Meghan Markle se convirtió en el centro de todas las miradas al asistir al desfile de Balenciaga durante la Paris Fashion Week 2025. La presencia de la Duquesa fue una de las grandes sorpresas del evento, ya que significó su reaparición oficial en el universo de la alta costura, tras años centrada en sus proyectos filantrópicos y su vida familiar junto al Príncipe Harry.
Su presencia no solo capturó la atención de la prensa internacional, sino que también consolidó su estatus como ícono de elegancia moderna, capaz de combinar sencillez, poder y sofisticación en un mismo look.

El impactante look total white de Meghan Markle
Para esta ocasión, Meghan eligió un look total white de Balenciaga diseñado especialmente para ella. El conjunto —una capa oversize acompañada por una camisa abotonada y un pantalón ancho del mismo tono— evocó el estilo clásico de la realeza británica, reinterpretado con el minimalismo contemporáneo que caracteriza a la marca.
El resultado fue un outfit monocromático tan impecable como imponente. Para romper con la pureza del blanco, la Duquesa añadió tacones pumps negros satinados y un clutch aterciopelado del mismo color, aportando el toque justo de contraste.
Su peinado recogido en un moño bajo y un maquillaje luminoso completaron la imagen de refinamiento, confirmando una vez más su dominio del lenguaje de la moda.

Esta aparición también reafirma la estrecha relación profesional y personal entre Meghan Markle y Pierpaolo Piccioli, el nuevo director creativo de Balenciaga. Según la revista People, ambos mantienen una colaboración de larga data: Piccioli ha diseñado varios de los atuendos más recordados de la Duquesa en eventos internacionales.
Durante el desfile, Markle compartió la primera fila con Anne Hathaway y Lauren Sánchez Bezos, en una postal que reunió a algunas de las mujeres más influyentes del panorama actual.

Aunque esta fue su primera aparición en la edición parisina de la Semana de la Moda, Markle ya había asistido a eventos anteriores en Nueva York. Su paso por Balenciaga no solo marcó su regreso triunfal al circuito global de la moda, sino también el inicio de una nueva etapa en su vínculo con la alta costura: una donde el mensaje es tan poderoso como su estilo.