Esta semana se estrenó en Disney+ Todo vale (All’s Fair), la última gran apuesta del genio televisivo Ryan Murphy (el mismo de Glee, American Horror Story y American Crime Story). En realidad, la plataforma subió los primeros tres episodios de una serie (ahora sumará uno cada martes) que tenía todo para provocar un sismo en el panorama televisivo. Anunciada a finales de 2023 como un “procedimiento para adultos, sexy, lujoso y de alta gama”, la serie se centra en un prestigioso bufete de abogadas de divorcios exclusivamente femenino.
El proyecto llamó la atención desde el principio, primero por su elenco estelar, que incluye a Glenn Close, a Naomi Watts, a Sarah Paulson, a Niecy Nash y a Teyana Taylor.
Sin embargo, a nivel mediático, el mayor impacto fue dado porque que el rol protagónico lo tiene Kim Kardashian, quien encabeza el reparto como Allura Grant, la poderosa y ambiciosa jefa de la firma.

Kardashian, una megaestrella de reality y magnate de negocios en el showbizz mundial, asumió este rol mientras, irónicamente, estaba por rendir el examen del Colegio de Abogados de California en la vida real.
La premisa de la serie se establece cuando Allura, Liberty (Watts) y Emerald (Nash), cansadas de no ser tomadas en serio por sus colegas “mayores, blancos y masculinos” en su antigua firma, deciden fundar su propio bufete de abogadas. Pero el drama personal golpea a la líder: el matrimonio de Allura se desmorona cuando su esposo, la estrella del fútbol americano Chase Munroe (Matthew Noszka) –que es un adicto al sexo–, le pide el divorcio tras embarazar a la recepcionista Milan (Taylor).

Las tensiones se disparan cuando Chase contrata a la némesis de Allura, Carrington Lane (Paulson), con quien arrastra una vieja historia de broncas y resentimientos desde hace 10 años, cuando trabajaban juntas.
Y como para coronar el laberinto profesional y emocional, Allura contrata como abogada para afrontar su propio divorcio a quien fue su mentora, Dina Standish (Close).
En ese escenario de divismos, peleas, enfrentamientos y lucha por el dinero, empieza a desentrañarse Todo vale.
La matriarca
La Voz participó vía Zoom de una conferencia de prensa con todo el elenco de Todo vale, en la que discutieron sobre la serie, la representación femenina y cómo equilibran sus vidas bajo el escrutinio público.
Glenn Close, que representa algo así como a la matriarca del grupo, explicó que fue necesaria una negociación para convencerla. Cuando Ryan Murphy la llamó para hablar de abogadas, Close le advirtió: “Yo protagonicé la serie Damage (2007), y no quería volver a hacer un papel como aquel”, refiriéndose al tipo de personaje que todo el mundo describiría como una “abogada arpía” que se “comporta como un hombre”. Murphy la tranquilizó: “No, no, vas a ser la matriarca, vas a ser la mentora”. “La promesa de que tendría ropa estupenda terminó por seducir”, dice a tono de broma la legendaria actriz.

Close reconoció que un elenco femenino tan fuerte es algo inusual en la televisión, y que al principio se sintió “un poco intimidada” por esta compañía. La ganadora de múltiples premios se sinceró sobre su propia experiencia con el divorcio y cómo encontró la sanación a través del trabajo. Close relató que fue a Inglaterra a rodar Sunset Boulevard por segunda vez como una forma de “sanarse” y de “descubrir si aún conservaba” su alma creativa, la cual sentía que había quedado “básicamente destruida”. Así descubrió que el “privilegio” de intentar “hacer justicia a cualquier personaje” que se le presentara es lo que la sostiene y le “llena el alma”.
Sobre cómo maneja el constante escrutinio público y el “ruido” mediático, Close adopta una estrategia simple: “Me voy a casa”. La protagonista de Atracción fatal (1987), de Las amistades peligrosas (1988) y, más cerca en el tiempo, de La buena esposa (2017) detalló que su truco es hacer su trabajo y luego irse con su familia. “Me voy a casa con mi nuevo nieto”, llamando a sus hermanas para hacer planes, buscando vivir su vida en su propia ciudad.

La antagonista
Sarah Paulson, quien interpreta a la despiadada y malhablada antagonista Carrington Lane, dejó claro su entusiasmo por seguir trabajando en el universo de Ryan Murphy. Paulson, quien creció siendo criada por una madre soltera y vio esa “fuerza, determinación y tenacidad” en su propia vida, valoró el hecho de que Murphy escribiera “papeles para mujeres que no tienen 12 años”.
Paulson, apodada “Carr,” se divierte interpretando a una “amenaza” para el bufete rival. El director de tres episodios y productor ejecutivo de la serie, Anthony Hemingway, confirmó, en diálogo con The Hollywood Reporter, que su personaje se inspira en la icónica Alexis Carrington, de Dinastía. La actriz también compartió el entusiasmo por el vestuario de la serie: “¡El vestuario es una locura!”, y confesó que moría por saber qué se pondría cada día.
Sin embargo, el punto central de su intervención fue la defensa de su coprotagonista, Kim Kardashian. Paulson describió como “inspirador” ver a Kim hacer malabares con la actuación, los estudios de Derecho, sus negocios y la maternidad mientras rodaban la serie.
Paulson, una actriz aclamada y de reconocida trayectoria, resaltó en el encuentro con la prensa la “dignidad, gracia, facilidad, alegría y humor” con que Kardashian manejó esta carga. Paulson recordó un momento que para ella fue particularmente revelador: después de terminar de filmar a medianoche, Kardashian no iba a poder dormir hasta tarde, ya que planeaba levantarse temprano para estar con sus hijos porque no tenía mucha ayuda por las mañanas. Para Paulson, verla manejar todo “con tanta elegancia, sin saltarse una línea y siendo siempre graciosa, fue una muy buena lección e inspiración”.
La novata dedicada
Kim Kardashian abordó abiertamente la presión de actuar junto con un elenco de “potencias”, en paralelo a su propio viaje en el campo legal. La decisión de estudiar Derecho no fue espontánea: su padre, Robert Kardashian, fue uno de los abogados más respetados de su época. Ella admitió que siempre fue la niña que se metía en su despacho para revisar fotos de la escena del crimen. Aunque su padre intentó disuadirla de seguir sus pasos debido al estrés, Kim cree que él estaría “orgulloso y tan feliz” de que finalmente su hija se hubiera convertido en abogada.
Kardashian ve su participación en Todo vale como una forma de animar a “las mujeres, o a las jóvenes que sueñan con ser abogadas o tener una carrera exitosa”, al tiempo que espera que la serie las haga sentir “más cómodas” y acompañadas. Su conocimiento personal de derecho de familia y divorcio le ayudó a aportar sus “conocimientos al personaje”.
Respecto de trabajar con actrices tan experimentadas, Kardashian fue humilde y pragmática. Entendió que su trabajo era “asegurarse de no hacer perder el tiempo a nadie y de llegar lo más preparada posible”. En la charla con la prensa, el resto del elenco fue tajante resaltando que ella no sólo lo cumplió, sino que, como atestiguó Glenn Close, incluso tenía sus “fichas de estudio para sus exámenes de Derecho” mientras se preparaban las cámaras. Naomi Watts y Niecy Nash-Betts también señalaron su “capacidad para hacer varias cosas a la vez” como algo “de otro nivel”.
Kardashian confesó el pánico que sintió cuando Glenn Close admitió haberse sentido intimidada al unirse: “Yo estaba muerta de miedo. Pensé: ‘¿Glenn Close se siente intimidada? ¿Qué... qué debería sentir yo?’”. Sin embargo, la celebridad mediática cree que el “crecimiento y la evolución” de su personaje se deben a haber tenido a las “mejores maestras del mundo” a su lado.
Y al reflexionar sobre el escrutinio público de su vida, Kardashian dejó una perspectiva de quien a esta altura está más allá del qué dirán. Agradeció tanto a quienes la han herido como a quienes la han apoyado, ya que ambos han contribuido a forjar su fortaleza y confianza. “Creo que cada persona que me ha hecho daño en el camino ha contribuido a que fuera fuerte y segura de mí misma. Cada persona que ha sido positiva y me ha apoyado y me ha mostrado el camino también me ha ayudado a evolucionar y crecer. Mis hermanas, mi familia, todos en el camino. Odio decir que no hay arrepentimientos porque, por supuesto, los hay..., pero, de verdad, estoy feliz de haber podido explorar diferentes trayectorias profesionales y de aprender en el proceso. Y he tenido la suerte de ver a estas mujeres increíbles desempeñar su trabajo impecablemente cada día, siendo las mejores en lo que hacen. Así que espero mejorar a lo largo de la temporada y que se note mi crecimiento, gracias a que he tenido a las mejores maestras del mundo”.
La hermandad
La idea de la hermandad y el apoyo fue un tema recurrente en la charla. Naomi Watts destacó que Ryan Murphy no tiene miedo de darles “papeles fenomenales a mujeres de cierta edad” y que, a diferencia de otros proyectos, aquí todas se “apoyan mutuamente”.
El tema del divorcio resonó profundamente en el elenco. Niecy Nash-Betts, quien se ha divorciado dos veces, compartió una lección crucial: “Realmente no conoces a nadie hasta que vives con esa persona o hasta que te divorcias”. Kim Kardashian, quien se divorció del polémico rapero Kanye West, complementó esta idea con una visión aún más incisiva: descubres quién es realmente una persona “cuando no consigue lo que quiere”. A pesar del dolor, que puede hacer que uno se sienta como un “fracaso”, todas coincidieron en que se aprende a estar bien y a descubrir quiénes son los verdaderos apoyos.
Kardashian reveló que la serie consultó con la aclamada abogada de derecho de familia Laura Wasser, quien de hecho fue la abogada de Kim en dos de sus propios divorcios. Wasser, cuyo padre también fue un abogado de divorcios, proporcionó una colección de historias anónimas que sirvieron de base para los casos complejos que se analizan en cada episodio.
Críticas duras
A pesar del elenco multiestelar y del sello de Ryan Murphy detrás, la recepción inicial de Todo vale en términos de crítica no fue buena. USA Today lo definió como “el peor programa de televisión del año”, sugiriendo que no es apto ni siquiera para el “disfrute por odio” (hate-watching).
The Guardian la tildó de “fascinantemente, incomprensiblemente, existencialmente terrible” e “imperdonablemente aburrida”.
Las críticas más encarnizadas apuntaron a Kim Kardashian. The Hollywood Reporter señaló que la actuación de Kardashian es “rígida y sin afecto”, lo cual es “exactamente lo que el guion, también rígido y sin afecto, se merece”.
Un crítico de The Times la describió como un “monumento repugnante a la misma codicia, vanidad y avaricia a la que supuestamente apunta”, en lugar de ser una “fábula feminista sobre abogadas con carácter”.
Ante este torrente de negatividad, el director Anthony Hemingway salió en defensa de la serie y de su estrella principal. Confesó que Todo vale representaba una oportunidad para alejarse de los “dramas oscuros y vanguardistas” que habían definido su trabajo, en favor de algo “decididamente más elevado y ‘comercial’”.
El director insiste en que el programa se debe ver como “entretenimiento” y “una comedia”, y en que no se puede esperar que una sola persona defina la totalidad de lo que es la serie.
Todavía hay siete episodios más para saber cómo los terminará recibiendo la audiencia.
Para ver
Todo vale, en Disney+. Creada por Ryan Murphy. Con Kim Kardashian, Glenn Close, a Naomi Watts, a Sarah Paulson, a Niecy Nash y a Teyana Taylor. Estrenaron 3 episodios, y se sumará uno cada martes. Son 10 capítulos en total.

























