La serie “Adolescencia” (Adolescence), disponible en Netflix, causó una profunda conmoción a nivel mundial. La trama, centrada en un adolescente de 13 años sospechoso de asesinato, no se enfoca en el crimen en sí, sino en la soledad de los adolescentes en un mundo donde los adultos a menudo desconocen su universo. La frase del padre arrepentido, Eddie, “Perdón hijo, tendría que haber hecho mucho más”, resume la cruda realidad que la serie pone sobre la mesa.
Un lenguaje cifrado: el significado oculto de los emojis
Uno de los aspectos más reveladores de “Adolescencia” es la exposición de un código de lenguaje que los adolescentes vinculan a los emojis. Este uso de emojis difiere del sentido lineal que los adultos les atribuyen, estableciendo una barrera comunicativa.
En la serie, se explica cómo los colores de los corazones tienen significados específicos: rojo para el amor, azul para el deseo sexual, amarillo para el interés mutuo y rosa para la atracción sin deseo sexual. Además, la píldora mitad roja y mitad amarilla refleja el “despertar” de los hombres ante la relevancia del feminismo, y la dinamita roja simboliza el “estallido” de ideas misóginas y de masculinidad tóxica.

Sin embargo, en Argentina, este diccionario de emojis específico de la serie no es tan común. Según jóvenes consultados, los emojis se utilizan a menudo con sarcasmo o ironía. En el contexto argentino, existen otros emojis con connotaciones sexuales, como las cerezas, la banana, la berenjena, el caracol de mar o el kiwi.
La licenciada en psicopedagogía, Melina Bella, cuenta a Clarín que el uso de un lenguaje interno incluye a los adolescentes en su propio mundo de identidad, rebelión y conexión entre ellos mismos. “Este lenguaje va cambiando en función de la misma influencia social y cultural del momento. Hoy existe una jerga específica acompañada de emojis debido a la masividad del uso de redes sociales y dispositivos electrónicos”, explica.
El psicólogo especializado en familias Alejandro Schujman dijo: “Me conmovió hasta la médula la serie Adolescencia. Y celebro el impacto que está teniendo porque va a despertar una conciencia que estaba dormida”. “Me ocupa y preocupa desde hace décadas el hecho de que estamos dejando solos a nuestros adolescentes”.
Agrega en una columna: “Los chicos sufren en silencio, mientras los adultos somos espectadores de una realidad que desconocemos”.
El oscuro fenómeno “incel” al descubierto
La serie también aborda el tema de los “incel” (célibes involuntarios), un fenómeno que surgió en comunidades virtuales, principalmente integradas por hombres que se sienten incapaces de tener relaciones sexoafectivas. Estos foros, como el que existió en Reddit hasta su prohibición en 2017, a menudo se caracterizan por expresiones misóginas y violentas, incluso con discursos en contra del feminismo y la igualdad de género. Si bien esta comunidad existe en Argentina, no se considera tan radical como en otros países. Es importante destacar que el término “incel” puede no ser parte de la cotidianidad del vocabulario adolescente en Argentina.
En la serie figuran términos como “incel”, andrósfera o manósfera, regla del 80/20, la píldora roja o el poroto colorado, expresados a través de emojis, lo mismo que el número 100 en rojo. Hay otras palabras que no aparecen pero que se usan en esta subcultura.
La ideología incel creció en los últimos años en comunidades virtuales de hombres que dicen sentirse rechazados por las mujeres, que aseguran que, aunque lo desean, no logran establecer relaciones románticas o sexuales, porque no resultan “atractivos”. Desde este lugar, promueven discursos de odio y misoginia.
La brecha generacional y la soledad adolescente en la era digital
El mundo digital genera un universo desconocido para muchos adultos. Mientras que antes la intimidad adolescente se limitaba a conversaciones telefónicas o diarios íntimos, hoy en día existen múltiples frentes que escapan a la supervisión adulta. Esto facilita la creación de universos paralelos donde el sufrimiento puede ser silencioso y oculto. La psicopedagoga Melina Bella señala que el uso de un lenguaje interno y jerga con emojis permite a los adolescentes construir su propio mundo de identidad y rebelión. La falta de involucramiento de los adultos puede interpretarse como una habilitación indirecta para que crezcan discursos cargados de violencia simbólica.

Consejos para padres: tender puentes y recuperar la conexión
Ante esta realidad, los expertos coinciden en la necesidad de que los adultos se acerquen al mundo de sus hijos adolescentes con escucha activa y sin juzgar. Alejandro Schujman propone incluso una “Escuela para padres obligatoria” para brindar herramientas a los adultos. Stephen Graham, protagonista de la serie, subraya que “hace falta un pueblo para criar un niño”, resaltando la responsabilidad colectiva.
Algunas claves para padres incluyen:
- Preguntar a los hijos cómo están, mirándolos a los ojos, con presencia plena y escucha activa.
- Interesarse por su mundo digital sin juzgar, intentando entender sus códigos y lenguajes.
- Establecer límites claros con el uso de la tecnología, negociando y generando estrategias para desarrollar habilidades socioemocionales.
- Sumar momentos de calidad en los vínculos, fomentando el diálogo y el disfrute compartido. Un ejemplo es la propuesta del padre en la serie: “Tengo tiempo libre y quiero usarlo con vos”.
- Ser un punto de sostén y apoyo, estando cerca para cuidar pero sin asfixiar.
- Generar espacios de diálogo con preguntas abiertas en lugar de respuestas monosílabas.
- Mostrar interés y estar “aggiornado” para que los adolescentes se sientan cómodos al buscar ayuda en un adulto sin temor a ser juzgados.
- Estar atentos a señales de alerta como retraimiento, cambios de humor o baja autoestima, que pueden ser reflejo de dificultades en su mundo social.