El viernes 27 de junio, el maquillador y empresario Alejandro Arias Bazán y el coach ontológico Damián Villaronga presentarán en Córdoba Vuela Alto, un taller vivencial que se llevará adelante en el Hotel de la Cañada.
La propuesta es un espacio que surge a partir de la necesidad de contar experiencias reales de la mano de trabajos de coaching y aunque está dirigido a un público general “tiene un perfil para aquella persona que necesita emprender”, precisa Arias Bazán en diálogo con La Voz.
“No es la típica charla para emprendedores, y con esto no estoy desmereciendo otros encuentros, sino marcando una diferencia. Esta propuesta está pensada desde otro lugar”, señala.
“Generalmente, cuando uno va a un taller, puede suceder que muchos de los casos sean reales, pero siguen siendo teóricos, porque no está la persona vinculada literalmente a ese caso. En este taller, el disparador es mi historia. Voy a contar mi recorrido, pero al lado mío estará un profesional que aportará el ojo clínico: alguien capacitado para hablar desde lo técnico”, explica. Y refuerza que el objetivo del encuentro no es centrarse en su biografía. “No es para hablar de mí. Sólo busco ser el detonante o la inspiración para hablar de algo real. Y el coach estará presente para aportar su mirada. De hecho, hay muchas cosas que cuento con las que Damián no está de acuerdo. No está para certificar lo que digo. El objetivo de esta alianza es ayudar a la gente, mostrar que lo que vemos en redes puede ser verdad, pero rara vez se muestra todo.”
El trabajo no se separa de la persona
“Vos no podés hacer que tu trabajo brille si no estás bien. Si no estás orientado, si no podés separar las cosas, o si estás emocionalmente apagado”, asegura Arias Bazán.
Vuela Alto nace del deseo de profundizar en puntos que ambos consideran fundamentales para emprender. Aunque originalmente iba a abordar cuatro ejes, en esta primera edición se concentrará en dos, dejando los otros para futuras instancias.
–¿Cuáles serían los dos temas sobre los que se desarrollará el encuentro?
–El primero es fracaso vs. autoestima. ¿Qué entendemos por fracaso? ¿Realmente es algo negativo? Que algo quede pendiente o no salga como esperábamos no significa necesariamente un fracaso. Puede ser una experiencia. Puede ser una vivencia. Puede ser un crecimiento. Puede ser una alerta. Pero no es lo mismo alerta, vivencia, experiencia, que fracaso. Fracaso suena a que nunca más lo vas a intentar. Personalmente siento que nunca fracasé, sin embargo me ha ido mal en muchos negocios, tuve que cerrar sucursales, tuve desamores, desencuentros con seres queridos. Pero no los entiendo como fracasos. En un momento de mi vida empecé a pensar ¿por qué siento esto y otra gente no? Con mucha terapia, coaching y análisis descubrí que gran parte de esto se debe a cómo me criaron mis papás, y como lo asimilé yo. Y el cómo uno entiende el fracaso, repercute directamente en la autoestima.
“Es increíble cómo, cambiando el punto de vista de las cosas, también puede cambiar el sentimiento. Y cómo te posiciona a vos de otra manera a la hora de afrontar esos cambios. Ni fracaso, ni éxito, son cambios, situaciones que tienen que ver con la evolución”, profundiza.
“Personalmente nunca creí en lo que pudiera haber sido. Pudiera haber sido mujer, pero no lo soy. Pudiera haber nacido en Estados Unidos, pero nací en Argentina. No hay pudiera, está la realidad. Y hay que accionar en base a la realidad”, sigue.
–¿Y cuál sería el otro tema?
–El segundo tema es el de los duelos conscientes. Todos vamos a tener situaciones de duelo. Que no necesariamente impliquen una muerte. Uno pierde una pareja, pierde un amor, pierde un padre, un trabajo, pero el tema es que no hemos sido educados para separar el proceso del duelo. Yo tenía a mis papás en terapia, tenía que acompañarlos en su proceso, que además era un proceso de mucha incertidumbre, y mientras tanto tenía que planificar quién iba a maquillar a mi clienta si mi papá fallecía un sábado. Son cosas dolorosas, pero que se tienen que trabajar.
“La gente tiende a pensar que lo que les pasa, les pasa solo a ellos. Y no es así. La función de este taller es poder contar, dar herramientas y también compartir esa charla y esos consejos que les doy a la gente cuando me preguntan en la calle, o cuando me escriben por redes”, dice.
“Y algo muy importante es que en este encuentro no me voy a meter en temas en los que no tengo experiencia. Porque a veces es muy común escuchar a gente que es muy teórica, pero habla de cosas sin estar parados donde tienen que estar para poder hablar de ese tema, o sin tener la experiencia”, refuerza.
Vuela Alto se presenta como una experiencia genuina, desde lo vivido, con la intención de ofrecer herramientas concretas para quienes buscan repensar su forma de emprender, actuar o vincularse con lo que hacen.
–Y habrá un espacio para que quienes vayan cuenten sus experiencias también
–La gente va a poder compartir sus experiencias, si así lo quiere. Va a ser un ida y vuelta con quienes se animen. Y me gustaría ser claro en eso porque hay muchos que por el miedo a hablar, o a poner en común sus experiencias, se limitan a ir. Será una charla taller porque, en la parte del taller, se harán pequeños ejercicios que ayuden a darte cuenta de algunas cosas.
Vuela Alto promete marcar la diferencia con un tono honesto que apuesta a lo vivencial. No augura fórmulas mágicas, sino la posibilidad de detenerse, revisar las historias particulares y trabajar sobre ellas con autenticidad.
Para ir
Vuela Alto. 27 de junio. 18.30 hs. Hotel de la Cañada (Av. Marcelo T. de Alvear 580). Entradas ya disponibles en Passline.