¿Dos magos juntos en un mismo espectáculo? Sí, la propuesta de Willy Magia y el Mago Matus para este verano en Carlos Paz rompe con esa vieja imagen del mago como una figura solitaria, algo solemne y hasta vanidosa.
Los dos magos salen de los esquemas y aúnan sus fuerzas en Épico, un show esencialmente de magia dinámico y fresco, con pincelazos de humor y todo tipo de trucos, desde los grandilocuentes a los más pequeños y cercanos al espectador.
Los anfitriones tienen dos estilos distintos que se complementan muy bien. Matus va más por el lado del relato sensible que apela a la emoción, con esa máxima tan difundida de perseguir los sueños como guía para la vida.
Willy, en cambio, toca la cuerda de la gracia y el latiguillo veloz, algo que tiene aceitado y hace sumamente bien.
El espectáculo tiene un gran montaje de producción, tanto a nivel de pantallas (que de hecho rodean la sala del teatro Holiday) como de los distintos artefactos –algunos de cierta envergadura– con los que hacen sus trucos.
Al comienzo, hay un largo cuadro en el que ambos van interactuado con las pantallas, con imágenes de ellos mismos grabadas previamente, pero a la vez agregándole pequeños efectos de magia. Ingeniosa forma de usar el recurso.
Público y asistente
Como en casi todo espectáculo de magia, también hay mucha participación del público, con resultados sorprendentes. Por ejemplo, con un cuadro de “mentalismo” en espejo, en el que lo que le hacen a una de las personas que sube a escena repercute en el otro.
O hay otro que en esencia parece ser más “común y predecible” pero no hay nada más lejano: le hacen abrir la calculadora del celular a todos los presentes, y mientras dan cifras al azar que también van tirando personas del público llegan a un resultado tan inesperado como milimétrico. Asombroso.
Desapariciones de las clásicas asistentes femeninas de los magos, apariciones de objetos inesperados, un guiño al querido mundial de Qatar y una delirante máquina para viajar al futuro, se van sucediendo con fluidez en un show que no decae en ningún momento.
Hay un extra muy importante para una plaza como Carlos Paz, en la cual todos se pelean por asegurar cada vez que pueden que el suyo es un espectáculo “apto para toda la familia” (cuando en muchos casos no es así).
Este sí que es un show ATP con mayúsculas, en el sentido de que tanto adultos como niños se entretienen por igual la hora y 45 minutos que dura la función.
Es más, la verdadera gracia está en despertar en los grandes la inocencia del niño interior, logrando que todos salgan de la sala haciéndose la pregunta que cualquier mago en el mundo desea escuchar: ¡¿cómo diablos lo hacen?!
Para ver
Épico, con Willy Magia y el Mago Matus, en el teatro Holiday. De jueves a domingo a las 22. Entradas en autoentrada.com.