Estrenó en Teatro La Luna La Joaquina, un montaje conmovedor protagonizado por Alejandra Tortosa junto a Héctor Tortosa, bajo la autoría y dirección de Jorge Villegas. La obra se podrá disfrutar este domingo 8 de junio. Y sábados de julio.
Minutos antes de las 21, llegamos a la sala de teatro independiente La Luna, ubicada en barrio Güemes. Es imposible no notar las clases de boxeo al aire libre en la vereda de la calle Fructuoso Rivera, un contraste peculiar. A pocos metros, la puerta naranja destaca sobre el Pasaje Escuti y, al cruzarla, se revela un espacio lleno de vida, de historia y, sobre todo, de teatro.
Es el estreno de uno de los directores y dramaturgos cordobeses que no defrauda, Jorge Villegas a lo largo de su trayectoria se caracteriza por la investigación profunda y rigurosa de la historia argentina, porque logra mantener vivas las preguntas y sin detenerse en lo formal, su arte trasciende en búsqueda de hacer visibles aquellas fuerzas que nos dominan.
En esta obra, Villegas nos sumerge en la historia ficcional de Joaquina Alvear, meticulosamente basada en documentación. La protagonista, nacida en 1825, es hija de un funcionario de Rosas. Crece en el hogar junto a la hija del Restaurador, forjando una íntima amistad con Manuelita Rosas y la controvertida Camila O’Gorman. Joaquina desarrolla una pasión por los hechos históricos y la política, un amor por la libertad que le costará caro.
Su propio esposo, el comerciante Manuel de Arrotea, la confina en una casa a orillas del Paraná. Allí, Joaquina pasa casi diez años recluida en una habitación, con atenciones, pero sin poder salir. Sus cartas pidiendo socorro se acumulan mientras su salud mental se debilita. Declarada insana y despojada de sus bienes y recursos, solo al morir su marido recupera, por unos pocos años, su anhelada libertad.
Alejandra Tortosa encarna a La Joaquina en un pacto con el público, donde se anulan el tiempo y la muerte, ya sabemos que ella murió, pero cómo es posible en un presente teatral, ella ahora nos habla, camina y canta.
Joaquina renace ante nuestros ojos por un ratito e inevitablemente nos conmovemos. La actriz le da vida con sus rasgos, su deliciosa voz y el brillo en sus ojos, evocan una presencia cautivadora por momentos triste pero poderosa.
En cada escena sus gestos son como pájaros que salen volando de su rostro y se pierden entre los pliegues de las paredes. Santiago Pérez ha propuesto como escenografía un diseño simbólico donde el papel de las cartas que dieron cuenta de la experiencia de su encierro se ha convertido en su morada.
En la guitarra, otros instrumentos y en roles diversos, Héctor Tortosa se luce. Entre los artistas se teje un vínculo escénico admirable, un cruce perfecto entre el texto, la música y el cuerpo.
A pesar de lo extenso, el texto de La Joaquina nunca se siente pesado; fluye zigzagueante con detalles históricos y anécdotas con cierta humor manteniendo nuestra atención. Es una pieza sumamente disfrutable. Puede ser una excelente excusa para revisitar la historia de las mujeres en los procesos políticos del país, para preguntar cuánto y qué sabemos realmente de ellas.
La Joaquina también nos confronta con la amarga realidad de que, aún hoy, muchas mujeres enfrenten destinos de víctimas simplemente por ser mujeres.
Si bien esta propuesta continúa la serie de obras de teatro histórico y político de Villegas, esta es una indagación que se distingue porque bucea sobre la violencia machista. “Encontré este personaje y no pude soltarlo, quedé fascinado por el azar de cómo llegó esto a mí y pensé en una actriz inmediatamente y sumamos a su hermano, quienes juntos han llenado la obra de emoción” cuenta el dramaturgo y director.
En el vasto mosaico de narrativas actuales, La Joaquina es un motor para la reflexión. Confirma que el arte es un campo donde la exploración de “lo otro” es una constante, aunque a veces genere fricciones. En su universo hay miradas alternativas sobre próceres y héroes, con una relectura crítica de los cánones de la época y los mandatos sociales. En su texto reúne voces varias e incluye distintas dimensiones como la clase social, la etnia, la sexualidad, la cultura y cómo estas influyen en la vida de Joaquina.
Si hay algo que no deja de hablar es la historia, en definitiva, porque la historia no son los hechos, sino las palabras que los evocan y reconstruyen.
En este montaje las mujeres y sus pasiones, dicen presente.
Ficha Técnica de La Joaquina
En escena: Alejandra Tortosa y Héctor Tortosa
Escenografía: Santiago Pérez Asistencia de dirección: Fernando Rojas
Dramaturgia y Dirección: Jorge Villegas
Para ver La Joaquina
Las funciones se realizarán este domingo 8 de junio y sábados de julio a las 21 en el Teatro La Luna (Pasaje Escuti y Fructuoso Rivera, barrio Güemes).
Dado que la capacidad de la sala es limitada, se recomienda sacar las entradas con anticipación. Las entradas tienen un valor de $15.000 y puedes adquirirlas contactando al WhatsApp 351-6-681837.
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