La Autoridad de Turismo de Tailandia (TAT) ha hecho historia al anunciar el nombramiento de Lalisa Manoban, más conocida como Lisa de BLACKPINK, como su Embajadora Mundial de Turismo bajo el lema Amazing Thailand. Con este título, la superestrella del K-pop —orgullosamente nacida en la provincia tailandesa de Buriram— se convierte en el rostro oficial encargado de representar al país ante el mundo, reforzando su imagen como destino de lujo, seguro y culturalmente auténtico.
El anuncio, que rápidamente generó repercusión global, fue confirmado por la directora de la TAT, Thapanee Kiatphaibool, quien destacó que esta colaboración estratégica “aumentará la visibilidad de nuestras campañas y consolidará la posición de Tailandia como un destino turístico de alta calidad”.

Una embajadora de lujo para un país en ascenso
Lisa, de 28 años, es actualmente una de las artistas asiáticas más reconocidas del planeta. Su éxito como solista y miembro de BLACKPINK —grupo que rompió récords en la industria musical global— la posiciona como un ícono cultural capaz de conectar generaciones, culturas y mercados.
La TAT considera que su figura sintetiza los valores de la nueva Tailandia: moderna, elegante y profundamente orgullosa de su identidad. Según el medio tailandés Matichon, el objetivo es que el turismo nacional sea percibido como una “Tailandia de confianza”, capaz de atraer viajeros exigentes que buscan experiencias auténticas, exclusivas y sostenibles.

“Lisa encarna el espíritu de Amazing Thailand: hospitalidad, belleza y sofisticación”, señaló Kiatphaibool. La alianza estará vigente desde el 29 de septiembre de 2025 hasta el 29 de septiembre de 2026, y contará con una campaña audiovisual internacional que se estrenará en enero de 2026.
La elección de Lisa no es casualidad: su influencia ya ha demostrado tener un impacto tangible en la economía y el turismo tailandés. Su simple mención en redes o programas globales puede transformar productos locales en tendencias internacionales.
Un ejemplo icónico ocurrió cuando recomendó sus albóndigas favoritas de Buriram, provocando un aumento inmediato en las ventas y consolidando al platillo como una atracción turística. De igual modo, sus visitas a tejedoras locales impulsaron la demanda global por los textiles tradicionales tailandeses, mientras que el humilde inhalador herbal Hong Thai se convirtió en un fenómeno de exportación tras ser asociado a la cantante.

Incluso en el ámbito gastronómico, su influencia fue reconocida por Spotify, que incluyó un plato tailandés entre los homenajes del Billions Club —la lista que celebra los artistas con canciones que superan mil millones de reproducciones—.
Lisa también ha expandido su carrera más allá del K-pop.En 2025 hizo su debut actoral en la serie internacional The White Lotus 3, filmada precisamente en Tailandia.El elenco y el director de la producción quedaron sorprendidos al llegar al país y descubrir su presencia omnipresente en vallas publicitarias, describiéndola como “la Beyoncé de Tailandia”.
Este cruce entre arte, turismo y orgullo nacional consolida su figura como símbolo cultural global, y explica por qué su elección como embajadora tiene un peso que trasciende lo comercial.
La misión de Lisa, según explicó la TAT, será invitar a los viajeros del mundo a “descubrir la magia de Amazing Thailand”, mostrando su diversidad natural, su riqueza cultural y su hospitalidad legendaria desde una mirada moderna y emocional.
Con una base de más de 100 millones de seguidores en redes sociales, la artista tailandesa tiene el poder de convertir cualquier mensaje en una tendencia global.Su voz, su historia y su conexión con su país natal son ahora las herramientas con las que Tailandia busca redefinir su lugar en el mapa del turismo de lujo.
“Cada viaje deja una huella, y Lisa es la voz perfecta para recordarle al mundo que Tailandia sigue siendo un destino donde cada recuerdo se transforma en algo eterno.”— Thapanee Kiatphaibool, directora de la Autoridad de Turismo de Tailandia