La caída en el consumo en restaurantes y bares de Córdoba se está produciendo en línea con un retroceso en términos reales de los precios de los platos de la generalidad de la oferta gastronómica.
Es un fenómeno que, en la historia reciente, no se producía desde la pandemia, cuando los precios se estancaron en un escenario de parálisis.
En efecto, después de los fuertes incrementos en ese sector en coincidencia con la salida de la crisis sanitaria, en los primeros tres meses de la presidencia de Javier Milei, los precios registrados en el ítem “Alimentos y bebidas comprados y consumidos en restaurantes, bares y comedores” aumentaron un 53,1%, 20 puntos porcentuales por debajo del 73,2% que registró –en el mismo lapso– el nivel general del índice de precios al consumidor (IPC) de Córdoba.
En otras palabras, los restaurantes y bares, a pesar de soportar fuertes aumentos en sus insumos y gastos fijos (en especial mano de obra), ante la baja en el consumo, en los últimos meses no pudieron trasladar la totalidad de sus costos a sus cartas.
Los datos de la Dirección General de Estadística y Censos de la Provincia dicen que en diciembre, mes en que se produjo la devaluación brusca del peso, los precios en restaurantes y bares aumentaron 19,5%, cinco puntos por debajo del 24,2% que aumentó el nivel general en la ciudad de Córdoba.
En enero, la diferencia fue de 5,5 puntos porcentuales y, en febrero, de 4,3. En ambos casos, la inflación ganándole a los precios en bares y restaurantes.
Es decir, en los últimos tres meses (diciembre, enero y febrero), ya con la recesión golpeando a todos los sectores comerciales del país, las remarcaciones en los restaurantes y bares de Córdoba están corriendo desde atrás a la inflación.
Otra tendencia
Los datos del trimestre con La Libertad Avanza en la Casa Rosada contraponen con lo que había ocurrido en el mismo sector en los 12 meses anteriores.
Así es, a lo largo de casi todo el gobierno de Alberto Fernández, pero especialmente en el último año, la realidad fue inversa: la inflación en Córdoba fue del 159,8% (medida de diciembre de 2022 a noviembre de 2023), mientras que los precios en los restaurantes y bares aumentaron 36,4 puntos más (196,2%).
Los precios de la oferta gastronómica en restaurantes y bares cordobeses, antes de la llegada de Milei, incluso aumentaron por sobre las subas de los alimentos y bebidas vendidos en supermercados.
Esto se produjo incluso con las tarifas de electricidad y gas prácticamente congeladas, subiendo muy por debajo del aumento del nivel general.