2024 no fue un año más para Fátima Florez. La imitadora y actriz rompió su noviazgo con el presidente Javier Milei, se fue a montar su show en Las Vegas y luego quedó envuelta en cruces mediáticos con Yuyito González, actual novia del primer mandatario, con quien sigue manteniendo escarceos verbales cada tanto.
Todo esto fue como una montaña rusa para su perfil público, aunque ella optó por superar las polémicas enfocándose en lo que mejor sabe hacer: su trabajo.
Así regresó a Carlos Paz con 100% Fátima, un mundo “camaleónico, volátil y vertiginoso, un megashow que es pagar un ticket y ver 30 shows, algo que no pasa en cualquier lado”, como dice orgullosa.
“Me gusta poder como artista subirme al escenario y poder interpretar a mujeres tan distintas unas de otras en cuestión de segundos, cambiar mi interior y mi exterior, es un desafío que me gusta mucho y que al público lo enloquece”, cuenta entusiasmada, remarcando que la va a ver gente de absolutamente todas las edades, desde chiquitos con los padres hasta los abuelos.
Es la primera vez que está haciendo temporada como la obra principal del Luxor, el teatro más importante de la plaza, una cuenta pendiente en su carrera. “Un desafío muy lindo porque es un teatro muy imponente que de hecho se construyó específicamente para grandes shows como es el nuestro, con gran despliegue de luces, de sonido, de banda en vivo, de bailarines, de acróbatas. Yo ya entro volando en el cuadro de Taylor Swift, bajo volando y eso que tenía vértigo, pero dije ‘vamos con todo’”.
Y en escena la acompaña su amigo Marcelo Polino, con el que tiene un cuadro picante y jugoso, fiel al perfil del periodista de espectáculos.
“Mantenemos esa química que tenemos en la vida arriba del escenario, nos entendemos mucho con solo mirarnos. Este sketch del que me hablás en particular es muy divertido, donde hago una serie de imitaciones, un popurrí, una detrás de la otra y a cara limpia. Antes de esto, él me hace como un minirreportaje donde hacemos una especie de editorial hablando un poco de la actualidad, y eso se mezcla con mi actualidad y la actualidad del país...”.
–Te picantea mucho, ¿no?
–Me picantea, y yo no sé qué me va a preguntar, libertad total para preguntarme, lo cual me encanta que así sea, que sea todo muy fresco, muy genuino. El público también ahí está superexpectante, y a veces me preguntan cosas, se rompe todo el tiempo la cuarta pared.
El show también tiene una banda en vivo, un grupo de bailarines y la compañía Pampas Bravas, que hacen un cuadro de malambo con boleadoras y le dan el pie a ella para que aparezca como Soledad Pastorutti. Otras de las personalidades que imita son Liza Minelli, Tina Turner, María Becerra, Shakira, un especial “tributo homenaje merecidísimo” a Lía Cruzet, y todos los personajes “hablados, que van de Mirtha y Susana a Cristina Pérez”.
“Está todo puesto para el show, que para mí no es sólo poner mi nombre, sino con eso es poner el cuerpo, el alma y el talento”, sentencia.
–¿Hubo personajes que te costaron más que otros, o alguno incluso con el que te rendiste y no lo hiciste?
–La mayoría cuestan, pero hay algunos que se ponen bastante complicados. A mí me pasó eso con Mirtha Legrand. Fue una de las que más me costó porque yo decía: ‘Ay, Mirtha, que son tantos años, y la gente la conoce tanto, y además a ella no le gustan las imitaciones, a ver si se enoja’. Tenía ahí como una traba, un obstáculo interno que me costó, pero una vez que ya la saqué la pude poner en escena. Ella me vino a ver, lo aprobó, y entonces ahí como que ya me relajé. Y siempre soy muy agradecida a Mirtha porque me ha convocado a sus almuerzos desde los comienzos míos, cuando no me conocía nadie.
Imitar, pero con respeto
Fátima dice que ella siempre hace sus imitaciones con respeto, como lo hizo en toda su carrera. De hecho, dice que la única que se enojó hace muchos años fue Paulina Rubio, “pero por un malentendido” que, tras conversar, fue saldado.
“Hasta me reúno con todas las que interpreto, me gusta juntarme, cenar, hablar, para terminar de armar el personaje. De mí, siempre con la mejor predisposición; y cuando las cosas se hacen con buena leche y con respeto, pasa eso, creo”.
–Moria en algún momento se había ofendido, había dicho algo, pero después se le pasó y ahora se amigaron.
–Sí, sí, Moria en un momento dijo (y la empieza a imitar) ‘me tiene que poner el 50% la señora Fátima Florez porque ella llena donde va, ahora llena el Luxor, así que me ponga el dinerillo la señora’. Ella juega con eso, pero yo creo que es tan inteligente Moria que sabe este medio cómo es y cinturea, entra y sale, y nada le duele. Es de teflón. Todos aprendimos de ella un poco. Yo siento que aprendí de ella a no sufrir. Estamos todos muy expuestos y, obvio que algunos les vas a gustar y a otros no, es normal, pero al principio uno está más sensible o vulnerable, y dolían las críticas. Además, típico, cien te dicen qué bueno; uno te dice mal y te quedás con eso, porque somos así los seres humanos. Aprendí de Moria que todo te tiene que resbalar, que fluya y no influya.
–Ahora que ya hace un tiempo estás separada de Norberto Marcos, ¿eso te empoderó artísticamente, siendo que sos directora artística de tu obra?
–Mirá... siempre yo estuve también en todas estas cosas a las que estoy hoy abocada. Por ahí no se sabía tanto y yo quedaba solo como la cara visible, pero siempre estuve porque me involucra directamente lo que pase con las luces, con las coreografías, con los vestuarios. Lo hacíamos en conjunto y de pronto quedé más al mando de todo al separarnos. Son muchos años de mucho teatro, mucho taco gastado arriba del escenario y de conocer uno el show, de conocerme a mí, y saber cómo hacer esta dirección artística que no es fácil de un show que tiene tanto.
Un noviazgo especial
Hay que reconocerle a Fátima que se sentó a la charla con La Voz abierta a responder cualquier pregunta, del tema que sea, inclusive de su relación con Milei. Sin titubear y con oficio, salió adelante cuando llegó el momento de hablar sobre un romance que estuvo, para bien o mal, en boca de todo un país.
–Durante y después de tu relación con Javier Milei, ¿vos sentís que a nivel de imagen popular tuviste más ganancia o pérdida?
–Yo nunca hice ese sondeo o esa encuesta. Ni antes, ni durante, ni después. Para mí fue un noviazgo en el que nos encontramos dos personas, nos conocimos antes de esto (de que Milei fuera presidente), es decir, no se sabía qué iba a pasar cuando empezamos a salir juntos. Y lo acompañé después en todo ese proceso en el que ganó, así que Fátima trae suerte (risas). De verdad, sabés que siempre donde estoy, en programas y eso, sube el rating y la gente me acompaña. Yo soy un conejito de suerte. Las cosas pasan por el corazón. Yo estuve, sentimos estar, nos encontramos, la pasamos muy bien. Tengo un muy lindo recuerdo y me quedo con eso. Y yo era Fátima Florez antes, durante y después, entonces para mí es lo mismo. Ahora estoy como muy abocada y con la libido puesta en el trabajo.
–¿Es imitable Karina Milei?
–Bueno, no sé... habrá que ver. Dirá el tiempo. Sí, seguramente que sí.
–Porque encima también habla tan poco públicamente, es un personaje popular, pero a su vez también reservado.
–Creo que la parte más mediática la lleva él, y está bien. Son un equipo que funciona así.
–¿Qué sentiste cuando en la mesa de Mirtha estaban vos y Javier Milei, y ella les dijo ‘Son raros ustedes’?
–(Risas) Y porque sí, qué sé yo, somos así, como medio exóticos... pero está bien. Yo lo tomé lindo, como un halago. No lo tomamos mal nosotros, para nada. Quedó gracioso en boca de Mirtha decir eso. Y ese fue el programa en el que más rating tuvo Mirtha el año pasado, así que ahí estuvimos y también le dimos suerte.
–¿Por qué lo dejaste de imitar a Milei?
–No es que dejé de imitarlo a Javier, simplemente yo voy rotando los personajes. Lo hice, me fue muy bien y puede ser también que vuelva algún día de estos.
–¿Y la imitarías a Yuyito González?
–Nunca la hice... no me parece que sea muy apetitoso actoralmente el personaje. Me puedo equivocar, nadie es infalible (risas)... pero no le veo esa cosa de Susana, de Mirtha, de María Becerra, pero me puedo equivocar. Yo creo que no me equivoco (risas). Pero acá el soberano es el público, así que si el público pide… Fátima hace.
El adiós a Lanata y su camino de estrella
Hace pocos días falleció Jorge Lanata, y Fátima lo recordó en un posteo sentido. Es que ella, con su imitación de Cristina en Periodismo Para Todos, terminó de dar un salto de popularidad.
“Totalmente. Siempre fui muy agradecida a Jorge por el lugar que me brindó. Estuve tres años en su programa, que fueron gloriosos, con rating de 30 puntos. Un programa periodístico, imaginate. Realmente se paraba la Argentina para ver el domingo el programa de Jorge, PPT. Gustó mucho esa pica que había, yo interpretando el personaje de Cristina con él. Fue muy generoso. Gracias a eso, yo también tuve mucha popularidad. Todos estamos obviamente muy dolidos con la partida. Fue un distinto del periodismo”.
A partir de ahí se cimentó la relación de ella como figura muy popular con el gran público. “Yo me siento una persona muy querida. Ando por la calle y recibo muchísimo cariño de la gente. Creo que tiene que ver con que también la gente ve que uno es una laburante, que uno se hizo de abajo. El famoso ‘sí se puede’, porque uno empezó de cero. Cuando uno sueña, se pone un objetivo y va para adelante, se puede”.
–¿Cuánto hay de la voluntad de querer ser una estrella en tu carrera? Vos sos una imitadora extraordinaria, bailarina y cantante. A lo mejor, a los 20 años te podrías haber subido a un crucero para trabajar bien ahí, y tenías una carrera rentable quizá con menos esfuerzo, entre comillas, o menos riesgo.
–Eso que decís es muy cierto. Porque son caminos que uno toma. Y a mí siempre, desde chiquita, desde muy chiquita, me preguntaban: “¿Vos qué querés ser de grande?”. Yo decía: “Yo quiero ser famosa”. No sé si está bien o está mal, yo lo cuento. Hay otra gente a la que le pasa y no lo cuentan porque piensan que es mala palabra o superficial. Y no es así, porque depende también de cómo enfoques esa fama. Obviamente que me preparé mucho desde muy chica. Nada es al azar, me preparé como cantante, como bailarina, como actriz. Y todo eso lo vuelco en el show que hago, que tiene de todo.
Para ver
Fátima Florez protagoniza 100% Fátima de jueves a domingo, a las 21.30, en el teatro Luxor, de Villa Carlos Paz, con Marcelo Polino, Pampas Bravas y elenco. Tickets en autoentrada.com.ar.
