Ayer estrenó Superman, una nueva versión del superhéroe más importante de DC Comics. Así, quedó inaugurada la cuarta era del personaje.
La primera etapa lo tuvo como protagonista a Christopher Reeve, desde el año 1978 hasta 1987. En ese periodo, se hicieron Superman: La película, Superman II, Superman III y Superman IV: En busca de la paz.
20 años después se retomó el personaje para realizar Superman Returns, dirigida por Bryan Singer. En el universo narrativo se considera que es una secuela directa de Superman II, ignorando las producciones hechas en 1983 y 1987.
La tercera etapa fue la de Henry Cavill como protagonista, bajo las órdenes de Zack Snyder. Esta era se centra en el universo cinematográfico de DC, con películas como El Hombre de Acero (2013), Batman vs Superman: El amanecer de la justicia (2016) y Liga de la Justicia (2017), dirigida por Zack Snyder, aunque con una versión posterior conocida como La Liga de la Justicia de Zack Snyder (2021).
Un nuevo comienzo para un clásico
La nueva entrega cinematográfica de Superman, el superhéroe que debutó en 1938 de la mano de Jerry Siegel y Joe Shuster, se estrenó con una propuesta que busca ser, en palabras de su director James Gunn, “una carta de amor a los cómics”.
El Universo de DC, o mejor conocido como DCU, es una franquicia de medios creada en 2022 por James Gunn y Peter Safran. Este universo es un reinicio del Universo extendido de DC y mostrará nuevas historias de los famosos personajes de los cómics. El primer gran proyecto del DCU será esta producción y más adelante llegarán más. Y sobre esto, el jefe de DC Studios aclaró cómo piensa el futuro de su nuevo universo cinematográfico.

Superman: Legacy (su título en inglés) es entonces la undécima película de acción real sobre el personaje y marca un nuevo comienzo dentro del universo DC. Bajo la dirección de Gunn –conocido por su trabajo en Guardianes de la Galaxia y El Escuadrón Suicida– la cinta propone una versión renovada del protector de Metrópolis, anclada en problemáticas muy actuales como la desinformación, el racismo y la polarización política.
“Si Guardianes de la Galaxia fue su carta de amor al cine, esta película es su carta de amor a los cómics”, expresó a la agencia EFE el actor David Corenswet, quien da vida al nuevo Superman. Con un aspecto físico que remite inevitablemente al clásico Christopher Reeve –alto, atlético, de pelo oscuro y ojos claros– Corenswet representa la imagen arquetípica del héroe creada por Shuster.

La cinta también marca el debut de Rachel Brosnahan como una decidida Lois Lane. Ambos actores coincidieron en que la película busca capturar no solo la estética y la narrativa del cómic, sino también la sensación de estar leyéndolo. “No solo los personajes, la trama o el mundo, sino esa experiencia de tomar un número, abrirlo y encontrarte en medio de la acción”, resumió Corenswet, quien se preparó durante más de un año para el papel.
Un Superman con los pies en la tierra
Gunn, fiel a su estilo, desarrolla a los personajes desde una mirada realista, casi psicológica. “Siempre empiezo preguntándome: ¿qué pasaría si estos personajes fueran reales? ¿Cómo se relacionarían con su entorno, con el gobierno, con su pareja?”, explicó a la mencionada agencia. Esa intención se traduce en una narrativa que mezcla acción, humor y temas sensibles que resuenan con la actualidad global.
Por otro lado, sobre el destino de DC Studios, dijo: “En cuanto al Universo DC en general, quiero que las películas y las series sean en su mayoría independientes. No quiero que todo dependa del otro. No lo veo como una larga historia donde todos tengan que absorber cada detalle. Lo veo como la creación de un universo, y luego la gente puede participar y contar pequeños fragmentos de la historia de todo ese universo“.

Lejos de ser una historia de origen tradicional, Superman: Legacy comienza tras el final de una historia anterior, lo que presupone un conocimiento previo del universo del personaje. Gunn apuesta por recrear la magia de los cómics con una estructura episódica, similar a la de una serie impresa, en la que el espectador es arrojado directamente al conflicto.
Como en toda historia clásica de Superman, no faltan elementos emblemáticos: Clark Kent, el Daily Planet, Metrópolis e incluso el entrañable Superperro, que en el filme cobra un rol central dentro del elenco. El villano de turno es Lex Luthor, interpretado por Nicholas Hoult, que en esta versión encarna a un perturbador político y propagador de noticias falsas.

El legado de un ícono
Para Brosnahan, uno de los factores que explica la vigencia del universo Superman es la multiplicidad de interpretaciones que la historia permitió a lo largo del tiempo. “Muchos artistas distintos han tomado la pluma y dibujado sus propias versiones. Esa flexibilidad lo hace eterno”, reflexionó.
El objetivo final, según Gunn, es que el público salga del cine con el deseo de “ser como Superman”. En este sentido, esta película se diferencia de entregas anteriores al presentar a un superhéroe más reflexivo, que no deja de volar pero que también tiene los pies en la tierra. Una versión que honra las raíces del personaje, pero que busca hacerlo relevante para una nueva generación.