Joaquín Levinton, el excéntrico líder de Turf, volvió a regalar una entrevista desopilante en la que combinó humor, desparpajo y sinceridad brutal.
En diálogo con Tatiana Schapiro, el cantante se refirió a los efectos del rock en su vida y terminó revelando una deuda millonaria que mantiene desde hace décadas con Aysa, el servicio de agua de la Ciudad de Buenos Aires.
Todo comenzó cuando la periodista le preguntó si el rock le había dado “más mujeres, más plata o más quilombos”, a lo que Levinton respondió sin vueltas: “Mujeres sí. Muchas. Plata... siempre fui malo con la plata. De hecho, siempre calculé mal. No tengo la menor idea de hacer negocios. No tengo la menor idea de hacer un cheque, no sé si existen aún los cheques. No sé cómo se hace para pagar la luz. No entiendo nada”.
Al ser consultado sobre quién se encarga entonces de que no le corten los servicios en su casa, el músico aclaró: “No sé quién me ayudó en su momento a poner todo en débito automático. Las puse ahí y nunca más me enteré de lo que se paga o lo que no se paga. Salvo Aysa”.
Tatiana, sorprendida, le explicó: “Es el agua”, a lo que Joaquín, con total naturalidad, respondió: “No sé lo que es pero se llama Aysa y recibo mensajes todos los días porque quieren que vaya a pagar y debo 20 años. Me quedó afuera del pago del débito”.
“La deuda que acumulo es millonaria. Pero Aysa no me sabe explicar cómo tengo que pagarles y además no me quieren hacer un descuento”, lanzó.
Fiel a su estilo relajado, Levinton explicó que la deuda se volvió tan desproporcionada que ya ni ganas le dan de regularizarla.
“Cuando me dicen el importe final, es tan grande que uno no quiere pagar. Creo que estamos jugando un tira y afloje. Creo que a Aysa le va a convenir algún tipo de arreglo”, reflexionó entre risas.
Y cerró con una invitación poco común para una empresa estatal: “De hecho, si me están viendo en esta entrevista…”.