A fondo, el título del show unipersonal de Camilo Nicolás, le hace honor al momento que atraviesa. Suena casi como los viejos locutores publicitarios de las bandas de cuarteto cuando enumera las fechas que tuvo recientemente y las que vendrán: “Hago un fin de semana en el interior de Córdoba y al siguiente, voy a otras provincias: estuve en San Juan y en Mendoza; después Río Segundo, Río Cuarto y Hernando, y la otra semana en Villa Mercedes, San Luis. Más tarde hago Villa María, Berrotarán, y viajo a Salta, Jujuy y Rosario de la Frontera...”.
En medio de esa vorágine, esta Semana Santa apuesta por quedarse en Córdoba capital para hacer cuatro funciones en el teatro Comedia de esta obra que es como un resumen de toda su carrera.
“Es el resumen de géneros en los que anduve estos 15 años: la improvisación de Los Pelafustanes, el stand up de Camilo y Nardo, y los tres años de comedia con Pedro Alfonso y su compañía”.
–¿Te sentís cómodo con todos estos Camilos distintos en escena?
–Me gusta darle a la gente el Camilo en diferentes géneros. Obviamente, estoy mucho más emparentado con la impro y con el stand up que con las escenas de comedia. No te digo que me cuestan, pero obviamente que una escena tiene un ritmo diferente a una interacción con el público por la espontaneidad que tiene la propia impro. La escena, quieras o no, termina siendo algo más más tranqui, más de prestar atención. Me gusta ese desafío de encontrarme a mí y también el desafío de mostrarle y de gustarle a la gente en otro lugar. Voy descubriendo un montón de cosas, momentos, silencios, que son cosas que para mí se aprenden justamente haciendo.
–¿Te fuiste de la compañía de Pedro Alfonso por una decisión tuya más que de ellos, no?
–Sí. Los tres años que estuve con Pedro los disfruté muchísimo, creo que artísticamente me despertó, entendí y aprendí un montón de cosas, y justamente por eso me dan ganas de en mi show también meter comedia. No quiero que haya sido solo un amor pasajero, sino que quiero sumarlo a una cuestión artística mía, generar una cuestión más teatral. Y así como no descarto en algún momento en mi vida hacer algo con Nardo (Escanilla), tampoco descarto hacer cosas con Pedro, porque han sido dos lugares donde me sentí muy cómodo, la pasé muy bien y no tendría drama de volver a hacerlo. Sí, estoy tan acostumbrado a laburar para mí y no para una compañía, que cuando estoy en grupo siento que me pierdo un poquito.
Vida personal
–¿Cuánto metés de tu vida personal en los monólogos? Hablás mucho de tu hija, y uno nunca sabe cuánto hay de autobiográfico.
–Siempre trato en mis shows de poner lo que me atraviesa. En este caso, la paternidad con la Pachula, que tiene casi 5 años, y el Lolito, que tiene casi 2. Es inevitable esquivarle el bulto. Me parecen temas preciosos con los cuales la gente se siente identificada. Y también es hacerme cargo de mis 41 años: hablo desde que salí la primera vez, me escabiaba y me encaraba una chica, hasta hoy, que ya tengo dos hijos.
–En pandemia tuviste una explosión muy grande en tus redes. ¿Cómo estás hoy con esas plataformas?
–En un punto decidí empezar a mostrar lo que hago arriba del escenario, por eso los cortes de algunas interacciones con el público, y también la gente desde ahí se prende justamente para ir al teatro y comprar una entrada. Ahora entró una veta muy linda que es la cuestión de la publicidad con sketch de humor. Y tengo dos propuestas para tener un programa diario de stream, y la idea también es empezar ya a hacer más contenido, apuntando también a entrevistas.
–En algún momento dijiste que querías tener tu propio streaming. ¿Sigue en pie eso?
–Justamente esa es la idea. Estamos terminándolo de armar y, si Dios quiere, yo creo que en dos meses más tarde estamos en las pistas. Hoy el stream siento que es un lugar que me contiene, tanto por las cosas que puedo hacer como por el vocabulario que puedo tener. Cuando hice tele y radio, nunca me terminé de sentir 100% cómodo por esas cuestiones.
–Hoy, en tu economía, ¿qué es más gravitante: los shows o las redes?
–Y... van muy en paralelo. En temporada obviamente el teatro siempre suma mucho más, pero hoy tengo a los dos a la misma altura. Gracias a Dios, muy bien.
Camilo Nicolás y la polémica con los premios Carlos
En el verano no pudo evitar (o no quiso) estar en el ojo de la tormenta con el tema de los premios Carlos. Camilo se quejó después de no haber sido ni siquiera nominado, alegando que había algo personal contra de él y contra el humor cordobés por parte del jurado. ¿Qué análisis hace ahora?
“La verdad es que no lo quise evitar. Después tuve la posibilidad de hablar con Sonia Camps (presidenta del jurado), y todo lo que dije se lo sostuve. Sí le pedí disculpas si en algún momento le falté respeto, se lo pedí delante del público y después ella vino a hablar en particular conmigo en el camarín y me pidió disculpas. Me dijo que la obra tendría que haber estado nominada”.
“Lo que pienso sobre el ninguneo al humor lo pienso hace mucho. Son varios años, no es una una reflexión que hice hace tres minutos. Pero se lo expliqué a Sonia, lo pudimos charlar y, gracias a Dios, llegamos a un acuerdo, de hecho quedó todo muy bien”.
–O sea que el año que viene tenés expectativa de que por lo menos vas a estar nominado.
–Si no me nominan, voy a decir que me tienen bronca; y si me nominan, es porque está arregladazo. ¡Nada va a sonar creíble! (risas). No, es que la no nominación la sentí como un ninguneo, una cagada de pedo. Y vos decís: ‘Retame de otra forma, no te metás con mi show’.
Para ver
Camilo Nicolás se presentará de miércoles a sábado, a las 21, en el teatro Comedia. Anticipadas, en ticketek.com.ar. Beneficio con Club La Voz: 2x1 todos los días.
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