un pequeño paréntesis desde finales de la década de 1960 después que no consiguiera el papel de James Bond para reemplazar a Sean Connery.
Su regreso tomó la mayor parte de una década, y fue el inesperado papel de General Zod lo que lo trajo de vuelta a la luz pública. Su carrera, en la que también interpretó el papel de Finis Valorum, el canciller supremo de la República Galáctica, en la primera precuela de Star Wars de 1999, La amenaza fantasma, terminó con el thriller psicológico de 2021 El misterio de Soho.