La frase atribuida a Woody Allen de que la comedia es “tragedia más tiempo” halla un ejemplo concreto en Derek Cianfrance, que después de haber filmado unos dramas destacados en la década que pasó (Blue Valentine, The Place Beyond the Pines, La luz entre los océanos) regresa con la verídica Un buen ladrón, donde se mezclan el policial risueño y los embrollos románticos.
Jeffrey Manchester (Channing Tatum) es un padre tan obsesionado por contentar materialmente a su hija y a su esposa que se dispone a asaltar un McDonald’s tomándose el cuidado de no agredir a nadie. “Buenos días”, les dice a los trabajadores a los que encierra para sustraer el dinero luego de haberse colado por la terraza del negocio ameritando el apodo definitivo de “roofman” por el que se lo conocerá.
Pero eso no es lo que le interesa exhibir a Cianfrance sino lo que sucede a continuación, cuando habiendo perpetrado varias decenas de hurtos con el mismo modus operandi, caído en manos de la policía, sido sentenciado a prisión y huido de manera picaresca Jeffrey se esconde en el interior de una gran juguetería para sortear a sus captores.
Un poco como en Rabia de Sergio Bizzio, el protagonista habita ese supermercado como un fantasma burlando la vigilancia de las cámaras y la supervisión diurna del encargado Mitch (Peter Dinklage). El conflicto se desencadena cuando en sus excursiones al afuera Jeffrey entabla un vínculo con Leigh (Kirsten Dunst), una empleada de la juguetería en la que deposita sus incansables ansias de contención paternalista.
Bajo el riesgo de ser apresado de nuevo mientras planea la escapada definitiva junto a su amigo Steve (LaKeith Stanfield), este “buen ladrón” se dedica a ofrendarle a Leigh y a sus dos hijas regalos cada vez más suntuosos rozando su ideal de familia perfecta.
No cuesta ver en el filme una mirada sarcástica sobre el capitalismo y sus desangelados locales de cadena, que Jeffrey subvierte para acometer las promesas irrealizables del mercado entendiendo que el robo es inocuo en esos casos. Pero hay algo forzado e inentendible en la conducta del antihéroe, que antes que un Robin Hood semeja ser un sociópata hogareño o un idiota habilidoso (varios gags confirman esa torpeza).
Sea como sea, Cianfrance reinventa aquí venturosamente sus tópicos trágicos (adopciones incómodas, amores contrariados, delitos altruistas) por más que esa libertad circunstancial no implique sino pasar de una cárcel a otra.
Para ver
Un buen ladrón. EE.UU. 2025.
Calificación: buena.
Guion: Derek Cianfrance y Kirk Gunn. Dirección: Derek Cianfrance. Con: Channing Tatum, Kirsten Dunst y Peter Dinklage. Duración: 125 minutos. Clasificación: Apta para mayores de 13 años. En cines.


























