La vasta oferta cultural cordobesa durante Semana Santa siempre es variada e incluye actividades de índole religiosa, gastronómica, musical, ferial, deportiva, barrial y teatral, entre otras.
Es en esta última categoría donde se enmarca una imperdible obra protagonizada por Martín Seefeld y Damián de Santo. Con libro de Daniel Dátola y dirección de Manuel González Gil, la dupla propone un encuentro cargado de humor y diversión.
Según indica la sinopsis de la obra, Lalo (De Santo) es un hombre introvertido e inseguro que, al ser abandonado por su esposa, le pide ayuda a Leo (Seefeld). El pedido obedece exclusivamente a la figura que representa el maestro: un hombre seductor, galán, mujeriego, carismático y manipulador.
Con el fin de sacarle dinero a Lalo, Leo accede a darle clases para que su alumno pueda volver al ruedo.
En diálogo con La Voz, el propio Seefeld amplía un poco más sobre lo que trata Una clase especial. “Como dice el nombre, es una obra realmente muy especial, porque es un espectáculo muy dinámico, con profundidad, desgaste físico, pero también con mucha emocionalidad. Desde el humor, te va a emocionar y te va a hacer reflexionar”, define, al otro lado del teléfono.
—Leo, tu personaje, ¿es un galán a la antigua o está deconstruido?
–Es así, fue basado en la generación de nosotros, que se tuvo que ir deconstruyendo con los años. Todos los cambios que hubo desde el punto de vista social y cultural no fueron fáciles de asimilar para generaciones como la nuestra. Todavía hay gente que no lo pudo hacer y, bueno, el hecho de quedarse pensando y viviendo de determinada manera hace que tenga sus costos. La reflexión final es esa: que uno debe aggiornarse. Más allá del problema en sí, la obra pretende reivindicar a nuestra generación —la de Damián y la mía— y no mostrar una imposición, sino que se entienda a las personas de nuestra edad que se niegan al cambio.
—Al mismo tiempo estás presentándote en Buenos Aires con “Holter: no es sólo el corazón”. ¿Buscás que tus trabajos sean reflexivos y dejen algo?
—Hacemos esta obra en Córdoba y sigo con Holter en Buenos Aires. Bueno, sí. Aunque ambas implican mucho desgaste, hay diferencias entre las obras. Holter es mucho más emocional y muy mental. Pero claro, es reflexiva y tiene sus tintes de drama. Con Una clase especial he notado que la gente se viene riendo mucho, a tal punto de llegar a preguntarse por qué se ríe. Entonces digo: es una obra que nos depara un destino muy movido, porque honestamente a nosotros nos moviliza y creo que va a movilizar mucho al público.
–¿Qué significa trabajar con Damián de Santo? Se los ve felices en los videos publicitarios de Instagram.
—Somos amigos desde hace muchos años y hacía tiempo que teníamos ganas de trabajar juntos. No se daba porque cada uno hacía lo suyo, pero ahora que se dio estamos muy contentos. Se nota la química y la buena energía que tenemos. Añado también el placer que siento al trabajar con Daniel y Manuel. Siempre digo que el teatro tiene cuatro patas: una es el guion, otra el trabajo del actor, también el trabajo de la producción, y finalmente está el esfuerzo de ir hacia todo el país donde nos espera el público. Es fundamental que el público nos acompañe. Y ustedes son la cuarta pata, para poder difundir y hacer que la obra se vea. Cuentan lo que vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer. En ese trabajo mancomunado se produce el efecto de lo que es el teatro. La difusión es importantísima.

—¿Entonces este 2025 te encontrará girando?
—Será un año de trabajo arduo. El hecho de salir de gira te exige estar fuera de casa todo el tiempo, con todo lo que eso implica. Pero bueno, con la alegría también de ser recibido con mucho amor, con calidez y mucho deseo. Eso para nosotros es fundamental. La gente es muy cariñosa, respetuosa y nos acompaña, entonces nos sentimos muy felices y orgullosos. Fuera del teatro, estoy trabajando en una miniserie. A los actores nos encanta trabajar y poder hacer las cosas que nos gustan. Vivir de lo que amamos es una bendición.
—No mencionaste a "Los Simuladores"...
—No, este año no creo que se filme. Si se filma, será a principios del que viene. Estamos trabajando para eso. Hay que solucionar algunas situaciones que se están dando y, en función de eso, el sueño está, el deseo está, y creo que es lo que queremos sacar. Cuando suceda, será de la mejor manera.
Para ir
Una clase especial se presenta con tres funciones (17, 18 y 19 de abril) en el teatro Ciudad de las artes (Av. Pablo Ricchieri 1955). Entradas desde $ 33.000 en ventas.autoentrada.com y también en boleterías del teatro.